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lunes, 4 de octubre de 2010

LA ETIOPATOGENIA DE LAS ESQUIZOFRENIAS AL COMPÁS DE LAS IDEOLOGÍAS EN LOS ULTIMOS CINCUENTA AÑOS.


CONGRESO NACIONAL DE PSIQUIATRÍA.
Santiago de Compostela. Setiembre de 2007[1]

LAS CONTROVERSIAS HEREDADAS DE LA PSIQUIATRÍA. (Colegio de Eméritos)

LA ETIOPATOGENIA DE LAS ESQUIZOFRENIAS AL COMPÁS DE LAS IDEOLOGÍAS EN LOS
ULTIMOS CINCUENTA AÑOS.

Agustín Jimeno Valdés.
Universidad de Valladolid.

Introducción,
Un titulo apasionante el de  esta ponencia del Colegio de Eméritos que agradecemos al Prof. Santodomingo, pues solamente una amplia perspectiva temporal permite considerar la importancia que las modas han tenido no solo en la determinación de las cuestiones sino especialmente  en las doctrinas, dentro del mismo campo de la ciencia o de la pretendida ciencia. No quiero citar, al menos por ahora,  las manidas revoluciones científicas y el cambio de paradigmas, pues a mi modo de ver el tema que voy a abordar queda un tanto fuera de la autentica ciencia natural y procede más bien del campo de las ideologías culturales y hasta políticas que se inmiscuyeron en el fondo y en la forma de la psiquiatría precisamente a causa de su precariedad como ciencia.
Pues me parece que ninguna controversia más decisiva y apasionante y cuyos epígonos aun colean en importantes “flecos” de todo tipo, que la polémica acerca de los factores  causales de los síndromes esquizofrénicos. Pues estas controversias se referían a este importante y aún misterioso grupo de trastornos que englobaban, sin embargo, bajo el epígrafe poco preciso y menos científico de “enfermedad mental”.
Añado que puedo presumir, y por lo tanto aprovechar, que detento algunas razones para estar particularmente interesado e informado en esta importante cuestión. Por una parte viví en mis años de formación la inclusión de la psiquiatría como doctrina y como clínica,  en el campo de la medicina interna que es decir la medicina como tal; asistí después y parcialmente participé en la intrusión de la sociología, concretamente de la famosa Escuela Sociológica de Frankfurt,  en el campo de la psiquiatría de las psicosis, pues tuve el privilegio de seguir muy de cerca y de contar con gran parte de sus documentos y bibliografía del seminario que impartía el Prof. Habermas en  1966 en Frankfurt, sobre: “Procesos patológicos de Socialización”  momento en el que yo realizaba mis estudios de especialidad como asistente; es decir MIR, en la clínica universitaria de Psiquiatría de Giessen en Alemania. ( a sesenta kilómetros de Frankfurt)  Por ultimo padecí en propia carne los resultados de la exaltación y exclusivismo de las doctrinas socio-políticas sobre la “enfermedad mental”  derivadas de todo aquello, en los años 70 muy cerca de donde ahora estamos: en el Sanatorio, en su principio Manicomio,  de Conjo.
Así que voy a referirme:
En primer lugar y brevemente a la situación histórico cultural de la psiquiatría en los años 60.
En segundo lugar a los motivos que influyeron en el desprestigio de los factores biológicos y el prestigio de los psicosociales en la cuestión que nos ocupa.
En tercer lugar describiré de forma muy sintética y  a manera de recuerdo, pero quizás también de instrucción y admonición para el presente, el núcleo doctrinal de los “procesos anormales de socialización” de aquellas escuelas, especialmente la situación llamada de doble vínculo.
En cuarto lugar me referiré brevemente a los distintos tipos de consecuencias en los es derivados de  estas doctrinas.
Por ultimo intentaré descubrir en la situación presente, la supervivencia en el fondo y en la forma de algunas de aquellas “modas” y también del porqué y de su importancia e interés.
  
1. Situación histórico cultural de la psiquiatría en los años 60 .
Todos sabemos que en su origen la psiquiatría como ciencia es básicamente biologicista, como el resto de la medicina. Así desde luego en Kraepelin y no solo Grissinger; también Jaspers, y quizás un poco menos en Bleuler que ya había tenido contacto  con el psicoanálisis a comienzos del siglo XX.  Mas esta época está ya por definición  fuera de nuestro ámbito de observación. Constataré sin embargo esta primera influencia:
1. El psicoanálisis. Freud y sus discípulos, como es sabido,  apenas atendieron a psicóticos. El caso Schröber, quedó como paradigmático. Se trataba de una psicosis procesual de transformación con numerosos síntomas de primer rango y que Freud interpretó como intentos del yo del paciente por superar una homosexualidad latente.
En todo caso el psicoanálisis brindaba al psiquiatra clásico algo muy sugestivo: la comprensión psicológica de los síntomas. Desde luego se trataba de una interpretación; es decir de una hermenéutica lejana en principio de las normas de la ciencia natural pura, pero entonces se pensaba – hoy con menos énfasis – que cualquier ciencia del hombre tenia que contar con patrones psicosociologicos en todos sus aspectos, dada la naturaleza híbrida   del ser humano: como ser material, pero también histórico. En suma; posición en la más fiel línea platónico cristiana; el hombre como alma y como cuerpo en una dualidad asumida doctrinalmente y motivo de dificultades en su elaboración científica conceptual.  
2. Los escándalos de la psiquiatría alemana en el tercer Reich Nacionalsocialista. No sé si por algún motivo especial, que me gustaría descubrir, en estos últimos meses han menudeado en publicaciones españolas  magnificas reseñas de las leyes eugénicas y raciales del estado naci que condujeron al asesinato legal de unos 70 mil enfermos mentales y a la esterilización  y segregación de bastantes miles más de personas “no arias”.  La excelente reciente publicacion de   en Archivos de Psiquiatría y otros lugares de F. Lopez Muñoz y cols. (1)    
 nos recuerdan los excesos del “biologicismo” de la época, lo que redundó en que con la guerra, Alemania perdiera su primer puesto en la ciencia en general y en la psiquiatría en particular, trasladándose el prestigio y la eficacia investigadora a Estados Unidos y demás países anglosajones triunfadores. A América también el psicoanálisis fue llevado  por  los emigrantes  judios alemanes que inciden en el factor anterior. Un comprensible y aun justificable giro del péndulo, o vuelta de la tortilla que diríamos en lenguaje más coloquial castellano.
3. Sea el tercer factor el descubrimiento y denuncia  de la catastrófica situación de los asilos psiquiátricos tanto en Europa como, quizás más en America. Ello redundó en la aceptación de factores asilares productores de síntomas, sean los psicótico residuales de las esquizofrenias expuestos de forma tan contundente como convincente en obras como por ejemplo “Internados” de E. Gofmann”(2) en el que se exponían las situaciones y  consecuencias psicológicas de las situaciones sociales de aislamiento, internamiento y oclusión social con la consiguiente perdida de roles, de iniciativas y por lo tanto de desmoronamiento de las instancias más altas e importantes de las personas. La “Institución totalitaria” que englobaba también cárceles y parcialmente conventos  quedó así tan establecida como estigmatizada.
4. Un factor más fue la deriva de los intereses de la cultura en Occidente en todos sus aspectos  hacia los factores culturales y sociales. Ello en parte por el auge de los estudios de sociología y antropología comparada, que llevaban invariablemente a la obligación de contemplarse Occidente a sí mismo  y con los mismos métodos de la Antropología Cultural y por lo tanto también a la consideración de los factores culturales en el origen de enfermedades mentales. Una cuestión que interesó ya al mismo Kraepelin que estudió su demencia precoz en colonias holandesas asiáticas. ( Java )
5. No menos importancia  tuvo la bonanza económica de aquellos prodigiosos años 60 que permitieron el saneamiento de los asilos psiquiátricos, la renovación de instalaciones y medios; sobre todo el aumento de la plantilla de médicos y sanitarios a su cargo y la implicación profunda para aquella llamada Revolución Asistencial, de las instituciones políticas en las que recuerdo como más señaladas el Acta Kennedy para la creación de centros de Salud Mental y las Oficinas Mundiales y Regionales para la Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud. De esta oficina regional europea surgió más tarde el Estudio Piloto Internacional sobre las Esquizofrenias[2] que mostró la importancia de los estudios multicéntricos  y que pudo documentar la existencia de la enfermedad con síntomas similares en países de muy diferentes culturas. La O.M.S además emitía continuamente folletos de recomendaciones oficiales, surgidos de las pertinentes reuniones de expertos,   para la prevención y promoción de la salud mental y que todos estudiamos e intentábamos llevar a la practica como catecismos de nuestra especialidad y que también en España propició la creación del P.A.N.A.P. y su infatigable secretario general Dr. Serigó. Algunos pocos centros españoles participaron en las reuniones periódicas de dicha oficina regional. En concreto yo mismo desde el Sanatorio de Conjo en plena revolución reformista – estamos ya en los años 70 – (3) Fruto también de aquellos años fue la creación y utilización de instrumentos comunes de documentación y exploración, como el protocolo bien conocido de Wing o el alemán del A.M.D.P.  y que comparando las diferencias en diagnósticos y doctrinas a cada lado del Atlántico redundó en la redacción y aplicación de los sistemas unificados de la OMS – el I.C.D. - y de la Asociación Psiquiátrica Americana: El D.S.M. pero sobre todo ello no insistiré más pues de sobra conocido. 
6. Me parece oportuno citar como otro factor esencial el afortunado estereotipo sociológico americano que acepta que el esfuerzo puede llevar al triunfo social y económico de cualquier persona.   Se trata nada menos de la aceptación en todos los aspectos del predominio de la cultura y del entorno sobre los factores de la herencia y la genética. Ello redundó en que el estudio por ejemplo de las diferencias de inteligencia entre blancos y afroamericanos  produjeran resultados políticamente incorrectos, y como tal, gozaran los promotores de estos estudios de escaso prestigio y menor financiación. Lo mismo respecto a posibles diferencias entre el hombre y la mujer y por lo tanto en nuestro campo, la aceptación de que son factores sociales ambientales, psicológicos y educativos los que conducen a la “enfermedad mental”  Los famosísimos estudios Ecopsiquiatricos de Faris y Dunham en Chicago sobre la distribución por barrios de los enfermos tendían a interpretarse en sentido de la causa y no de la deriva, pero me es imposible entrar en detalles, aunque soy consciente de que estos temas parecen ya hoy periclitados. El Estudio Piloto por lo tanto no pudo contrarrestar  totalmente aquellas otras escuelas que defendían a ultranza el origen psicosocial de las psicosis, especialmente esquizofrenia. Y esta era la situación en aquel momento.  

Contradicciones y curiosidades.
Naturalmente  que todos eran y éramos conscientes que el “vaciamiento” de los manicomios lo permitió muy principalmente la aparición de medicamentos verdaderamente eficaces contra los síntomas productivos psicóticos. Los neurolépticos, desde la bendita clorpromacina y haloperidol, pues yo asistí con algunos de los más seniors de los presentes a sus aplicaciones primerizas en los años finales de los 50. Y sin embargo eso no desestabilizó la creencia en el origen fundamentalmente psicosocial de las psicosis funcionales (antes endógeneas) Es verdaderamente curioso a pesar de ser bien conocido, un  apotegma apodíctico y perdonadme estos términos cultiparlos, debido me parece a Delay: Decía Delay; si en un síntoma es eficaz una terapia somática debe aceptarse que el síntoma es también de origen somático. Bien: No es del todo convincente; puede tratarse de una mera expresión (en el sentido actual de la expresión de un gen) o bien no existen diferencias entre somático y psíquico que serian solo seudoproblemas derivados del lenguaje y en concreto de la frase sustantiva típica de las lenguas indoeuropeas. (Léase a Wittgestein) 

En un análisis aún más sutil me parece que puedo identificar otro factor que promueve la  creencia en la etiopatogenia sociocultural  de las psicosis: Un  carácter constitutivo  cultural de occidente – al menos tal cual era hasta los años 80 y 90 y que quizás esté  feneciendo con el auge de la posmodernidad – consiste en la autoculpabilización de todo lo que ocurre pero especialmente de los sucesos adversos. A mi me parece  que ello deriva desde luego de la excesiva autoconciencia y autorreflexión de la cultura occidental. También de sus raíces cristianas que bajo la doctrina del pecado original atribuye a la culpa individual, colectiva o heredadada la presencia del mal y todo el mal, entre ello, claro está, el sufrimiento en general y la enfermedad en particular. Y ello precisamente culmina en el curioso -  y en parte  absurdo – triunfo histórico  de las doctrinas críticas de la Escuela Sociológica de Frankfurt, nuestro último y quizás más importante factor en la defensa del origen sociocultural de las esquizofrenias como resultado de la alienación del hombre occidental producido por las sociedades capitalistas. Todo ello desde luego, a pesar del Estudio Piloto Internacional de las Esquizofrenias y el éxito de los tratamientos somáticos como los neurolépticos, y  que salvo los más radicales, todos utilizaron y el Electrochoque o TEC también desterrado por pura razón ideológica, y por ultimo de la presencia del enfermedades similares o peores en culturas no capitalistas  que quizás realizaban menos y peores estudios socioestadisticos.
( Comprobado por ejemplo en el caso del alcoholismo)

2. La Escuela Sociológica de Frankfurt y la doctrina del Doble Vinculo. (4)
1. Los puntos de partida.
En aquellos años además de las  doctrinas psicoanalíticas se desarrollaron otros varios modelos psicológicos como responsables de las esquizofrenias, sin embargo me referiré exclusivamente a los centrados en los procesos de socialización precoz en la familia por haber sido estudiados preferentemente por la Escuela de Frankfurt y haber servido de justificación y base más importante de las polémicas heredadas, según el titulo de ésta ponencia y de los movimientos anticulturales y antipsiquiátricos, que culminaron en algunos lugares y personas con una psiquiatría gravemente politizada, todo lo cual intentaré exponer con suficiente concisión.      
La Escuela de sociología de Frankfurt se sustenta sobre  un  sincretismo ideológico muy importante  formado por  el psicoanálisis y el marxismo. El psicoanálisis, del estudio del  individuo, pasó en  estos años en Centroeuropa al estudio de la sociedad como un todo. La escuela sociológica de Frankfurt (Adorno, Habermas, Marcuse, Fromm, Althuser y otros ) representa la última aportación de la fecunda tradición filosófica alemana al pensamiento mundial y fue vigorosamente asimilada por la juventud, sobre todo universitaria, conduciendo a la famosa revuelta, que no revolución, del mayo del 68. Fue la revolución cultural de nuestra época.
La Escuela de Frankfurt bajo el prisma del marxismo se enfrenta con la sociedad europea de la posguerra, ocupada sobre todo en el "milagro económico"  y en la consecución del bienestar social con la consecuencia del vacío de intereses y preocupaciones fuera del sistema del capitalismo. Entendiendo que el capitalismo,  al fin y al cabo, procedía del cristianismo, sobre todo del reformado, y renunciando luego  al mismo  por la  supuesta contradicción  de toda religión con la ciencia natural, según la entendían, se acercan al marxismo que representaba para ellos un nuevo humanismo y que estaba aureolado por haber derrotado a las bárbaras ideologías y sistemas nacionalsocialistas. En este punto, efectivamente, la izquierda europea aceptó el discurso stanilista que se gloriaba de ser   el  esfuerzo y sufrimiento de la URSS el principal vencedor del nacionalsocialismo.  
Continuando con este discurso afirmaba la Escuela de Frankfurt, que el capital es alienador y representa además el expolio del trabajo ajeno, siendo éste, el trabajo, la única fuente de riqueza y también de realización humana. El trabajo pues, honra al trabajador que debe ser remunerado en relación con sus necesidades pero no necesariamente en relación con  sus rendimientos ya que estos son suficientemente remunerados por la aceptación y el prestigio social (léase el sistema político)  Desarrollan así la llamada por Habermas Teoría Critica. Esta expresión quiere decir Teoría Critica de la Historia y de la Cultura  Burguesa que ha alienado las auténticas necesidades humanas sustituyéndolas por el afán de posesión ( propiedad ) y poder ( la empresa privada ). Por ello, esta cultura puede ser considerada como  una cultura auténticamente enferma, y el hombre que engendra está auténticamente enfermo, mientras el llamado enfermo mental, por ejemplo, el  delirante,  está realmente en la verdad, al menos en su verdad particular alejándose de los prejuicios alienados de la sociedad de su entorno           
             Los citados sociólogos críticos entienden, por ello, que es preciso cambiar numerosos sobreentendidos de la cultura occidental capitalista y en último termino propiciar el socialismo real que en Europa del Este está creando, afirman, una sociedad igualitaria y por ello justa.
            Según ellos, la cultura capitalista está dominada como supremo valor por lo que denominan la "Razón Instrumental". Es decir, el pensamiento lógico racional con base en la ciencia natural,  única fuente de justificación de la acción y de la moralidad en pro de una eficacia mayor del trabajo humano como productor del capital. En suma, la actividad principal humana que es el trabajo, se transforma en el principal verdugo de su persona.
            La Escuela de Frankfurt promueve la liberación del hombre también en otros campos: la "libertad de amar"; la "libertad de creer", y también otras libertades menores en las formas de vestir, de saludarse y encontrarse las personas estimulando la informalidad y aún la contestación.
            Marcuse, siendo el más superficial  entre estos sociólogos a la moda, es por ello mismo el más leído y mejor aceptado y se convierte en el profeta de la juventud contestataria que en un momento de estado de bienestar y de opulencia económica, producida de suyo por el capitalismo mismo, de lo cual no se daban cuenta sus propios beneficiarios, promueve la revolución. Todos sabemos como acabó. En las luchas callejeras de Paris ante la impasibilidad de los obreros. En el suicidio de Althuser; en la emigración de Fromm a América y en la conversión de algunos grupos de estudiantes en literatos o críticos sociales permanentes.
            Habermas conservó su prestigio y  sigue escribiendo aunque ha moderado o olvidado el énfasis en las doctrinas anteriores.   Es bien conocido en España pues ha recibido hace dos años el premio Príncipe de Asturias y con ocasión de la ascensión al papado del cardenal Ratzinger se ha divulgado una muy interesante conversación entrambos sobre el origen de la legitimidad jurídica que Habermas atribuye al racionalismo sobre la naturaleza y dignidad humana y Ratzinger a las raíces cristianas de la cultura europea. A mí me parece que ambos factores son imposibles de separar y son lo mismo brotando ambos del mismísimo centro de aquel más importante  mandamiento: ama al prójimo como a ti mismo.

            El Movimiento de la Escuela de Frankfurt influyó ideológicamente en la Asociación de Estudiantes Socialistas que en Alemania promovieron el movimiento contestatario del 68. No tuvo tanta trascendencia pública como en Francia, sin embargo en el campo de la psiquiatría este movimiento trajo consigo la llamada antipsiquiatria y como  una de sus expresiones en Alemania   la fundación por un grupo de estudiantes y psiquiatras de una comuna o comunidad de estudiantes, médicos y enfermos que se atrincheró en unas dependencias universitarias de Heidleberg, que les prestaron o acapararon.
            En todo caso la comuna antipsiquiátrica de Heidelberg tuvo que ser disuelta por la policía y este suceso volvió de nuevo a desprestigiar a la psiquiatría como ciencia y medicina, lo cual tuvo todavía muchos y distintos epígonos. Los demás estudiantes socialistas eran activistas en todas partes e iban atacando con la fuerza de la contestación escrita y parcialmente con alguna algarada, amparados en la ideología de la Escuela de Frankfurt y en la logística de los partidos comunistas. Este término de “los estudiantes” me lleva hoy día al recuerdo de otros estudiantes de otras religiones y lugares que también amenazan a la cultura occidental. En Alemania   partidos e ideologías  no podían ser demasiado explicitas, como lo fueron por ejemplo en Francia o en otros grupos de la llamada Inteligencia Occidental,  porque en Alemania  tenían delante de sus narices el muro de Berlin y  recibían con más o menos asiduidad noticias de sus amigos o familiares que habían quedado al otro lado del telón de acero y les lloriqueaban peticiones de medias de nylon o pastillas de chocolate que iban tirando por la ventanilla los visitantes que en automóvil se dirigían por las autopistas lanzaderas desde la Republica Federal   a Berlín. Sin embargo a pesar de todo,  el sincretismo  del psicoanálisis con el  marxismo cristalizó en una poderosa fuerza que aunque acabó produciendo fuegos artificiales más que derribando muros,     ( el muro cayó luego por sí mismo ) ha perturbado bastante la vida intelectual y para nuestro especial interés, psiquiátrica, en occidente.
Consecuentemente la Escuela de Frankfurt mantuvo un interés doctrinal particular en los procesos de socialización en la familia; es decir de la educación y aculturación en los primeros años de vida de los niños, puesto que a través de estos procesos se transmitían los valores culturales  y sociales occidentales y que  bajo los postulados de valores y sociedades capitalistas enfermas producían diversos tipos de enfermedades; angustia y neurosis en la mayor parte de los casos y psicosis y esquizofrenias en los casos más graves.
Se parte de un modelo sistémico de la familia; es decir de postular que la familia, y se piensa  sobre todo en la familia primaria y nuclear, en sus interrelaciones  verbales, ideológicas y sobre todo emocionales forman un sistema cuyas características pueden estudiarse en conjunto y en sus consecuencias para cada uno de sus componentes. Este modelo es aplicación de los conocimientos sobre “Teoría General de los Sistemas” desarrollado por  Bertanlaffy y aplicable a toda clase de sistemas más o menos complejos. Su estudio y desarrollo va a la par en aquellos años con lo que se llamó cibernética, que consistía en el estudio de sistemas autorregulados – homeostáticos - lo que exigia también el estudio de la  información y su transmisión que fueron constituyendo la informática que hoy conocemos. 
Así la familia ya patológica por condicionantes propios o bien o además por los culturales donde está inmersa,  necesitaría para mantener su precaria homeostasis la producción de un “portador de síntomas” que a la vez como chivo expiatorio, se constituye en “enfermo oficial” .

            He revisado los gruesos apuntes y fotocopias de aquellos seminarios de Habermas en 1966 sobre los procesos patológicos de socialización y el origen de las esquizofrenias. Allí centraba Habermas su trabajo  en la identificación de los procesos de “doble vinculo” y de otros que en la sociedad capitalista y neoburguesa de occidente transmitían al niño la alienación de la sociedad, y en casos graves la enfermedad esquizofrénica. En los seminarios y de forma mucho más seria comprensiblemente, que en la calle,  se presentaban y discutían sobre todo monografías americanas de Parson, Bateson, Litz, Wynny,  Haley, Ruetsch, Arieti  y otros que se centraban en la constatación y descripción de “el doble vinculo” como proceso  más importante de la socialización patológica del niño en sus relaciones con los padres y que conducían a la enfermedad mental, especialmente la esquizofrenia. Evidentemente por aquellos años se propusieron otras muchas teorías psicológicas  sobre el origen de las esquizofrenias, sin embargo por mi mejor conocimiento y por la importancia más directa en relación con los movimientos de Reforma asistencial y sus excesos vividos como antipsiquiatria, me referiré exclusivamente a las doctrinas que ya he citado y  que centraron  sus escritos en los procesos anómalos de socialización del niño pequeño en el seno de la familia. Así que por ello intentaré de forma sucinta explicar en qué consistían estas doctrinas y algunas de sus características.

2. Diversos procesos anormales de comunicación en la familia.
Es preciso señalar en este momento  que en aquellos años estudiaron estos procesos diversos grupos y en diversos lugares, extrayendo consecuencias y promoviendo cada uno diversas acciones:
Por una parte el grupo teórico y formal de raíz filosófica-ideológica de la Escuela de Frankfurt; por otra parte los psicólogos y psiquiatras, sobre todo americanos, que desarrollaron los estudios y modelos  bajo el prisma medico y científico, y por ultimo los grupos de activistas más o menos radicales, como los ya citados, de la Comuna de Heidelberg, que llevaron las teorías a la praxis asistencial, política o aun terrorista con la intención de destruir aquella Sociedad y Familia  patológica.
Entre los grupos psicologico- psiquiatricos americanos citaré en primer lugar a Wynne(5) con sus conceptos de “afectividad negativa” y alta “emocionalidad expresada”; a la psicoanalista Fromm  Reichmann que acuñó el desgraciado término de “madre esquizofrenógena” y muy especialmente a Litz.(6)
Litz describe entre otros las siguientes posibles  pautas patológicas de comunicación:
-El fallo o falta de la estima “ o reconocimiento de las conductas y valores” de unos miembros de la familia hacia otros sobre todo de los mayores hacia los más pequeños con lo que falta el refuerzo adecuado ( añadimos nosotros) para la adecuada internalización de las pautas de conducta que es  el fenómeno más importante en los procesos de socialización; es decir de educación.
-Las relaciones simbióticas o erotizadas entre padre e hija y más frecuentemente entre madre e hijo.
- Las relaciones de poder y dominio.
- El cisma intermatrimonial.
- La pérdida de los roles paternales  y de la necesarias diferencias entre generaciones.
Por otra parte Wynne describe también lo que denomina “seudomutualidad”; es decir en sus mismas palabras: “Un tipo interfamiliar de comunicación semejante al de dos o más individuos que en sus contactos cotidianos intentan establecer un punto de vista consensual bajo una realidad ambigua.”

3. El Doble Vinculo.
El fenómeno y modelo sin embargo más importante por su aceptación a partir de su pregnante formulación es el llamado de Doble Vinculo desarrollado en los años 50 por Gregory  Bateson, Jackson, Weakland y demás y colaboradores  en Palo Alto, California.(7,8,9)
Refiere Bateson que le sugirió este modelo la lógica  de Bertrand Russell y su doctrina de las clases con las que resolvió de forma general el problema de las antinomias; es decir formulaciones y discursos lógicos contradictorios en sí mismos o  que no permiten una conclusión lógica, o que permiten varias conclusiones con la misma veracidad. Una famosa antinomia es la que le presentan a Sancho Panza en su Insula Barataria respecto el juramento que había de prestarse al transitar por un puente y que no repito por ser muy conocida.
Así Bateson describe el doble vinculo como una pauta o estilo  patológico de comunicación intrafamiliar con las siguientes características:
1. La madre o quien psicológicamente la representa, emite un mensaje verbal con el contenido concreto  “a”  Según un ejemplo de Haley. “ Ven; siéntate en mi regazo” (10)
2. Simultáneamente sin embargo por el gesto, el tono de voz,  la actitud, etc. ; es decir en el contexto metacomunicativo emite un mensaje b contradictorio con al anterior significando “ No te deseo en absoluto; me estorbas”
3. El niño, o paciente,  no tiene otras referencias ni cognitivas ni afectivas para comprender o escapar a la situación. Ante los mensajes contradictorios e incongruentes corresponde respondiendo también de forma incongruente; por ejemplo inicia el acercamiento a su madre, pero se detiene antes de llegar a ella diciendo . “ Ah; ¡ qué botón tan bonito tienes en el vestido! 
4. Este tipo de comunicación se repite con frecuencia o siempre en el seno familiar constituyendo así la  pauta o estilo habitual  patológico de comunicación que troquelaria los síntomas cognitivos y emocionales, sobre todo de comunicación social típico de las esquizofrenias. 
A estas características añade, Yi  Chiang Lu,  un investigador chino, el esfuerzo permanente del niño por comprender este tipo de mensajes y la “verdadera”  intención  y mensaje de su o sus padres. (11)
Estas escuelas describen a continuación múltiples fenómenos patológicos que conducen a la psicosis y de los que citaré solo algunos: (Wynne; ibidem)
1. Fallos en la identificación del genero (sexo)  de los padres y en consecuencia del mismo niño. ( Tendencias a la homosexualidad)
2. Trastornos del pensamiento por la borrosidad, incongruencia e inestabilidad de los significados de los mensajes verbales, anulados o confundidos por los contextos y metamensajes.
3. Fallos en el mantenimiento adecuado de la distancia o proximidad en las relaciones sociales y afectivas ( y por ello muy especialmente en las de pareja ) lo que produce unas veces excesivo distanciamiento y otras un exceso de presión de aproximación.
4. Fallos en la adecuada diferenciación  e identificación entre el yo y el no yo; es decir entre el sujeto y el objeto.
Así que no me parece necesario aportar más conceptos que quedan suficientemente explícitos en los expuestos y que desde luego  son síntomas psicótico-esquizofrénicos.


3. Distintos tipos de consecuencias  derivados de  estas doctrinas.
Agruparé las principales consecuencias en tres grupos identificados de menor a mayor radical aceptación de estas ideas, y por consiguiente conductas y actividades.
1. Desde luego   un primer grupo creo  puede comprender a la inmensa mayoría de los psiquiatras de todo el mundo  al aceptar la innegable importancia de la cultura, la educación y la familia  si no como factores etiológicos, sí, desde luego, como instancias de previsión, tratamiento o rehabilitación. La superación del estado catastrófico de los asilos psiquiátricos  por otra parte no precisaba doctrina psiquiátrica o científica alguna pues bastaba la aplicación de derechos humanos elementales que exigían dotar a los enfermos y sus instalaciones de servicios hoteleros adecuados, de atención psicológica y de superación de su habitual segregación social. La Psiquiatría comunitaria y toda la organización sectorial y de equipos que surge en esta época en Francia, con el Hospital Pueblo,  y los servicios sectoriales de Salud Mental  son aceptados en todas partes estando pendiente su provisión solamente de las  disponibilidades económicas y políticas. Puede afirmarse que toda la organización asistencial y mejoras de la Asistencia Psiquiátrica hoy día continúan inspiradas por aquellos conocimientos, que desde luego aportaron las doctrinas psicosociales. 
Podemos llamar a esta reforma Reforma según el Modelo Médico y deseo añadir que a este modelo me apunté y me apunto personalmente como muestra mi trayectoria profesional, muy especialmente en mis años de Jefe de Servicio y después director entre 1972 y 1978 en el Sanatorio Psiquiátrico de Conjo y desde allí en la Reforma Asistencial Psiquiátrica de Galicia siendo de justicia citar aquí en representación de tantos compañeros, de los Drs. Hernandez Cochon, a la sazón Director Provincial de Sanidad; al Dr. J. L. Montoya, recientemente fallecido, como primer gerente  y luego director gerente del complejo asistencial de Conjo. A este grupo apostrofó el segundo grupo como “Grupo Tecnocrático”.
Con dudas incluiría dentro de este grupo las llamadas Terapias Familiar Sistémica, basadas en las doctrinas expuestas de las pautas patológicas  de comunicación intrafamiliar. Esta terapia, sobre todo, si se pretender realizar con psicóticos, es tremendamente difícil y me atrevería a decir que sencillamente inadecuada precisamente por los problemas de emocionalidad expresada o irritación por sobreestimulos que padece siempre el paciente psicótico. Además en mi experiencia personal he tenido  que recoger y tratar a más de un paciente y su familia “victimas” de estas terapias ejercitadas muchas veces con  desaprensiva ignorancia.

2. A un segundo grupo lo llamare de antipsiquiatras clínicos; es decir grupos de profesionales que manteniéndose en el ámbito asistencial aplicaron – o aplican - de forma radical  sin embargo en sus formas y modos los presupuestos de las doctrinas psicosociales exclusivistas sobre el origen de la “enfermedad mental”.
Muchos detalles claros y característicos permiten identificar aun hoy día a los pertenecientes a este grupo,  que comprende a su vez, claro está diversos niveles de radicalización o “fundamentalismo” Citaré solo algunos ejemplos.
Sea en primer la tendencia a la borrosidad de roles entre enfermos, enfermeros, medicos y demás colaboradores sanitarios. Para ello, el trato familiar de tu; la supresión de las batas; las exploraciones no dirigidas y en conversación coloquial.
Citaré después el odio  y no solo olvido de la psicopatología. Al interpretar los síntomas siempre como intentos de adaptación y de superación de las contradicciones de la sociedad que les enferma, naturalmente los síntomas  y sus descripciones dejan de ser patológicos y por lo tanto irrelevantes. Concomitantemente las historias clínicas adquieren el aspecto único  de relatos  mas o menos novelados y por supuesto se omiten los diagnósticos que supondrían un etiquetado de los pacientes, según los prejuicios del “Poder Médico”
La supresión y aun el boicot al electrochoque, aun negando las siempre disponibles evidencias científicas de sus indicaciones médicas, es otra de las características de este grupo que sumieron a múltiples generaciones de residentes en la pura ignorancia, por lo que, y según mi punto de vista, tuvieron que seguir actuando siempre según este tipo de “psiquiatría”. Solo los mejores y tras ímprobos esfuerzos consiguieron superarlo mediante el estudio necesario según las crecientes exigencias de méritos para alcanzar los puestos de trabajo. 
Esta situación entre otras condujo al cisma – me refiero ahora a España – entre sociedades científicas y revistas profesionales, como todos sabemos, y continua en lo que me atrevo a llamar como una psiquiatría literaria que sumerge sus raíces en la profusión de los libros de autoayuda, en la ingerencia cada vez más frecuente de diversos grupos profesionales  con frecuencia de escasa formación y a una bagatelización de la autentica situación y padecimiento de los enfermos  y especialmente de las sufridas familias que los soportan. Así cuando leemos en los periódicos, y escrito por un responsable medico.-político que los enfermos mentales son muy sabios e inteligentes, que casi siempre dicen la verdad,  etc. etc.  me parece más bien que no solo se falta a la verdad si no que se hace escarnio del sufrimiento ajeno y contribuye a que parte de la psiquiatria sea vista, desde luego siempre por quien no tiene pacientes en su proximidad, ( incluido el propio médico) como algo  meramente pintoresco. 
3. El tercer grupo vendrá marcado por lo que en su momento se llamó” compromiso político”; es decir por la acción radical del psiquiatría, la psiquiatría; es decir, la antipsiquiatría  con sus pacientes y su personal en pro del cambio del sistema político; o al menos algunos de los valores del sistema.   El origen de este grupo me parece que puede atribuirse a Basaglia  y sus seguidores en Italia en aquel momento y también a Laing en Gran Bretaña. Acuñaron una frase que por su brutal antideontologia merece ser citada: El paciente como agente del cambio social; es decir la utilización del paciente – evidentemente como medio y como objeto – para la consecución de cambios políticos.  En nuestro medio, la coyuntura histórica de los años finales  de la dictadura propició la radicalización en este sentido de diversos grupos siendo bien conocidos los de Asturias y Galicia, pero no es objeto de este trabajo entrar en pormenores de estos movimientos.  Solo diré que me produce asombro, necesitado, claro está de una  explicación psicohistórica, que esta radicalización,  mirara en regimenes políticos más allá del telón de acero donde se sabia muy bien que se había utilizado a su vez la psiquiatría para la represión política. En mi fuero interno interpreto esta sobravaloración admirativa como producto del parasitismo y propaganda ideológica, pero claro está que con estas afirmaciones me estoy ya contradiciendo al entrar como psiquiatra en el juego de opiniones políticas. 
            En esta sublime mezcolanza algunos enfermos o presuntos enfermos, ya que la antipsiquiatría niega la enfermedad mental como tal ( refiriéndose sin embargo casi exclusivamente a las psicopatías y a las esquizofrenias ) se convirtieron en los agitadores sociales primero y terroristas después que constituyeron los famosos grupos de la Fracción del ejercito rojo de Baader Meinhof, de horrible recuerdo. La tesis de “el paciente como  agente de cambio social” intentó y  en algunos casos consiguió  la conversión y utilización del Hospital Psiquiatrico  y demás instituciones asistenciales y sus sanitarios en activistas para el cambio político por medios también de la subversión o aun del terrorismo. Esta doctrina ya no deriva de la Escuela de Frankfurt que hasta cierto punto mantuvo su sensatez intelectual. Los estudios de las áreas piloto de la O.M.S.  mostraron sin embargo como los enfermos dados de alta a raiz del cierre de los Hospitales psiquiátricos, sobre todo en Italia,  se perdían inmediatamente quedando desamparados en la calle. Recordaré que el factor más importante que evalúa la calidad de la asistencia es precisamente la continuidad de los cuidados y el conocimiento  exacto en todo momento de la situación de cada paciente del área asistencial. Esta línea fue seguida por algunos grupos españoles precisamente en el momento en que efectivamente se avecinaba o precisaba un cambio político alrededor de los años 1974 y 1975, conduciendo a diversos desmanes que ni siquiera citaré en este momento. Algunos de sus protagonistas efectivamente, consiguieron importantes cargos políticos después de la transición.
           
           
4. Consideraciones finales y conclusión.
No cabe duda que las doctrinas del doble vínculo y similares  han perdido totalmente vigencia y solo quedan como reliquia de la historia de la psiquiatría, una reliquia que seguramente es totalmente desconocida para los psiquiatras actuales aunque deseo decir que personalmente he explicado estos temas a estudiantes y M.  I.R. de Valladolid hasta, quizás, finales de los años 80.
Aduzco en primer lugar la opinión de Silvano Arietti,( 12)  uno de los más prestigiosos autores de la época en el tema y que en la página 75 de su obra que cito en la bibliografía afirma:

“… the studies of the family of the schizophrenic patient  were made after the patient became sick and in most cases hat grown to be adult. The assumption is made that the study of how the family is at the time of the illnes, together with the past history, may give  us an adecuate picture of how the family environment was during the time preceding the psycosis. This is, howewer, only an assumption. All in  all, some conclusions may be justified, but the degree of accuracy is questionable.”

“…. Los estudios de la familia del paciente esquizofrénico se hicieron después de que el paciente enfermera y que en la mayor parte de los casos fuera ya adulto. Se supuso que el estudio de la familia en el momento de la enfermedad, junto con la historia, podía proporcionar un cuadro adecuado de la familia y su entorno en el momento de aparición de la psicosis. Esto sin embargo es solamente una suposición aceptada. Con todo pueden ser justificables algunas conclusiones  pero su grado de exactitud es dudoso.” ( Traducción del autor de este artículo)


Dada la inmensa complejidad de la psiquiatría que creo puede calificarse como la ciencia más compleja de todas, dado que deriva de la estructura y función del cerebro humano, que es el  objeto más complejo del universo y de la sociedad humana como sistema más complejo, también del universo; dada esta inmensa complejidad, entiendo que gran parte de las diferencias son meramente metodologicas Y a su vez la metodología surge, claro está, de las hipótesis previas, y estas a su vez de los estereotipos culturales del momento. Psico-socio-politicos en los años 50 y 60 del siglo pasado; biológico-instrumentales en el momento actual. Me atrevería a decir que en psiquiatría, casi cualquier hipótesis, si es suficientemente compleja, puede encontrar un método adecuado que parezca comprueba su verosimilitud.
En todo caso la controversia y los estudios de los procesos de socialización y la importancia de los metamensajes en el lenguaje natural han llevado a la mejor comprensión del mismo. El doble vínculo es casi constante en la comunicación humana porque deriva de la imprecisión significativa de las palabras del lenguaje natural y la comunicación por los metamensajes emocionales expresados por otros sistemas que el meramente formal, son tan constitutivos del lenguaje natural como las clases lógicas que deberían definir las palabras.  La omnipresencia de la metáfora, y no solo en la poesía y la literatura es lo que presta encanto al lenguaje que es la actividad más humana.
Por otra parte en el terreno asistencial puro, aquellos movimientos, en su aspecto médico han contribuido y mucho, a la situación actual de la psiquiatría, sin duda mucho más  avanzada tanto en el conocimiento como en la praxis.
Y ¿ Cuál ha sido devenir histórico de la Escuela de Frankfurt, aquel  su movimiento de 1968  así como de su doctrina y su estética?  Prefiero citar aquí una voz autorizada; la de Francisco Veiga y cols (13) Pag.  237:

            “... La revolución juvenil mundial del 68 representó la  mundialización de la crítica social germano-estadounidinense tipo “ Escuela de Frankfurt” a los costes de la sociedad de masas, así como de combinar enfoques freudianos y marxistas. Con su emblemático de  música, diseño juvenil y agitación callejera, el movimiento representaba una nueva cultura popular que en realidad estaba altamente intervenida por los medios de difusión tradicionales ........
....... En suma el año prodigioso de 1968, cuando todo el planeta parecía estar sacudido por la ardiente revolución de la juventud, desde Nueva York a Shangai, desde Praga a Chicago, desde París hasta Tokio, desde Berkeley al Berlín Occidental, pareció el punto culminante de una tradición revolucionaria que venia desde los orígenes  de la contemporaneidad en la gran convulsión francesa de 1789-1799 y sus sucesivas manifestaciones heredadas. Así, las revoluciones” de 1968 no resolvieron nada  en ninguna parte, ni tuvieron ninguna implicación decisiva por mucho  efecto de demostración y de revolución en cadena, sus resultados concretos  fueron de mucho menor calado que el brote análogo de 1848. El significado real, pero invisible del 68 fue que era un fin, no un nuevo comienzo. En efecto la nueva izquierda que entonces se mostró dispuesta a tomar a escala mundial el relevo generacional de los obrerismos históricos, la socialdemocracia  y el comunismo e incluso el anarquismo, fue un canto de cisne, un brote reformador de mensajes conocidos. Tras un paroxismo de poco más de veinte años se hundió llevándose consigo toda la retórica de dos siglos, de 1789 a 1989 y dejando como rescoldo el fasto que los socialistas franceses quisieron dar al bicentenario de la Gran Revolución por  antonomasia”.

            Por parte de la psiquiatría la controversia heredada acabó pues centrándose una vez más en el problema princeps de nuestra especialidad: las interrelaciones entre lo heredado y lo adquirido entre lo genético y lo aprendido, entre lo biológico y lo psicosocial. El modelo predominante de la vulnerabilidad estres no deja de ser una perogrullada en su enunciación. El problema está en cada caso y en cada enfermedad la determinación de qué es responsable de qué y de cuanto… No habían hecho falta nuevas palabras; ya la medicina a secas había diferenciado las causas predisponentes del Anlage (la herencia) y las desencadenantes o coadyuvantes del   entorno. Los conceptos de patogenia y patoplastia pueden aplicarse también  perfectamente, por ejemplo, al origen y el contenido de los delirios.

Lo que en ningún caso querríamos volver a ver es la mediatización de la psiquiatría y de los enfermos  en pro de ideologías  y menos de actividades de cualesquiera tipos, pues con ello se transgrede la norma suprema kantiana de que la persona, cada persona, debe ser siempre considerada como fin y nunca como medio.

BIBLIOGRAFIA.

1. F. Lopez Muñoz; M. Dudley y cols..  “Los abusos psiquiátricos y psicofármacológicos durante el régimen nacional-socialista y el legado del Código de Nürenberg: Archivos de Psiquiatría: 69; num. 4 Oct. Dic. 2006. Pag. 245-277.
2.  Goffman.  E. “Asylums”. New Cork. Doubleday Anchor“ 1961, .
3. A. Jimeno Valdés. “ La Psiquiatría que yo he vivido” en www.psiquired.com
4. Vease un magnifico estudio histórico de esta escuela en: JayMartin. “ La Imaginación dialéctica. Una historia de la Escuela de Frankfurt.” Ed. Taurus 1974.      
5. Wynne L.C. “Denkstörungen und Familienbeziehung bei Schizophrenenen”. Psyche XIX, 2. May 1965
6. HT. Litz: De sus numerosas publicaciones solo cito la siguiente a manera de ejemplo: “Die Familienumwelt der Schizophrenen”. Psyche. XIII, 5 -6 (1959)
7. Gregory Bateson antropólogo británico, ( 1904-1980) especialista en sociología, , lingüística y cibernética desarrolló sus  investigaciones en  el Mental Research Institute de Palo Alto ( California). Su Hipótesis del doble vínculo data de 1956.
Bateson, G. Jackson D.D. “Some varieties of pathogenic organization”. En Disorders of communication. Vol  XLII. Res. Publ. A.R.N.M.D. 1964.
8. Jackson D. “The Etiology of Schizophrenia N.Y. Basic Books Inc. 1960.
9. Bateson:  G. Ruetsch J.  Comunication; Social Matriz of Psychiatry”. New York. 1951. 
10.  J. Haley es psicólogo americano y ha sido profesor de la Universidad de Maryland.   An Interactional Descripción of Schizophrenia” Psychiat. 22. pag. 321-332. 1959
11. Y. C. Lu. “Contradictory  Parenteral Expectations in Schizophrenia . Arch. Gen Psychiat. 6,  p. 219-234. 1962.
12. S. Arietti. “Interpretation of Schizophrenia”.  Basic Books Inc. Publishers. New York  Segunda edicción  1974.
13. Francisco Veiga; Enrique U. Da Cal y Angel Duarte: “La Paz Simulada. Una historia de la Guerra Fria, 1841-1991”, Alianza Editorial.


[1] Redacción original sin abreviar.
[2] El  muy importante y precursor Estudio Piloto Internacional sobre la esquizofrenia ( IPSS) se desarrolló a instancias de la Organización Nacional de la Salud de las Naciones Unidas, entre 1973 y 1979 con 1202 pacientes de nueve países: China, Colombia, Checoeslovaquia, Dinamarca, India, Nigeria, y la Unión Soviética.

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