SOBRE LA VIOLENCIA Y TOLERANCIA Y LA FUNCIÓN
SOCIAL DE LA CULTURA.
Prof.
A. Jimeno Valdés
Introducción.
Es evidente que la preocupación central que brota de todos los
participantes en estos diálogos está centrada en la supervivencia de nuestra
cultura, en cómo evitar las guerras y la violencia en general y todo ello
preservando como carácter más preciado la libertad.
El Prof. Gómez Bosque en el primer apéndice ha considerado las
actitudes y creencias que presentan las religiones y cosmovisiones más
importantes en torno a la tolerancia y convivencia pacífica y ha mostrado que
las más importantes siempre han defendido los ideales también evangélicos, del
amor entre los humanos y la paz.
Mas esta afirmación , válida en general para las religiones y
cosmovisiones superiores, se ha ido abriendo paso en los tiempos históricos
entre otras actitudes que, o bien han justificado las guerras de agresión o incluso las han exigido como un deber.
No será necesario recordar los antiguos imperios asirios y
babilónicos; los sacrificios humanos de las culturas andinas; las
colonizaciones de Grecia y de Roma; y en tiempos mejor conocidos y próximos,
las guerras europeas de religión: las persecuciones raciales de la segunda
guerra mundial y en fin los genocidios o intentos de genocidio aún
"justificados " en nuestros años
presentes.
Por lo tanto se imponen dos preguntas cruciales:
1. Hasta que punto la agresividad intra específica ( eso llamado
el mal de Lorenz ) y la guerra han sido necesarias en la evolución biológica
primero y en la evolución histórico cultural después.
2. Hasta que punto a partir de la situación presente
caracterizada por armas infernales capaces de destruir la vida entera sobre la
tierra, puede y debe abolirse la "agresividad intra específica" tanto
en los imperativos jurídico-morales como en la realidad fáctica.
Evidentemente además de lo que podemos llamar la agresividad y
muerte organizadas, existe la agresividad y muerte individual, o de los
pequeños grupos que tememos no podrá desaparecer en mucho tiempo, pero que
exigiría seguramente nuevas medidas en ese espacio estrecho pero existente
entre la libertad y el delito.
Nadie como Konrad Lorenz se ha ocupado más y mejor de este
problema. En las consideraciones que siguen integraremos sus opiniones más
importantes con algunos otros estudios tanto de índole biológica como cultural.
Lorenz ha llegado a la conclusión que
la aniquilación de la vida por causa
hombre no solo es posible sino hasta bastante probable habiendo identificado
diversos factores para ello, y que denominó Los Pecados Capitales de la
Sociedad Civilizada.
En todo caso el fin de una civilización, había descrito Toynbee,
podía deberse al colapso interno por envejecimiento o por agresión externa.
Lorenz, considerando al conjunto de los seres vivos como un mismo sistema en el
que queda incluido el hombre, pronostica su posible autoaniquilación como
consecuencia de su "hiperritualización" e hiperautodomesticación en
la cual la cultura se ahoga así misma
en la ineficacia ( ejemplo posible : mundo oriental ) o bien la autoaniquilación agresiva ante el predominio de los "halcones"
bajo los instrumentos de la industria bélica. ( ejemplo posible: las ideologías fascistas-nacionalistas.)
Por ello mismo las páginas que siguen deben entenderse como un
intento de sistematización y síntesis sobre tan importantes y difíciles
problemas. Una sistematización y una síntesis aderezada con algunas
consideraciones propias y que surgen de nuestra preocupación , ya antigua, por
el tema, y también de otras publicaciones que integramos en la presente y que esperamos pueda ser útil a nuestro
público.
Dividiré estas reflexiones en dos partes: la primera considerará
la agresividad y destrucción del prójimo desde el punto de vista biológico. La
segunda desde el punto de vista cultural. Es decir aproximaciones al hombre,
por lo tanto antropológicas, en dos fases
y que corresponderían primero a conocimientos desde las antiguas
Ciencias de la Naturaleza y segundo: reflexiones desde las antiguas Ciencias
del Espíritu, para concluir en unos intentos de síntesis de ambas que permitan
responder a las dos cruciales preguntas
formuladas.
I. LA CULTURA DESDE LA ETOBIOLOGIA.
1. El puesto del hombre en el Cosmos.
La última "humillación" que el hombre ha sufrido en su
historia de la reflexión y conocimiento sobre él mismo ha sido la aceptación de
que el hombre como individuo y como especie pertenece totalmente al orden de la
naturaleza, y dentro de esta actitud la apertura a la investigación científica
de su consciencia refleja que parecía atributo exclusivo del alma a la que
debía su caracter de "persona" radicalmente diferente del ser de los
animales. Así el hombre occidental, ha
visto descender su posición desde ser privilegiado en la creación, colocado en
el centro de la misma y creado directamente por Dios a una situación que le
coloca en la familia de los homínidos y en ese planeta perdido en la galaxia,
aunque de momento sea el único habitado que conocemos. Desde luego que pueden
encontrarse, incluso en el pensamiento cristiano, contradictores de esta posición
privilegiada del hombre aunada en general con la diferencia aristotélica
esencial entre el mundo sublunar y el de las estrellas. Citaré como mera
anécdota a Johannes Philoponos del
siglo 6 p.C. Como posición contraria sin embargo y en el mismo siglo XIX aún
bajo el impresionante progreso de la neurología, Boys Reymond ( destacado
neurofisiólogo, estudioso de la excitabilidad neuronal bajo las corrientes
eléctricas ) afirmó que la consciencia seria siempre un misterio impenetrable a
la investigación científica.
Así, pues, y por ello mismo, y desde este momento, todo lo que
el hombre hace, dice y crea pertenece al orden de la Naturaleza y así la
historia, como el arte, como la ciencia jurídica y la filosofía y religión
pueden ser estudiadas con la metodología científico natural. Así la clásica
división entre ciencias de la Naturaleza y Ciencias del Espíritu habría dejado
de existir.
Habría dejado de existir, empero, en una segunda aproximación:
en el momento en que reflexivamente pongamos al hombre como objeto de estudio.
En los demás casos es el hombre el actor de su propia evolución y progreso.
No obstante recomendamos
en este momento el estudio de la obra ya clásica de Max Scheler con el mismo
título que el presente párrafo y a la que ha aludido el Prof. Gómez Bosque en
los diálogos anteriores. Nosotros ahora continuaremos con consideraciones sobre
este tema desde el punto de vista de la etosociobiologia.
2. Etobiología y evolución.
La Etobiologia estudia los comportamientos y conductas y constituye
un obligado complemento de la biología más antigua centrada sobre todo en la
morfología de los seres vivos. Se ha ido demostrando que, naturalmente, las
conductas sobre todo instintivas, son patrimonio heredobiológico de la especie
y sobre ellas se organizan en cada individuo, o en su caso grupo, las pautas
conductuales aprendidas. El estudio comparado de los comportamientos se ha revelado así como un arma tan preciosa
o más que la morfología para descubrir
el parentesco entre las especies, y a su vez nos ayuda a comprender la conducta
presente de especies o individuos teniendo en cuenta las pautas instintivas más
antiguas y que suelen permanecer como residuos, o bien resurgen en situaciones
determinadas por ejemplo en la enfermedad, especialmente las enfermedades
mentales humanas. Muy especialmente en el estudio de las conductas humanas y
sus disfunciones este modelo está
resultando especialmente fructífero y
para él se ha acuñado un nuevo término que define una nueva ciencia que nos
interesa especialmente para
nuestros temas de hoy: La
sociobiología.
La sociobiologia es por lo tanto una ciencia biológica derivada
sobre todo de la etología que estuvo muy en boga hace unos 15 años disminuyendo
sin embargo un tanto desde entonces su popularidad. Sin embargo es una ciencia
sumamente importante. Su objeto principal es doble; por una parte el estudio de
las conductas animales en busca de comportamientos cooperativos, altruistas,
tolerantes, en suma, que puedan interpretarse como primeros atisbos de la
moralidad humana, y desde luego el estudio de sus funciones y valor adaptativo.
Por otra parte estudia estas mismas conductas en el hombre tratando de
descubrir las raíces biológicas del altruismo, de la cooperación y de la
tolerancia, y por extensión de las consecuencias biológicas e históricas
esperables a partir de los diversos códigos morales.
En último término la sociobiologia trató de erigirse en última
fuente de legitimidad para las conductas humanas; es decir, de fuente de
moralidad. Hemos de adelantar que esta última opinión repite una constante
cultural ya detectable en el mundo clásico: la vuelta a la Naturaleza, la huida
de la civilización y la tendencia, esencialmente romántica, a considerar al
salvaje como " buen salvaje "; etc. etc. Hoy dia perduran estas
actitudes en algunas tendencias pedagógicas como las de los teósofos y rezuman
en algunos grupos ecologistas. Más ya aquí podemos adelantar nuestra opinión;
no se trata de volver a la Naturaleza, sino de superarla, pero una superación
dialéctica en el sentido Hegeliano; es decir, una superación que no anula sino
que eleva a los componentes inferiores y anteriores en el tiempo. Este doble
concepto se esconde, efectivamente, en la palabra alemana "
aufheben". Mas volvamos a nuestro objetivo principal: las consideraciones
acerca de la agresividad.
La controversia y el problema procede de muy atrás. Todos
sabemos que Darwin proclamó la lucha por la vida como motor básico de la
selección natural y la evolución. Sus ideas derivan como es sabido del
"Ensayo sobre la Población" de Malthus, en el que predecía la ruina y
muerte de la Humanidad por inanición
ante su multiplicación creciente
en ausencia de recursos, y de Hobbes el filosofo ingles famoso por sus
opiniones negativas y despectivas sobre la naturaleza humana. " el hombre
es un lobo para el hombre". La Naturaleza salvaje y la jungla fueron
interpretados como la lucha de todos contra todo y todos y los primeros
vulgarizadores del evolucionismo como Thomas Hunt Huxley en su "Manifiesto
por la Lucha por la existencia" acentuaron estas facetas que culminaron en
el concepto de Darwinismo social. Ante estos hechos se justificaba el Estado
poderoso, leviatán invencible, pero a la vez garante de la supervivencia del
débil ( a al menos algo más débil ).
Por supuesto que la afirmación rotunda de la lucha y
competitividad entre especies y dentro de la misma especie comenzó a estar
matizada por estudios de campo trasladándose la investigación en biología desde
la morfología y taxonomía a la etología y la genética. Así el estudio de las
conductas animales y de sus parentescos genéticos bajo el prisma de la genética
de poblaciones sustituyeron a formulaciones demasiado rotundas y generales que
habían calado en el gran público como "lucha por la vida."
Es obligado citar un primer oponente a la "Lucha por la
Vida". Está documentado en una de las obras más importantes del siglo XIX
aun no tan popular como la de Darwin. " El apoyo mutuo" debido al
gran biólogo y ideólogo político - defensor del anarquismo - Kropotkin.
Asqueado ante la organización política rusa y en el ambiente prerevolucionario
de su época postuló que era la cooperación y no la lucha la base de la
evolución y progreso. Estudio así también la cooperación en la historia europea
centrándose sobre todo en las hermandades y gremios medioevales, y respecto a
la biología se adentro en uno de los ecosistemas más feroces por la escasez de
recursos: Siberia. Su obra pone de
manifiesto por doquier la colaboración y tolerancia entre especies e individuos.
Desde luego que eran perfectamente conocidos el comensalismo,( o amistad entre
animales ) la simbiosis ( o cooperación insustituible de base metabólica ) o
ciertas formas del parasitismo que no redundaban en la muerte de ninguno de los
implicados ( bacterias saprofitas, por ejemplo, si bien éste caso más bien debe
designarse como de simbiosis)
Citaremos como sociobiólogo más destacado y con obra accesible
en España a O. Wilson, y como complemento, aun más importante a Konrad Lorenz,
más bien etólogo, pero distinguido precisamente en la identificación de
"eso llamado el mal" ; es decir la agresividad intraespecífica o
entre los individuos de la misma especie. Otros autores
importantes son: Cavelli Sforza; Miller;
Dawkins y Sir Maynard Smith al que luego aludiremos.
En verdad que la palabra tolerancia desde el punto de vista
sociobiológico no tiene mucho sentido.
Podría aplicarse a especies que próximas espacio - temporalmente medran, sin
embargo, en nichos ecológicos diferentes por lo que no compiten entre sí y en
este sentido se toleran. La tolerancia así entendida no presenta problema y se
parece bastante a las afirmaciones de tolerancia formuladas por los humanos
cuando los elementos divergentes no acechan su puesto de trabajo, ni su
vivienda, ni sus mujeres.
Por ello en biología el término tolerancia debe ser sustituido
por el concepto de " colaboración" que suscita su contradictorio:
competitividad.
En todo caso rápidamente pudieron ser formuladas algunas leyes
biológicas generales que describían el cómo y porqué de algunas conductas
cooperativas y otras competitivas.
Es preciso dejar fuera de lugar las conductas depredativas, que
son conductas alimentarías y no propiamente de agresividad y reservar en primer
lugar la agresividad para la agresividad intraespecífica; es decir dirigida por
un individuo contra otro de su misma especie.
En resumen y formulándolo muy abreviadamente aparecen como
"necesarias" las siguientes conductas agresivas:
1. Las luchas por el territorio bien de caza o bien de
residencia. La inmensa mayoría de las especies son territoriales y precisan de
un espacio físico para desarrollarse y medrar. En espacios ecológicos difíciles
o escasos la delimitación del territorio es vital para no esquilmar los
recursos con lo cual todos perecerían. Así descubre y describe Lorenz que el
vivo colorido de los peces tropicales sirve como señal de presencia e
identificación de especie para mantener a raya; es decir a la distancia
conveniente, a un competidor por el mismo alimento. El impulso combativo y la
lucha a veces hasta la muerte viene determinada por la proximidad, cuando son
traspasados los limites mínimos del territorio. En general la lucha se salda con la huida del más débil.
2. Las luchas en las estaciones reproductoras. En general
compiten los machos para acceder a una hembra o a un harén. El caso más
conocido es la berrea de los cérvidos. El fenómeno se observa en casi todas las
especies sexuadas.
3. Las luchas por la jerarquía en los animales sociales. Esta
jerarquía puede identificarse con la jerarquía sexual o puede ser diferente. Es
popular el fenómeno en los lobos y fué vulgarizado en aquella admirable acción educativa sobre nuestro pueblo más
bien ignorante y destructor de los animales, que ejerció Félix Rodríguez de la Fuente. Creemos
esperanzados que Félix precisamente logró el prodigio de cambiar la mentalidad
de las nuevas generaciones de españoles y así ahora nos parece más natural que
escolares planten árboles y no que vayan " a por nidos" La
actual conciencia ecológica entre
nosotros deriva creo de aquellos años y aquellas iniciativas.
Fenómenos idénticos pueden describirse en los primates y con
ellos en el hombre. Aún así es sabido que las conductas animales instintivas
poseen en general mecanismos también instintivos y automáticos de parada y
limite en la lucha ritual izada que se organiza en las situaciones
anteriormente descritas. En el hombre en cambio su pobreza instintiva y la
construcción de armas que por actuar a distancia impiden el normal funcionamiento
de los sentimientos de compasión y perdón, hacen de las estas luchas e
intolerancias de raigambre biológica un peligroso fenómeno que desde luego ha
estado en el origen de muchas guerras.
Un carácter totalmente nuevo y peligrosísimo brota respecto a la
agresividad de la condición humana: El
odio, y el concepto de enemigo. El competidor por el mismo bien escaso, sea un
puesto de trabajo o una prebenda política, es, en principio, meramente
adversario; es decir, no posee sentimientos negativos respecto la persona del
contrincante. Una vez dilucidado el problema la situación debe volverse neutral
por lo menos. En cambio el odio se caracteriza por el afán destructivo sin
motivos racionales, aunque pueda surgir de la competición, pero se extiende más
allá de la misma. Su finalidad no es desplazar al contrincante sino eliminarlo
físicamente. Así surge el concepto de enemigo. Un producto peligroso de la
razón humana o si se quiere de las funciones de su neocortex que tiende siempre
a la cristalización de los sentimientos
en conceptos que son tenidos por
realidades absolutas. De este mismo fenómeno surge el síntoma patológico
del paranoidismo, mas la discusión profunda de estas cuestiones nos alejaría
del problema que estamos presentando.
Es decir, que desde el punto de vista biológico es aceptable y
necesaria la competitividad, mas en el hombre se torna peligrosa para todos por
lo que es preciso acudir a otras formas de conducta; aquellas que surgen de la
ética racional. Mas ¿Cómo compaginarlas?
Es preciso continuar nuestra reflexión escudriñando desde la
sociobiologia las conductas de cooperación entre individuos o especies e
incluso las conductas altruistas también importantes y que consisten en la
autoinmolación o sacrificio del individuo en pro de otro o del grupo en conjunto.
Son por supuesto los animales sociales quienes ofrecen mejores y
más fuertes conductas altruistas:
Las abejas obreras que defienden la colmena, los soldados
termites a la puerta de los termiteros, también la madre en general defendiendo
a sus hijos, y el soldado, el santo, el mártir y el héroe que en las sociedades
humanas exponen o ofrecen su vida por los demás. ¿ Cómo es todo esto explicable ?. Es tema fundamental de la
sociobiologia y en principio llega a una conclusión o ley general que no
resulta totalmente satisfactoria pero que es evidente que porta una enorme
parte de la verdad.
Ley general del altruismo: El altruismo de un individuo o su
disposición a sacrificarse por otro o su grupo es directamente proporcional a
la consanguinidad que porta aquel por quien se sacrifica. O dicho de otra
manera son los genes los auténticos destinatarios de la "lucha por la vida
" y los que son protegidos y estimulados a su propagación en la evolución.
Esta teoría tiene su confirmación por ejemplo en el hecho de que
las abejas obreras comparten con sus hermanas " clónicas" más genes
que con los zánganos y además no tienen hijos a quienes proteger.
Estas doctrinas permiten la expresión y la obra de Dawkins " El gen Egoísta", un pleno de
ventas que popularizó la afirmación de que la selección natural no se ejerce
sobre los individuos de las especies sino sobre la genética de las poblaciones.
Nada digamos de las sociedades humanas matrilineales en las
cuales es jefe de la familia el hermano de la madre que desde luego comparte
con los hijos de ésta más genes que el padre con la madre. Un residuo de este
hecho lo comprobamos en la condenación bíblica del onanismo de Onan, por
supuesto, que es malvado no por otra cosa sino porque derrama su semilla en la
tierra en vez de en el vientre de la esposa de su hermano muerto de forma que
impide la propagación de los genes de su hermano y que él tambien porta.
Notemos por lo demás que los seres humanos aún los más distantes
genéticamente comparten la inmensa mayoría de sus genes y hasta con el mismo
chimpancé, creo recordar, compartimos al 90 % del genoma. Cavelli Sforza, entre
otros precisamente están realizando una gigantesca labor de medida de
distancias genéticas entre pueblos o supuestas razas que ha llegado a la conclusión de que todos descendemos de una
Eva primigenia que vivó en el Sureste de África hace un millón de años. Se impone
un origen común de las razas que se
forman precisamente por aglomerados externos y aculturaciones, y que por lo
tanto jamás son ni pueden ser "puras". Los estudios lingüísticos avanzados parecen llegar a conclusiones
similares.
En todo caso cabe hacer la siguiente pregunta:
¿ Acaso no comparten
suficientes genes todos los humanos, y aún todos los animales que poseen el
mismo código genético, cómo para justificar el altruismo universal ?
¿ Acaso no es necesaria la colaboración de todos los
seres y la conservación ecológica de los espacios y de las especies como
condición de estabilidad evolutiva mínima ?
¿ Acaso la extrema dinámica biológica y social de
nuestra especie no exigen en nuestro
proceso de autodomesticación el establecimiento de reglas y limites que permitan
la supervivencia y medro sin poner en peligro la supervivencia ?
Hoy dia creo que casi todos
estamos conscienciados de estas necesidades y que quien las niega más bien
adolece de falta de cultura y esta sería la conclusión importante de las
reflexiones que siguen: La cultura y el conocimiento obligan razonadamente a la
tolerancia y convivencia. Precisamente, por ello los conocimientos
antropológicos deben ahondar en el refuerzo de tales creencias y conductas.
Este pues es el objetivo de todas estas páginas.
3. La evolución y la teoría de los juegos de Sir Maynard
Dentro de los modelos teóricos aplicables hoy dia para
comprender la evolución biológica tiene,
en mi opinión un lugar destacado el de Maynard Smith que se integra muy
bien con las opiniones actuales sobre los mecanismos dinámicos del conjunto de
la naturaleza que actúa en el mismo proceso evolutivo con "desconocimiento
de todos los factores implicados y de las consecuencias posibles de cada uno de
sus cambios".
Sir Maynard Smith acuña
el concepto de conducta evolutivamente estable; es decir que conduce a una
adaptación suficiente de la especie en cuestión. Es preciso recordar que
sobreviven no "los mejor adaptados" sino simplemente los adaptados y
por supuesto esta supervivencia es, como todo, limitada en el tiempo, aunque
los fósiles vivientes, desde algunos moluscos hasta los batracios nos muestren
impresionantes éxitos biológicos en el espacio, el tiempo y el número de
individuos. Sin embargo el Homo Sapiens es de origen reciente y además
tremendamente dinámico, hemos de suponer tambien que sus caracteres
morfológicos y en todo caso los culturales son tan importantes como para
considerarlos completamente integrados en su "naturaleza".
Por lo tanto desde el punto de vista de este modelo nos
preguntamos "sencillamente":
¿ Son estables en el hombre las conductas agresivas
intra específicas?.
¿ Son estables las conductas
tolerantes intra específicas?
¿ En qué condiciones ? ¿ En qué cuantía de tolerancia o de agresividad ?
¿ Cómo podemos establecer un
modelo que permita contestar a todas estas preguntas. ?
Realmente desde estudios puramente biológicos es imposible
contestar a estas preguntas por lo tanto desde la pura
"etosociobiología" el asunto parece quedar en tablas al constatar la
convivencia entre Caín y Abel o entre halcones y palomas, de forma que un
cuantum de cada una constituyera pautas de conducta evolutivamente estables
como pedía Maynard Smith.
No es necesario acudir por
otra parte a un instinto destructor especifico, como afirmó Freud con su
Tanatos ante la crueldad de la guerra y al avance del nazismo. El concepto
freudiano de instinto está completamente superado por los conocimientos
sociobiológicos y es evidente que ningún instinto o conducta cuales quiera,
como cualquier otro suceso u objeto de este mundo, puede existir sin una razón
suficiente, causa o motivo que lo produzca.
En todo caso tampoco podemos afirmar que ambas conductas fueron necesarias. Dada
la importancia de esta conclusión
volvemos a escribir:
No hay pruebas de que las conductas agresivas sean
imprescindibles siempre. En abundancia de recursos respecto la población
existente en todo caso no parecen necesarias. Por lo tanto una primera
condición para la paz seria: la
abundancia suficiente de recursos; mas ? Cuánto es suficiente para el
hombre marcado siempre por su aparente destino fáustico de su insaciabilidad ?
Vamos pues a considerar otro punto de vista en nuestro esfuerzo
de aproximarnos a algunas conclusiones razonadas o razonables.
4. Un experimento " in vitro". El Juego informático
de la vida.
La teoría matemática de
los juegos iniciada por Von Neumann inicia su andadura para resolver cuestiones
para las cuales no se dispone de información completa y por lo tanto pueden
aplicarse diversas soluciones cuya ganancia o pertinencia debe o puede
calcularse bajo la suposición de las diversas posibilidades de actuación del
contrario. Es la situación en los juegos
de cartas, especialmente los de envite, pero por supuesto tambien remeda
infinitas situaciones reales de la vida.
Se parte del llamado dilema del prisionero. Supongamos dos
prisioneros sospechosos de haber cometido un delito. son mantenidos aislados y
se les somete a interrogatorio por separado bajo la siguiente norma:
Si coopera confesando
que los dos son culpables ( supuestamente la realidad del caso aunque
ello es de suyo indiferente para la teoría) ambos recibirán como pena dos años
de cárcel. Si en cambio defraudas
afirmado tu inocencia el otro tendrá que pasar cuatro años en la cárcel y tú
saldrás libre. Si los dos mienten afirmando su inocencia ambos recibirán cuatro
años de pena.
De esta forma se establecen las llamadas matrices de pagos a
cada jugador según las estrategias seguidas por él mismo o por su oponente.
Las situaciones pueden variarse hasta el infinito siendo
decisivos sin embargo lo siguientes parámetros:
Si el juego es a un envite o es iterativo entre los mismos
contrincantes.
Si cada contrincante es capaz de reconocer al oponente y
recordar cómo ha jugado hasta el momento.
Recomiendo como breve revisión del complejo asunto los artículos de Investigación y Ciencia
reseñados con los nr. en el índice bibliográfico. En el de Delahaye se
presentan diversas estrategias calificables con diversos apelativos como
bonachona, halcón, rencorosa, malvada, lunática etc. El cálculo de los
resultados pronto se torna imposible
sobre todo si se acepta la intervención de varios contrincantes cada uno con
estrategias diferentes y además se aumenta el numero de partidas a fin de ver
la evolución a largo plazo de las diversas estrategias.
Por todo ello se utiliza el ordenador a fin de ejecutar
prácticamente las partidas a gran velocidad y someter después a análisis estadísticos
los resultados.
Otro procedimiento utilizable es el llamado "juego de la
vida" en el ordenador. Se dibujan células o organismos constituidos pro un
conjunto de varios o un píxel activados y se les adjudica en el programa
algunas sencillas reglas de comportamiento en razón de la presencia etc, de otros organismos. En este
caso las células equivalen a las fichas, por ejemplo del juego de damas, y las
instrucciones del programa a las reglas del juego.
Los resultados de la simulación en el ordenador bajo esta
disposición pueden ejemplarizarse en el articulo de A. Lloyd citado en la
bibliografía. Dotando a las células
alternativamente del carácter de " asesinas o intolerantes" y
cooperadoras o altruistas y confrontando sus juegos a lo largo de numerosas
sesiones observa el resultado en la misma pantalla del ordenador en búsqueda de
si las asesinas acaban con todas las cooperadoras y eventualmente con ellas
mismas o se establecen estructuras estables de otro tipo.
El resultado no deja de ser fascinante. Se instauran
efectivamente distintos modelos o configuraciones con predominio de unos u
otros individuos que " dibujan" diferentes espacios o
configuraciones. Múltiples formas muestran la multiplicidad de posibilidades de
coexistencia, al menos mientras se juega la partida, mostrando diversas cuotas
de estabilidad. Al fin se muestra que se establecen islas de halcones o islas
de palomas y que en los bordes entrambas aparecen figuras de inestabilidad
caótica.
Volveremos a referirnos
al estudio simulado con el ordenador de diversas estrategias de juego en
búsqueda de la optimización entre cooperación o defraudación.
Es preciso decir que las teorias de los juegos han sido
enormemente importantes durante la guerra fría
y que parte de las investigaciones han sido sufragadas por presupuestos
militares. La estrategia de la OTAN denominada en su dia " Respuesta
flexible" ha sido desarrollada mediante este procedimiento.
Deseo comentar un experimento esencialmente famoso que se
realizó en gran escala en Estados Unidos desde la Universidad de Michigan,
ideado por Axelrod. Consistió en la puesta en juego entre amplio grupos de
expertos de todos el País de diversos programas en búsqueda del más eficaz y
estable a largo plazo. Método, el descrito anteriormente la simulación en el
ordenador central de los diversos programas propuestos y su interacción durante
un largo tiempo.
Frente a programas tremendamente complejos ganó el propuesto por
Rapoport; enormemente sencillo y a la vez enormemente eficaz en una táctica que
parece recordar la propuesta por algunos estrategas de la historia clásica. Una
estrategia que dice solo lo siguiente:
Comienza por cooperar y continua respondiendo de la misma manera
que tu oponente. Si él defrauda, tu defraudas hasta que de nuevo coopere,
entonces vuelve a cooperar.
Se denominó a esta estrategia El Tit for Tat o más sencillamente
en español el "Toma y daca" Seguramente corresponde tambien a la más
antigua de "Ojo por ojo y diente por diente" . Desde luego no parece
corresponder a la recomendación cristiana de
poner la otra mejilla. Parece, pues, que el pacifismo a ultranza es
posible pero difícil.
Mas a su vez esta conclusión es de extraordinaria importancia y
por ello de nuevo la escribimos en forma resaltada:
Las conductas totalmente tolerantes y cooperativas parecen
evolutivamente estables en ausencia de agresivos egoístas.
Ahora veamos que factores modificativos pueden aparecer
concomitantemente con la característica esencial del Homo Sapiens: La aparición
del lenguaje y la cultura.
5. Filogenia de la cultura humana. Consciencia.
Ya hemos abordado este tema en
el diálogo tercero. Por su importancia presentamos aquí en resumen mejor
sistematizado del problema, según nuestros puntos de vista.
Siendo la consciencia una función cerebral organizada en el
curso de la evolución biológica importa averiguar:
Las circunstancias en las que apareció y las pruebas
paleontológicas, históricas etc. que muestran su presencia.
Las ventajas evolutivas que aportaba.
Las estructuras neurales que las sustentaron e hicieron posible.
Todo ello trasciende el tiempo y posibilidades de estas
lecciones y remito sobre todo a mi monografía en vías de publicación (Problemas
y Conjeturas en la Psiquiatría actual ) y al texto de B. Irrgang. Aquí tan solo telegráficamente aludiré:
a) Los atisbos de
pruebas respecto a su aparición
b) Los procesos que la
hicieron posible.
c) Las ventajas
biológico evolutivas de la misma equivalentes a las funciones básicas que
reportaba.
a) Son los enterramientos sobre todo cuando se acompañan de
ajuar, los datos más importantes respecto la existencia en esa cultura de la
creencia en la vida tras la muerte y por lo tanto de la independencia (
subjetivamente percibida ) del alma respecto el cuerpo. En segundo lugar las
creencias animistas que personificando lugares, fuerzas y sucesos de la
Naturaleza atribuyen a la misma las mismas cualidades de "intencionalidad
y voluntad" que a su propia conducta y la de sus semejantes. Por ello súplicas
y sacrificios para los dioses del trueno y el rayo y la cosecha. Por supuesto
tambien el documento escrito en épocas históricas. Sin embargo suelo aceptar
dos niveles en esta aparición histórico evolutiva de la consciencia. El primero
elemental ejemplificado solo en las conductas ( religiosas que citamos ) el
segundo explicito respecto a la inclusión de la función consciente como
atributo esencial de la persona humana. Éste segundo se encuentra, se dice,
solamente a partir del siglo XVI especialmente a partir de Erasmo de Rotterdam
que se dice fué el primero que empezó a leer sin pronunciar ni mover los labios
acercando la lectura al lenguaje interno. Nada más aducimos.
b) Este tema siempre nos ha fascinado. El cómo y el porqué,
desde el punto de vista de la ciencia natural, de la ascensión en complejidad y
categoría de las formas animales y por extensión de los procesos generales de
"anamorfosis" en el cosmos. Tambien en el curso de los Diálogos he
aludido varias veces a esta cuestión
que presentamos aquí de forma mejor sistematizada.
Es sabido que las leyes de la termodinámica, especialmente la
segunda bajo el concepto de entropía parecían predecir más bien la degradación
y final entrópico. Fácilmente se mostró ( desde Schrödinger a Julio Palacios )
que desde luego los seres vivos no contradecían las leyes termodinámicas, pero
desde luego éstas no explicaban el cómo de las procesos de diferenciación y
complejización de la evolución. Aquí medraron las explicaciones dualistas,
vitalistas teleológicas y en conjunto supracientíficas. Sin embargo era tan
continuo, tan universal, tan aparentemente "esencial a la Naturaleza"
este proceso que siempre pensé, (en contra de lo que me enseñaban en las edades
de mis estudios de bachillerato ), que
desde luego esta evolución ascendente no podía ser un proceso
excepcional y milagroso sino debido a las leyes más habituales y normales que
sin embargo aún no parecían descubiertas. La falacia del argumento en contra
centrado en el azar, llevaron enseguida a un atisbo de explicación: Es decir
cuando se nos decía que la aparición espontánea y natural de un ser vivo
era tan imposible como si tirásemos al
aire al azar todas las letras que componen el Quijote esperando que se
recompusieran para recrear la maravillosa novela. Pero, claro, las afinidades
entre los átomos y las moléculas entre sí precisamente no son iguales, sino
que presentan preferencias y ...bueno
todo la química está aquí para empezar, y por lo tanto echando los átomos y moléculas
al aire se unen y separan según.....
En todo caso hoy dia disponemos de claras explicaciones sobre
los procesos naturales de la aparición de la complejidad:
La Teoría General de los Sistemas de Bertanlaffy.
La sinergética de Haken que describe la aparición espontánea del
orden por ejemplo molecular o de la luz coherente en determinadas condiciones.
Las ciencias del Caos y del Orden o del caos determinista y que
operan en todos los sistemas naturales. ( Prigogine, Stengers y otros...)
Las teorias de las condiciones para la aparición de
autoreduplicación molecular, origen de los sistemas genéticos de Eigen. (
Sistemas autocatalizadores )
El constructivismo radical de Roth y Schdmidt.
Y en general todas las ciencias que, desde Lorenz, estudian el
proceso evolutivo como un proceso de adquisición de conocimiento ( o de
incorporación de legalidades del nicho ecológico a las estructuras y funciones
de cada especie ) o lo mismo visto desde otro punto de vista: las teorias sobre
el conocimiento desde el punto de vista biológico evolutivo que conforman al
fin tambien la mente humana....
Las teorias de la Autopoiesis de Varela y Maturana.
Pese la fascinación que me producen todos estos maravillosos
hallazgos científicos y matemáticos que añaden un nuevo paradigma a nuestro
conocimiento de la Naturaleza, remito a la bibliografía para su mejor
exposición dedicando tan solo dos palabras para el concepto de Autopoiesis
debido al origen hispánico de sus autores y a lo poco conocidos que son entre
nosotros.
Humberto Maturana ( n. 1928) estudió medicina en Santiago de
Chile y en Harvard. Francisco Varela (
n.1946 ) tambien formado en Chile y Harvard trabajó con el anterior en los
fundamentos cibernético-informáticos del conocimiento ( o mejor del
"conocer " ) y de la consciencia. Tras un periodo en el Instituto Max
Planck de Investigaciones Cerebrales de Munich escribió con Maturana " Der
Baum der Erkenntniss" ( 1987 ) ( El árbol del conocimiento ) trabajando
actualmente en la Escuela Politécnica de París.
El concepto de
Autopoiesis describe la actividad recursiva sobre el propio organismo y según
reglas propias. En principio no existe intercambio de información con el
exterior, sino solo de materiales y energía que se invierte en el mantenimiento
y reproducción de la propia organización. Así pues el proceso del conocimiento
no produce un modelo interno del mundo, sino una creación continua del mundo a
través del mismo proceso autopoietico de la vida. La "realidad" es
creada en el propio proceso de observar y la imagen que lo ejemplifica puede encontrarse
en el conocido dibujo de Escher de las manos que se dibujan a sí mismas. Todo ello nos recuerda a Zubiri
en su descripción del conocimiento como una hiperformalización sobre los datos
sensoriales; y por supuesto a Von Weizsäcker en su doctrina sobre El circulo de
la forma o la identidad entre la percepción y el movimiento, y el recuerdo en
suma de que si nuestro mundo está organizado en objetos con limites en
superficies y con masas inerciales se debe a nuestra capacidad psicomotriz que
tiene que andar entre las cosas sin tropezar. Y desde luego también nos
recuerda a nuestro Ortega Gasset y su concepto de la razón vital; la razón
emanada y al servicio de la vida. Al
fin y al cabo tambien la maravillosa estructura de cámara fotográfica del ojo
se debe, cómo en la cámara, al hecho de que ambas están hechas por y para la luz y por lo tanto cumpliendo las leyes
de la óptica.
c) Las ventajas evolutivas y funciones básicas de la mente y la
consciencia pueden resumirse, como estudiamos a continuación pero para ello
inauguramos un nuevo párrafo:
Ventajas para el sujeto.
1. El conocimiento del
estado del propio organismo.
2. La intercalación
entre el estímulo y la respuesta de un tiempo de reflexión que permite la mejor
elaboración de la misma respecto
experiencias pasadas. ( Aprendizajes )
3. La posibilidad de
reprimir la respuesta emotiva e impulsiva sin reflexión a las posibles
consecuencias de la misma, para ser sustituida por una respuesta inteligente y
elaborada o al menos basada en el aprendizaje individual.
Ventajas para la especie.
1. La distinción entre el yo
y el tú y la aceptación paralela del tú como entidad análoga al yo permitiendo
el trabajo en equipo y la aparición posterior de la familia y la sociedad.
2. La distinción entre yo y
el mundo con la singularización progresiva del ser vivo y el aprovechamiento de
entornos o nichos ecológicos cada vez más complejos aumentando la ventaja
evolutiva.
En niveles superiores y humanos:
1. La superación de la frustración y el dolor mediante la
aparición de la consciencia moral y el arrepentimiento. Fases estas de obligado
cumplimiento para acceder a la personalidad madura, que se evalúa entre otras
cosas por la capacidad de tolerar la frustración ( o dicho de otra forma y vulgarmente)
de ser feliz pase lo que pase.
2. La aparición del concepto de trascendencia y por lo tanto de
la facilitación de conductas éticas y altruistas.
3. La aparición de las "vivencias de libertad"
coextensivas con la intencionalidad de la consciencia, según hemos descrito.
4. La aparición de la "represión y censura" en sentido
psicoanalítico que profundiza aún más la consciencia aumentando las cualidades
de "sui juris" inherentes a los conceptos religiosos y normativos de
"persona".
5. Por último el aumento continuo de la profundidad de la
consciencia como resultado de la progresiva autodomesticación de la especie
humana, permite la complejizacion de las estructuras sociales que deberían
vehicular las posibilidades técnicas de las comunicaciones electrónicas.
Con esta última aseveración entraríamos en un terreno polémico
aun de la máxima actualidad en la ciencia de la psicohistoria y la
sociobiologia.
¿ Estamos realmente en una vía de profundización de la
consciencia individual, por lo tanto de
la mejoría de la conciencia moral individual, o más bien avanzamos hacia una
iresponsabilización del individuo, bajo el espejismo de una cultura de la
libertad y permisividad que conduce a la trivialización de las valores
humanísticos clásicos que ha creado occidente y que en su contradicción
perpetua parece eliminar ahora ?
Pero yo no sé responder aunque tengo miedo. De la misma manera
que el problema de la capa de ozono y del efecto invernadero y de la acumulación
de las basuras radioactivas y de a donde nos conducirá la ingeniería genética,
el problema de la calidad de la evolución histórico cultural de la consciencia
como función mas elevada del ser humano se me escapa. sin embargo al final de
este trabajo volveré sobre esta cuestión para precisar algo más mi pensamiento.
Ahora pasaré a la segunda parte de este apéndice: una
aproximación a los temas de la cooperación y tolerancia desde puntos de vista
humanístico.
II CONCEPTO
HUMANÍSTICO DE CULTURA
En el interior del hombre
habita la verdad.
San Agustín.
1. ¿ Qué es pues la cultura ?
Parece necesario en primer lugar una definición de la cultura
desde la ciencia natural.
1.1. La cultura desde la ciencia natural.
Hubo una época en
la cual la palabra cultura llenaba la boca y entorpecía quizás el
entendimiento. Se traducía fundamentalmente desde el alemán y en él la palabra
Kultur con su K. provocadora estimulaba resonancias imposibles al parecer en el
Sur. Con frecuencia se citaba concomitantemente con Bildung (Formación), y
ambas, formación y cultura, determinaban el aprecio general de una persona en
la intelectualidad del mundo.
Hoy, por el contrario parece que cultura y formación han
preterido en nuestra civilización, que
antepone el tener al ser y al sentir, y mas bien la cultura parece un lastre
del que debe desprenderse incluso quien la posea. La disminución continua de
las humanidades en la escuela, la especialización técnica necesaria en la
producción y la acción social, la sustitución continua de la palabra por la
imagen, parecen asesinar completamente
la cultura en su concepto tradicional y no sabemos si parte de los males
que acechan al mundo son consecuencia de la ausencia o del antiguo exceso de la
misma. Sí; el antiguo exceso, ya que cultura se hermana en primer lugar con
opinión e ideología que frente a la ciencia y a la técnica, parece suponer un
prejuicio frente a un autentico saber. Y sin embargo nada más lejos. Toda
técnica y todo conocimiento son nada sino están informados por la cultura.
Desde el punto de vista más estricto; es decir sociobiológico
Tylor define la cultura como el conjunto de conocimientos, creencias, artes,
normas éticas y actitudes
costumbres y modas...adquiridas
por un individuo como miembro de una sociedad. El criterio más importante en
esta definición es el de " como miembro de una sociedad" No importa,
pues desde esta definición en el espíritu de la ciencia natural, el espíritu
absoluto, o el mundo III de Eccles y Popper, o el saber y decir archivados en
libros o en soportes informáticos.
En esta definición operan dos criterios básicos:
1. La cultura actúa
desde el individuo y afinando aun más en lo sociobiológico podemos
llegar al concepto de cultura como " instrucciones comporta
mentales".
2. La cultura actúa en interacción con los demás individuos. Las
redes de interacción, contacto e influencia definirían los espacios
socio-culturales y a ellos se aplicarían los análisis propios de los sistemas
complejos.
Las teorías de los sistemas complejos aplicadas a lo cultural y
que no es posible desarrollar aquí, datan de épocas ya relativamente antiguas (
Chagnon y Jones, 1979 y Feldman y Cavalli Sforza 1976 bajo la teoría general de los sistemas)
y actualmente son estudiadas por Hayek
y otros dentro de la metaciencia del caos y el orden.
La interacción por supuesto no solo se efectúa mediante la
comunicación personal, sino mediante la cultura almacenada y así puede
diferenciarse una cultura intrasomática y otra extrasomática según la ubicación
de los archivos correspondientes. También se denomina cultura I o cultura
interna ( Cloak ) para la primera y cultura externa o cultura II para la
segunda.
A continuación Dawkins (
1976) crea el concepto de meme, análogo al concepto de gene y que es definido como unidad de imitación o
unidad de transmisión cultural sea en forma de una instrucción de conducta o en
una idea o concepto.
Mas si la cultura así entendida consiste en ultimo termino en
instrucciones comportamentales, es evidente que las ideas o conceptos que las
acompañan deben entenderse como valores o fuerzas que precisamente determinan y
califican la acción y en consecuencia debe afirmarse que en sí mismas idea y
pauta comportamental son elementos fundamentales de la conducta humana y por lo
tanto de la moralidad. Nótese de nuevo esta importante afirmación: Las ideas y
conceptos sobre las cosas y que determinan el mundo cognitivo humano del
"ser" y el "deber ser" son por su propia naturaleza morales
con todos sus aledaños en la ética y en la juridicidad.
El invento de alguna manera genial de los sociobiólogos consiste
en afirmar que la cultura está sometida al mismo proceso de evolución selectiva
que los genes. Las ideas y las conductas, pues se transmiten de generación en
generación, de individuo a individuo y de pueblo a pueblo según la presión
evolutiva y están sometidas a fuerzas de variación análogas a las que se
ejercen sobre los genes que controlarían sobre todo las características
morfológicas y las estratos inferiores de la neurofisiología.
¿Qué fuerzas, pues serían ? Pues indudablemente su
adecuación y validez para el cumplimiento de los fines del individuo y del
grupo, su supervivencia y adaptabilidad como tal, su progresión y extensión.
Massini, Mundinger, Inguilleri, Lorenz y más actualmente Vollmer G., Bernhard Irrgang y otros
se han ocupado de este proceso denominándolo de maneras diversas siendo
la más común de: Selección cultural en analogía a selección natural.
Recordemos que una tesis principal de los sociobiólogos con
Dawkins a la cabeza ( El gene egoísta ) es que el "objeto a
seleccionar" o el autentico individuo de la selección es en un caso el
gene y por ello mismo el mene. Un gene puede determinar la composición de la
hemoglobina y un mene la creencia en Dios, pongamos por caso. Y en seguida
preguntaríamos si la creencia en el
átomo es también un mene propagable según las leyes de la selección y
recordando que las potencias capaces de manipularlo ejercen sin duda la fuerza
atómica.
Tendríamos que recordar aquí la clásica división entre saberes
de dominio y saberes de salvación de Scheler o en un sentido más sencillo
saberes de hallar y saberes de determinar. Los primeros dependen del mero
conocimiento y los segundos de la opinión, y compárese por ejemplo la tarea de
integrar una ecuación con la de calificar un concurso literario.
1. 2. Naturaleza y cultura.
Ya hemos afirmado que hoy día tal distinción ha dejado de ser de
suyo operativa. Desde el momento en que se acepta el origen del hombre a partir
de la evolución natural y que por lo tanto ya que el hombre pertenece
plenamente al "orden de la
naturaleza " todo lo que el hombre piense y nace incluida la cultura es
parte de la naturaleza. La influencia de este pensamiento no es baladí. Ha
concluido, como decíamos, con la clásica división entre ciencias de la
naturaleza y ciencias del espíritu. Las primeras precisan también del deber ser
y de la ética, cada vez más conscientes del impacto de la técnica en el sistema
ecológico del que dependemos todos, y las segundas incorporan cada vez más
métodos cuantitativos, observacionales y descriptivos de análisis tomados
de las primeras.
Nada existe, pues, en el hombre que sea meramente natural o
meramente cultural; ni mucho menos pueblos o sociedades naturales que se
identificaban con las más primitivas y culturales que serían las más
superiores. La apelación a supuestas reglas naturales y por lo tanto
inconmovibles para determinar la moralidad de ciertas conductas ha dejado de
existir y a partir de ello no puede decirse nada sobre, por ejemplo, las
tecnologías de la reproducción o la eutanasia.
Cada paso en un saber técnico exige un nuevo compromiso ético y es evidente además que los mismos pasos de la
investigación deben plantarse previamente respecto a su licitud o adecuación
ética.
La ética misma abandona su división en natural y cultural e
intenta llegar a una fundamentación científica de la misma lo que equivale
sencillamente a la búsqueda de su racionalidad y conveniencia respecto a los
fines de la humanidad. Para ello se indaga en la evolución, en las conductas
animales y en todas las civilizaciones que nos precedieron o que nos acompañan
y su éxito histórico. El darwinismo social parece acompañarnos por todas partes
y la dualidad naturaleza- cultura ha quedado abolida para ser sustituida por genes y por menes centrándose
el objetivo en la naturaleza y formas de propagación y selección de los
segundos , amen de sus funciones y consecuencias o corto y largo plazo. Es
imprescindible, pues, una integración dialéctica de ambos tipos de ciencias y
métodos que, desde luego está aún por hacer, pero :
¿ Es ello posible ?
2. Un hecho histórico como ejemplo
evolutivo. La aparición en Europa de la
tolerancia religiosa.
El perspicaz lector ya sabe a donde voy a
parar. La variación y diversidad de las
normas y valores culturales
equivale
a la riqueza y variabilidad genética en las poblaciones de seres vivos que
evolucionan. La variabilidad en normas costumbres y creencias son necesarias
para que sobre ellas actúe la presión evolutiva y seleccione los menes más
apropiados. Una selección cultural eficaz exige, pues la presencia de diversos
menes, de diversas opiniones y reglas sobre las que actuar. Así se definiría en
primer lugar la regla básica o presupuesto básico para la evolución cultural o
selección histórica de los menes: La tolerancia respecto el discrepante. La
tolerancia de otros menes que han de competir no por la fuerza sino por su
eficacia a largo plazo. La primera ley es la intolerancia para el intolerante,
y la tolerancia para el discrepante en la paz y convivencia. La segunda premisa
es pues la facilitación del intercambio cultural.
Así
como la selección biológica precisa la presencia de una población de
mutuantes de genes y aún de variaciones fenotípicas para la aparición de
una población de individuos con diversos
rasgos de variabilidad, así la selección cultural precisa de un pool cultural
rico y variado sobre el que pueda ejercerse la discusión y la replica y también
la vida concreta de individuos y grupos bajo aquellas normas. Entiéndanlo bien
los nacionalistas utópicos de las razas y pueblos puros. La hibridación y la
mezcla son condiciones necesarias para el progreso. La consanguinidad y el
igualitarismo son antesala de la decadencia.
Efectivamente, la eliminación del
discrepante conduce a la rigidez y cristalización de la propia cultura y a la
perdida de la capacidad de adaptación y progreso ante las cambiantes
condiciones del ambiente. Pueden citarse, desde luego culturas cerradas e
intolerantes que así se mantuvieron estáticas durante largos intervalos de
tiempo como la Europa medieval y la cultura China tradicional. También existen
fósiles vivientes, lo que no elimina la superior capacidad de evolución y de
progreso de los grupos ricos en caracteres y dinámicos en su interacción
Así, pues la eliminación del discrepante,
la prohibición de una nueva doctrina, empobrece la oferta cultural al panorama
evolutivo y tiende al enquistamiento y rigidificación, claro que también podría
aducirse, a la estabilidad.
En todo caso en la historia de nuestra
cultura contemplamos un maravilloso ejemplo histórico que se produce en el
tránsito desde la edad antigua a la edad moderna centrado en las luchas de
religión del siglo XVI y que corresponden a la lucha entre la idea o mene de la
tolerancia respecto a la heterodoxia
cristiana con el mene de la intolerancia o ortodoxia, fiel a la tradición
antigua. Por supuesto que la transición se hace lentamente y en medio de
feroces luchas que contaminan además entre sí unos y otros avances. En todo
caso en los años y siglos siguientes asistimos al establecimiento paulatino de
las libertades pautadas en lo que podemos llamar las dos revoluciones clásicas
de occidente:
La primera o revolución religiosa que en
el tratado de Westfalia en 1648 admite
que cada nación tenga la religión de su príncipe. La frase clave es. Cuius
regio, eius religio.
La segunda o revolución política se
establece en la revolución francesa en su lema de igualdad, fraternidad y
libertad y conduce a los sistemas políticos democráticos modernos.
Unos países sufren o aceptan las sucesivas
revoluciones. Otros se aferran al antiguo régimen. El norte evoluciona más
deprisa y en líneas generales vence siempre al sur. En el norte triunfa la
tolerancia y en el sur no. Los países de la tolerancia viven un florecimiento cultural
industrial y económico asombroso; los demás van a la zaga. Y no caben
zarandajas ideológicas ni explicaciones paralelas: el aumento de esperanza de
vida, el estado de bienestar y la extensión de la cultura o al menos de la
información a todos o casi todos, son innegables y el éxito de una especie
hasta ahora se ha medido por la variabilidad y extensión de sus poblaciones.
Dado su inmenso valor ejemplificativo y
las consecuencias de todo orden que produjo vamos ahora a presentar con algún
detalle más esta lucha por la aceptación cultural de la "tolerancia"
en el Europa que ha creado el Mundo Occidental, que quiérase o nó a través de
su superioridad técnica ha obligado al resto del mundo a aceptar su civilización en la marcha hacia
la Aldea Global a la que nos dirigimos.
Tolerancia sobre todo se refiere a la
tolerancia religiosa o de cultos que tras luchas a lo largo de dos milenios
consiguió implantarse en casi toda Europa y de aquí a todas las sociedades
avanzadas y democráticas actuales. Puede ser oportuno presentar un breve
recuerdo histórico de las etapas y nombres más importantes.
Nuestra cultura madre; el Estado de Roma
es bien sabido que practicó una amplísima tolerancia de cultos y de creencias.
Su estructura básicamente jurídica, lo permitió y tan solo exigió el culto al
emperador como símbolo del Estado - de derecho - romano. Bien es verdad que
solo participaban de estos derechos los ciudadanos romanos, aceptándose por lo
tanto no la igualdad por su naturaleza de todos los hombres sino solo la
igualdad jurídica de aquellos vinculados por las leyes o las alianzas al Estado
Romano. Esta cuestión fué entre otras principal escándalo del cristianismo
primitivo; es decir el anterior a Constantino.
Se encontró Roma dentro de su imperio a
dos grupos monoteistas y teocráticos totalmente recalcitrantes e intolerantes
respecto su posición de tolerancia: Los judíos, con su autoatribución de pueblo
elegido de Dios, y los cristianos con su negativa al culto imperial. Las
persecuciones contra los mismos derivaban de las correspondientes leyes que pretendían
la salvaguardia de la unidad del Estado.
Debido a la descomposición y corrupción
del Estado derivado en gran parte de su inmensa extensión, variedad y
complejidad y por el desgaste implícito a toda civilización poderosa como pueden mostrarnos los estudios
de Toynbee, el cristianismo fué ganando fuerza como nueva esperanza de la
justicia y el orden predicando entre otras la igualdad de todos los hombres
bajo el concepto de hermanos en Dios.
El Edicto del año 311 fué edicto de
tolerancia para la creencia y culto publico del cristianismo al lado de todos
los demás cultos. El edicto del 313 tras la conversión de Constantino al
cristianismo supuso la confesionalidad cristiana del Estado. Pronto el nuevo
estado mostró su intolerancia respecto las demás religiones y cultos y el mismo
Senado Romano en sus residuos de autoridad se quejaba en el año 384 sobre la
intransigencia proclamando la superioridad de la antigua tolerancia de las
religiones politeístas afirmando que " no solo existía un camino hacia la
verdad."
Las primeras y autenticas persecuciones
selectivas del cristianismo fueron organizadas por San Agustín contra los
donatistas, si bien el sabio obispo de Hipona que había sido él mismo maniqueo
comprendió la fragilidad de la inteligencia humana tan proclive a creer en el
error. No obstante la doctrina que permitiría moralmente las persecuciones no
estaba al principio clara y se oscilaba entre la posición de Tertuliano, por
ejemplo que se basaba en un pasaje bíblico: " al hereje evitalé"; y
la posición intolerante que exigía su " conversión " por la fuerza y
en caso contrario su exterminio: se trata del famoso: " compelere
intrare" ; es decir "obligalé a entrar ( en la verdadera fé )".
Todos sabemos que extinguidas todas las
herejias del cristianismo en sus primeras épocas y que habían señalado desde
luego, luchas de poder vehiculadas por pequeñas discrepancias en los códigos
creenciales, se instauró en la Edad Media una época de estabilidad consolidada
en la uniformidad. La civilización medieval tan bien descrita en la Divina
Comedia de Dante se apoyó en dos sólidos pilares: el poder político representando
por el Emperador y su concepto jurídico del Sacro Romano Imperio, y el Papado.
Las luchas llamadas de las Investiduras que competían por los límites de los
dominios entreambas tan solo afectaron a detalles y contenciosos de estos
poderes, pero no a la estructura básica. La tan tatareada convivencia de las
tres culturas en muchos Estados Medioevales, como Castilla, entre musulmanes, judíos
y cristianos, hay que decir que fué desde luego incompleta, pues estuvo
salpicada por continuas luchas y persecuciones, que fué desde luego injusta,
puesto los no cristianos siempre fueron ciudadanos de segunda clase pues no podían
acceder a cargos públicos ni tenían libertad de residencia, y por último que
solo fueron aceptados mediante un subterfugio jurídico ya que valían como
propiedad privada de los monarcas, más próximos, pues al concepto de
"cosa" que de ciudadano. El concepto de persona con valor intrínseco
solo fué desarrollado a efectos teológicos y antológicos pero no jurídicos ni
sociales. A pesar de todo ello nos parece muy bien la apología que en estos
tiempos se hace del tema, un tema tan actual hoy como entonces como muestra la
última guerra de los Balcanes y que muestra una vez más que no han sido los
cristianos precisamente los más tolerantes. Una apología por lo tanto más
basada en la utopía que en la realidad histórica.
Los finales de la Edad Media tan
maravillosamente descritos en la inmortal obra de Huizinga, fueron determinados
por la tímida aparición al principio de opiniones discrepantes en entornos de
cultura superior, como la Provenza o País de Oc ( Toulose o Tolosa francesa) y
la aparición del catarismo. La tremenda represión del mismo abocó a nuevos
aires de intransigencia que se ejemplarizan en Castilla y Aragón por la
expulsión de Judíos y Moriscos, pero a la vez a una contestación cultural y
religiosa que inicia la Reforma y se continua por las terribles guerras de
religión que asolaron Europa.
Fueron los países que lucharon por su
independencia como los estados flamencos y valones en poder de la Monarquía Hispánica
los primeros que apoyaron su lucha política sobre su nueva fé religiosa -
reformada - creando así bajo un enorme poderío económico y comercial
proporcionado en gran parte por los refugiados judíos creando así el primer
estado moderno.
Las iglesias y estados reformados que las
asumieron fueron sin embargo con frecuencia aún más intolerantes que la Iglesia
Romana que de la que procedían y el siglo XVII
fué en general más intolerante que el XVI que tuvo que aceptar por
razones de supervivencia y al agotamiento de las guerras, ciertas concesiones
que al fin cristalizaron en el tratado de Westfalia en 1648 por el cual con el
fin de la Hegemonía Española como principal potencia intransigente, se acepto
el lema de " Cuius regio, eius religio" Es decir según la religión
del príncipe debía constituirse la religión de su estado. Los príncipes de los
diversos Estados-naciones sobre todo del Imperio Sacro germánico se apresuraron
naturalmente a aceptar las religiones reformadas a fin de garantizar su soberanía
política.
Es preciso decir, que sin embargo que en
el Renacimiento y después en la misma contrareforma, las mentes más lucidas y
cultas defendieron siempre la tolerancia. Así para empezar el mismo Erasmo que
creyó siempre en la conciliación de las distintas iglesias cristianas; Bucero,
Castelion, Socino, Comenius, Hugo Crocio, Bodino.... en fin las mentes más
preclaras. Desgraciadamente tambien fueron canonizados muchos exaltados como
San Vicente Ferrer responsable de los progroms contra los judíos en las
comunidades del levante español.
Tambien es posible citar nombres
hispánicos preclaros en esta línea. Alfonso de Castro, por ejemplo obispo de
Zamora en el siglo XVI y teólogo de Trento; Alfonso de Virues´ y el más famoso
de todos, el humanista español Arias Montano. Estos autores sin embargo jamás
dudaron respecto a que la verdad era solo una y estaba de su lado. Defendían lo
que se llamo el irenismo; es decir la comprensión indulgente de quien vivía en
el " error" por ignorancia no culpable, Tambien desde luego por
razones de Estado o convivencia aceptando el Estado multiconfesional. Los
avatares de esta cuestión son la misma historia de Europa y que se decantan
desde el reformismo a ultranza del Norte, la iglesia estatal pero reformada de Inglaterra,
las ambigüedades de Francia y la continuidad pétrea de los estados hispánicos.
Nada mejor que acudir a Menéndez y Pelayo en su Historia de los Heterodoxos
para documentarse sobre este fundamental problema.
Solo mucho más adelante en el siglo XVIII
comienza a fraguarse la idea de la libertad religiosa como un derecho de la
persona y del ciudadano. Desde luego esta Libertad es hija de la libertad de
examen que habían propuesto los teólogos reformistas y ya había hecho aparición
y fortuna en la investigación científica que despega aceleradamente en el
Renacimiento. Son ahora, sin embargo los grandes filósofos quienes formulan
defienden y razonan la autonomía del individuo y por ende su derecho a la
libertad de creencias, opinión y cultos. Spinoza, Leibnitz, Kant, Locke, Bayle
y ya posteriormente los enciclopedistas con Voltaire y Diderot a la cabeza son
las figuras relevantes y todos ellos contribuyeron
por fin a la Gran Revolución Europea que acaba con el Antiguo Régimen; es decir
la Revolución francesa que pese a sus luchas sangrientas e intolerancias
defiende los primeros derechos humanos presididos por la libertad de
conciencia.
Quizás una brevisima palabra sobre Kant
que mantuvo una especialísima atención a estos problemas como muestra su
escrito sobre " La Paz Perpetua ". En la " Critica de la Razón
Practica " es sabido que defiende como base de la moral un principio en
todo análogo al cristiano del " Prójimo como a tí mismo" y que
formula como sigue: " compórtate siempre de forma que la norma de tu
conducta puede aplicarse a todos los individuos"; es decir que tu norma
pueda convertirse en universal. Aparentemente surge este principio de un cierto
utilitarismo, ya que de actuar agresivamente puede esperarse ser a la vez
agredido; más su fundamentación es mucho más profunda, aunque engloba a la
anterior. Es un postulado, dice, de la razón actuando, no prácticamente en
nuestro sentido de provechosa, sino actuando en la realidad del mundo y de la
historia. Tiene, pues, no una fundamentación pura; es decir especulativa
solamente, sino una fundamentación en la realidad. Por ser ésta sin embargo el
conjunto de las categorías sensibles que es elevada a "universo
cognoscible " por las facultades del entendimiento y la razón, éste
postulado ético adquiere una consistencia tambien racional y no solamente
"práctica".
Queda
así conjugada la razón con la ética consumando el mismo anhelo que Spinoza con
su Ética " bajo el modelo geométrico."
Todas estas tolerancias y libertades son todavía
condenados en el Concilio Vaticano II en 1870 y en la encíclica martillo del
Sylabus, bajo el nombre de modernismo. Es negada la libertad de conciencia, y
proclamada en contra la infalibilidad del Papa, defendiéndose el estado
confesional y la enseñanza obligatoria de la religión en las escuelas a todos
los ciudadanos. Solo un poco más tarde es abolida la Inquisición, uno de cuyos
últimos perseguidos fué precisamente un neurólogo o psiquiatra: Mariano Cubi,
pero esto es otra historia en la que no debemos penetrar para no desviarnos.
Quizás el último episodio a nivel
institucional respecto la libertad religiosa y la separación Iglesia Estado, se
debe a la encíclica " Pacem in Terris " de Juan XXIII , consolidada
en la doctrina del Concilio Vaticano II y que aceptó como moralmente adecuados
ambos principios, sin renegar por supuesto de la Fe.
Es preciso recordar que tambien desde el
racionalismo filosófico surgió a finales del XIX una línea de contestación
importante contra la tolerancia. Me refiero al pensamiento sobre todo de
Federico Nietzsche que critica ferozmente al cristianismo precisamente por su
defensa y protección al débil anulando así los procesos naturales de selección
del más fuerte y conduciendo a la degeneración de la especie humana. Frente a
ello como es sabido defiende al superhombre; es decir a la superraza que ha de
ser cultivada y seleccionada a partir, desde luego de los germanos que luego se
identificaron con lo ario. Estas desdichadas doctrinas fueron base ideológica y
justificadoras del nacional socialismo alemán, pero por extensión tambien de
los demás nacionalismos e integrismos que siguen activos como demuestra la catástrofe
de los Balcanes en nuestros días. Ideologías y sistemas políticos
- como el marxista Leninista - aparentemente diferentes del nacionalsocialista
redundaron en los mismos males; es decir, en la intolerancia y la falta de
libertades de creencias y de cultos, extendidos esta vez a sistemas políticos y
económicos y no solo religiosos. Así el sistema estatal suplanta a la religión
produciendo un Estado teocrático análogo a los más primitivos de la humanidad;
aquellos de la "luna creciente" de la Mesopotomia cuando el ángel del
Señor se jactaba de haber matado en una sola noche a cien mil soldados de las
huestes de Senaquerib.
Volviendo a tiempos más actuales, una de
las observaciones, al principio incomprensibles, derivadas de la reforma y la
libertad de conciencia concierne al hecho de que los países reformados disfrutaron de una prosperidad económica,
cultural y científica sin precedentes. Unos pensaron que Dios les favorecía por
la rectitud de su Fe ( los calvinistas ) Otros opinaron que la reforma se había
instalado ya en los estados con ciudadanos más cultos, abundando en las
creencias platónicas sobre la identidad entre la bondad y la inteligencia. Mas
este asunto será abordado y parcialmente aclarado más tarde.
Así surge una suprema enseñanza y una
suprema sabiduría: la norma ética de la tolerancia es congruente con la norma
evolutivo biológica. La ética al servicio del progreso o el progreso como un
progreso ético, como un derivado del progreso. Así se cierra un bellísimo arco
de saberes y adecuaciones en los que podemos vislumbrar también las bases
sociobiológicas de la cultura decantadas sobre todo en las normas éticas y
jurídicas de los Estados. Así que por este camino parece posible encontrar una
ética objetiva y de base científica.
3. Otras condiciones de la diversidad
cultural
La libre circulación de la información
queda limitada y definida evidentemente por:
a) La comprensibilidad de dicha
información. La enseñanza de los idiomas o la decantación, parece que en marcha
de un idioma general de la ciencia ( que no de un lenguaje, que es concepto
distinto ) facilitará el intercambio y por
lo tanto el enriquecimiento.
Por supuesto que una lengua propia supone
una riqueza cultural que es preciso conservar, mas la tendencia a una lengua
universal es imparable y quizás necesaria respecto los fines que antes
decíamos. Podemos aceptar entonces que la importancia comunicativa de una
lengua común para todos es mayor que la importancia de una lengua propia como
hecho y diversidad cultural. Un hecho por lo demás comprensible dada la alta
función del lenguaje. Lo ideal, pues seria el dominio por parte de todos de una
lengua universal y otra propia o vernácula. Sin embargo y de momento cual vaya a
ser esa lengua universal aún no está totalmente claro a pesar del predominio
del inglés. La lucha económica y cultural es y será durísima: inglés, alemán y
español de momento se disputan la hegemonía en diversos ámbitos, pero es
posible que en un futuro el chino o el ruso sean tambien imprescindibles. No me
parece probable que surja una amalgama de inglés corrompido con el resto de las
lenguas. Por otra parte tampoco creo que las redes informáticas mundiales sean
decisorias en este punto. En cambio es
posible, al compás de los sucesivos "pecados" de nuestra cultura
actual y que aduzco al final de este trabajo, que todas las lenguas naturales
se simplifiquen y asemejen cada vez más en sus estructuras sintácticas, debido
a la superficialización general del pensamiento que promueve la cultura de la
imagen.
b) La frecuencia y amplitud de la
comunicación entre los distintos individuos.
c) La aceptación previa del principio o
ley de la tolerancia de manera que la información nueva pueda ser aceptada o
valorada adecuadamente. Es decir la tolerancia hacia el discrepante o diverso,
pero la intolerancia hacia el intolerante son las bases, parece, del
funcionamiento del sistema cultural evolutivo que garantizaría el progreso.
En estas condiciones la cultura, aún una
cultura en parte degradada respecto los ideales humanísticos, se multiplicará de forma exponencial y el
progreso derivado de ella o al menos el bienestar debería también crecer de
análoga manera hasta el aprovechamiento
general de los recursos.
Volveré
sobre este tema al final de este apéndice.
4. Una consideración critica.
El
principio de tolerancia no es nada fácil. Es fácil desde luego en lo teórico y
doctrinario; nada fácil en su aplicación cuando nos vemos ante la posibilidad
de hacerlo. Además probablemente no es suficiente aplicarlo en dimensiones
reducidas y rígidas, en el sentido racional y kantiano ( que los demás hombres,
como individuos sean siempre fin en si mismos y nunca medios para otra cosa. )
sino que exigiríamos la norma cristiana ( a los demás como a ti mismo ) Por lo
tanto pese lo dicho anteriormente y la opinión mostrenca en nuestra época, el
principio de tolerancia es evangélico y cristológico y fue quizás conculcado
con las iglesias ancladas en un poder establecido e incapaces de comprender la
inmensa riqueza del mensaje primitivo. La intolerancia se ejerció, no respecto
problemas básicos y de fondo, sino respecto futilidades del detalle que
vehiculaban las luchas de poder. El mensaje evangélico respecto la protección
del débil y también la comunicación y tolerancia respecto el pecador, el
publicano y aún la mujer publica, parece que quedaron suficientemente claros y
las polémicas respecto a la persecución
del discrepante fueron importantes, alumbraron doctrinas intermedias como las
del irenismo, y solo sucumbieron en la progresiva institucionalización; es
decir la aparición de un corporativismo eclesiástico que comenzó a ejercer el
poder.
Por otra parte en nuestros días estamos
tentados a condenar un exceso de tolerancia y aún de protección social por
parecer que se extiende ésta cada vez más no solo al débil sino también al
culpable de su debilidad o al culpable de su invalidez o por amparar demasiado
a quien parásita el sistema. Nada más negativo, nos parece, que la administración
de un salario social a quien se niega a participar en el trabajo que es
solidaridad y deber moral a la vez que imperativo biológico, Nada más negativo,
y recientemente lo experimentamos en la historia política de España, que las
dádivas de un salario de paro generoso, a cambio de un favoritismo político. El
daño moral derivable de estas practicas perdurará generaciones, mientras vemos
en el presente que las políticas de generosidad excesiva por una parte y de
corrupción generalizada y por lo tanto aceptada, por otra, generan las
dificultades actuales del sistema del estado de bienestar que no es de suyo
nada más que el estado de justicia social y de ética favorable y necesaria
desde los mismos presupuestos sociobiológicos que antes presentábamos.
5. Información y formación.
Así que desde el punto de vista objetivo, y al menos en una primera
aproximación está claro que el hombre pertenece al orden de la naturaleza, que
la cultura como conjunto de pautas de conocimiento y de conducta es también un
producto de la evolución natural y que por lo tanto las unidades culturales
caracterizadas como menes, están sometidas al proceso de presión y selección
evolutiva por lo que su riqueza y variabilidad, fundadas en el principio de
tolerancia, son indispensables para el progreso.
Ya hemos visto las desviaciones y problemas
desde el punto de vista de los grupos sociales y los Estados constituidos; mas aumentando esta
complejidad e indecisión se presenta el problema concreto de los individuos y
de sus conductas.
Efectívamamente: esta evolución opera a largo plazo, la vida humana es breve y
perentoria y los ejemplos de cada día en nuestros convecinos sean individuos o
sociedades, llámense naciones o no, muestran con frecuencia el triunfo del
intolerante e insolidario. La debilidad a veces de las democracias y la
inmoralidad por doquier que perece haber surgido precisamente a partir de la
desmitologización de las creencias, el aumento de las libertades y la
protección desmesurada del parásito o del asesino, nos hacen dudar sobre la misma corrección del sistema y de
la veracidad de los conocimientos aparentemente objetivos que describíamos
anteriormente, con el riesgo evidente de una involución o golpe de péndulo que
nos lleven a nuevos autoritarismos e intolerancias.
Pues desde el punto de vista del individuo
¿ porqué habría de comportarse no ya respecto a las leyes extrínsecas sino
incluso de acuerdo con su propia consciencia, cuando le acometiese el deseo, la
envidia, o la inmunidad cierta de su delito planeado ? O dicho de otra manera:
Todo el conocimiento científico sobre la naturaleza humana, la función de los
menes y las funciones de la tolerancia no le llevarán a la ejecución de una
conducta moral adecuada; es más la desaparición de las instancias religiosas
como motivadoras de la conducta; y las lógicas limitaciones del Estado
democrático que no puede garantizar el cumplimiento de la moral y de la
justicia por la coacción, más bien parecen animar al egoísmo del individuo y a
la amoralidad. Bien pudiéramos aceptar que precisamente la inmoralidad reinante
por doquier, y no me refiero a las antiguas costumbres sino a las exigencias
objetivas de la moral incluso científica que describamos, la inmoralidad
reinante, repito pudieran ser consecuencia de este tremendo problema: El
conocimiento cada vez más objetivo de la ley moral, no conduce necesariamente a
su cumplimiento, sino tal vez a todo lo contrario a su quebrantamiento por parte del individuo por lo que a la
larga puede hundirse todo el sistema si antes no provoca una regresión del
mismo, como antes decíamos. En este sentido los fundamentos de la ley moral tal
como son descritos en la critica de la razón practica de Kant nos parecen
sumamente ingenuos retrotrayéndonos a una tradición socrática que no ha dejado
de ser falsada a lo largo de la
historia.
¿
Qué motivará, pues al individuo humano para el cumplimiento de la ley moral
sobre la base del mene de la tolerancia. ?
Importa por lo tanto un escrutinio más
profundo de lo que sea cultura, o de determinadas formas de cultura, desde el
punto de vista sobre todo del individuo y los individuos, que intente una
superación de las antinomias descritas que por mor teórico y apriorístico han de poder ser superadas.
No
hace muchos años a quien por necesidades profesionales estimaba que debía
convertirse en hombre culto se le daba un único consejo: Lee durante al menos un
par de horas diarias. No se decía nada sobre el tipo de lecturas. Se entendía
que debían ser variadas. Nada se decía sobre el comentario sobre lo leído. Pese
a todo el bachillerato antiguo estaba constituido en gran parte por lecturas
obligadas, comentarios de las mismas y redacción como ejercicio del dominio del
lenguaje y la precisión de nuestro pensamiento.
Un poco después en la carrera de la
meritocracia que nos invadió o invade, sobre todo en los curriculums de
aspiración universitaria, y en las bibliografías de los trabajos de
investigación comenzó a prodigarse la lectura y la cita incontrolada. Era la
erudición bruta.
En la tercera fase, en la que aún estamos
y por tiempo aún se profundizará mas, la cita bibliográfica se obtiene mediante
los sistemas informáticos disponibles y con ello en parte la erudición antigua
se ha transformado en escritos basura dominados por las potencias de la
mercadotecnia multinacional. Así se imposibilita todo trabajo sintético y de
comprensión, todo estudio de base y de interdisciplinariedad y pese a todos los
esfuerzos, pues la mayoría son conscientes del déficit, el medio
cultural-social precisamente entendido en el sentido que describíamos en la
primera parte de este trabajo impide el desarrollo de lo auténticamente
necesario. La formación frente a la información.
Además la invasión con escritos basura que
nos avasallan, impide el tiempo y reposo necesario para la lectura escogida y
sintética, para el ensayo evaluador y formativo, por ello si bien nunca fue
valido, ahora es mucho más inválido el consejo de adquirir cultura mediante la
lectura indiscriminada. Mas, ) Quien muestra a los
jóvenes cuales son las lecturas prohibidas, prohibidas por su banalidad y
ocupación del tiempo necesario para una formación autentica ?
) Qué es, pues, formación ? Información consiste en el mero enunciado
de sucesos, datos o contenidos. Formación consiste en su organización
jerárquico conceptual, en su clasificación por criterios, en la creación de mundos y espacios conceptuales a
diversos niveles y la creación así de redes de conceptos; en suma:
Formación consiste en una idea
o contenido a la que le es añadido un valor, o varios valores según criterios
que permiten su ordenamiento en un todo.
La formación así descrita en abstracto
constituye lo que Hegel llamó espíritu objetivo y lo que los humanistas
elevaron a ideal del ser humano. Un ser humano que organiza su consciencia de acuerdo con un entramado de conceptos y valores
cuyo eje es el propio ser humano y sus creaciones en la historia.
En el mundo griego se decantó el concepto de hibris que era la
"mezcla" en el ser de
elementos ajenos a la misma y que constituían el mal, antecedente seguramente
de las concepciones maniqueas y dualistas típicas de las doctrinas
gnósticas y de la que derivaría su
contrario: la pureza, como la situación y cualidades solo convenientes y
propias de aquella persona que
realizaba el ideal humano. Operaba también el concepto e ideal de la conciencia
filonómica, antecedente de la comunión de lo santos cristiana, por la cual cada
generación aspiraba a legar a la siguiente capital y méritos de la misma manera
que el padre generoso trabaja por sus hijos y por la herencia que les acumula.
Es también la virtus latina, y lo decente como aquello que conviene a la
persona en su rango y jerarquía social.
Operaba
por último el concepto de piedad que desde los padres al universo entero cubría
todo con un halo de dignidad que exigía respeto a todo lo creado. No apelaba el
griego a sus dioses, tan humanos como
él mismo. NI a ley alguna promulgada, ni código moral laico o religioso, sino a
la propia estima de la persona hacia sí misma.
Es el ideal de Vico, el ideal de Erasmo,
el ideal de Petrarca y con ello se incorpora al saber, la sensibilidad y la
poesía, y el respeto a la naturaleza y al paisaje, y el amor a todo lo humano,
y la motivación de la conducta en el saber antes que en el tener. Así la
fama, como la virtus del hombre
grecolatino, se decanta también en el mundo hispánico sobre todo en el concepto
del honor. Y esta formación interna, la fama y la honra, antes que el poder
político y el disfrute del dinero, son los baremos de evaluación para las
personas, para las épocas, para las costumbres y para las leyes.
Ideal que en el romanticismo incorpora
Rousseau en la "Nueva Eloisa" y Schiller en " La educación
estética del hombre". Y de nuevo se promociona y ensalza en Holderlin,
antecedentes todos de la moral pacifista y ecológica de nuestros días y en cuyo
fondo late, al menos teóricamente, el actual
amor y respeto hacia los demás y
hacia la Naturaleza.
Por lo tanto es la formación, formación
también en la sensibilidad y en la estética y de ella mana también la moralidad, basada en la apreciación que los
demás hacen de la persona y también en último término de la propia autoestima
de la persona independientemente de su éxito social o de sus poderes fácticos.
El ideal humanístico de formación se
traslada en el área centroeuropea, sobre todo a partir del siglo XVIII bajo el
concepto de Bildung primero y de cultura después. La cultura es entendida así
como la estructura propia de la consciencia o mente de una persona que presenta
un entramado de valores, conceptos y opiniones que le permiten situar
adecuadamente cualquier información que le llegue. Adecuadamente respecto a lo
más importante y que ahora buscamos: las motivaciones individuales para obrar
el bien en el marco de una sociedad ilustrada y laica.
Cultura es pues la cultura del intelectual
capaz de ser critico e innovador con su época y tirar hacia adelante de su
sociedad sobre todo de sus dirigentes, que hoy sin embargo son representantes
de la masa; es decir de la mayoría. Cultura del intelectual, que por exigencias
de su sensibilidad, practica el respeto y la piedad admirativa hacia todo lo
creado, comenzando por sus prójimos humanos. Que por ello mismo se emociona
ante la flor y el amanecer, para quien la pobreza la injusticia y la violencia
tanto le repugnan por su carácter antiestético como por su irracionalidad
moral.
Estos ideales se concibieron para la élite
del intelectual o del culto, pero por mor de la democracia justa y de la
extensión de la sociedad de masas es preciso que se extienda a toda la
población ya que es el conjunto de los individuos corresponsable de decisiones
y sucesos. No debemos detenernos a la conveniencia historia o incluso biológica
de este dominio de la masa. Ya lo predijeron Ortega Gasset ( La Rebelión de las
Masas) y Elías Canetti ( Masa y Poder )
Por ello mismo no puede concebirse un
funcionamiento social adecuado si los ideales de la formación no se extienden a
amplios círculos de la población. Sin embargo observamos más bien lo contrario:
se restringe la formación en aras de la información y el ideal humanístico es
sustituido por un ideal hedonístico en el cual dinero y poder y disfrute constituyen los móviles de la
juventud. Y la cultura está formada pues no solo de conocimiento sino de
sensibilidad.¿ Que haremos para corregir el desajuste que amenaza la propia
supervivencia del mundo. ?
Solamente de la armonía entre el corazón y
la cabeza brota pues el hombre cabal que buscamos, que ha de ser capaz de
encontrar en sí mismo no solo las
razones sino también las fuerzas y motivaciones para obrar el bien.
A continuación vamos a examinar algunos detalles más de esta
cultura interna que juzgamos necesaria para una renovación de la moral de
nuestra época que nos permita la continuidad de nuestra civilización.
6. La Kulturkampf alemana.
Este concepto moderno de cultura se precisó
en la llamada Kulturkampf alemana en el siglo pasado y que protagonizaron las
tensiones entre la ideologías tradicionales, fundamentalmente cristianas y mas
en concreto católicas y el laicismo filosófico con sus bases fundamentalmente
humanísticas. Al fin puede decirse que vencieron las culturas laicas en un
régimen político democrático con el refuerzo de los estudios clásicos en los
largos años del Gimnasium o bachillerato alemán del primero y segundo imperio
además de la república de Weimar. Las tensiones se producían ciertamente entre
hermanos. La filosofía alemana ya fue clasificada por Nietzsche como una
teología disimulada y muchos de sus personalidades sobresalientes, entre otras
el mismo Nietzsche, fueron hijos de
pastores protestantes. El acervo cultural e ideológico transmitido por la casa
y familia del pastor fueron considerables, lo cual frente al célibe cura
católico no deja de invitar a reflexión. Así puede decir una personalidad tan
profunda y hoy día recuperada como Carl Schmitt que la casa del pastor, el
ágora griega y su sucesora el mercado,
y el municipio[2] son los tres
pilares en los que se fraguó la civilización de occidente.
De esta manera la moral individual que
perdía su fundamentación religiosa la encontraban en la cultura filosófica que a la postre podemos llamar
cívica. Mas ello fue propio del Norte y del centro de Europa sobre una base
esencialmente protestante que centraba la propia salvación también en este
mundo en la responsabilidad individual, de cuyas consecuencias no iba a
salvarla ni el arrepentimiento ni el milagro. Y ello por la pura forzosidad de
los hechos....es decir de las leyes de la misma naturaleza del mundo, la
sociedad y el hombre. Por ello el calvinista aceptaba su éxito en los negocios
como señal de Dios que mostraba ser elegido
como salvado también en la eternidad.
Mas en los países latinos, confiados en el
fácil perdón vaticano, interpretado a nivel popular bajo un ritual escueto como el de la confesión y
la comunión por pascua quedó mas expuesto a la indigencia moral cuando las
instancias religiosas se hundieron en la modernidad.
Es pues el ideal humanístico de formación
y su ejemplo vivo en las civilizaciones nórdicas de los años entre siglos
fundamentalmente.
Así pues he aquí nuestra primera y básica
conclusión: La formación humanística es prioritaria en el mundo técnico actual
y para terminar el párrafo recordemos que una de nuestras máximas autoridades
culturales vivas, el prof. LAIN ENTRALGO ha pedido en los cursos de verano de
la Universidad Internacional de Santander la creación de cátedras de
humanidades, al menos de historia en todas las escuelas técnicas.
Continuaremos precisando según nuestra
opinión algunos contenidos y exigencias de esta formación humanística que
propugnamos.
7. Cuantitativo y cualitativo.
La información es esencialmente cuantitativa, la formación cualitativa.
Dentro del mismo lenguaje técnico la tabulación de los observables como primera
tarea de la ciencia es cuantitativa, la formulación de una nueva ley física es
esencialmente cualitativa. La cualidad aparece en un orden conceptual
jerárquico superior, remite a universos de mayor numero de dimensiones (
descriptivas ) por otra parte reduce la información remitiendo a las bases y
formulas o dicho con precisión, algoritmos que los generan, y a los conceptos
de orden superior que los abarcan.
De esta manera podremos en primer lugar
distinguir lo que es formación de lo que es información en cualesquiera
escritos o comunicaciones. Ello no desprecia el trabajo lento y necesario de la
recogida y enumeración de datos, tan solo afirma que estos por si mismos y
solos nada añaden al conocimiento. Por ello de tiempo en tiempo es necesario el
trabajo de reflexión y de síntesis que establezca la teoría y sea fuente de
nuevas y atrevidas hipótesis. Los avances científicos se han conseguido más por
el camino de la intuición inspirativa que por la narración reiterativa y en el
campo de mi especialidad mas hizo Kraepelin sin ordenador y apenas sin escalas
que los infinitos escritos fetiches del chi cuadrado y de la experimentación
doble ciego.
Sin embargo por mor de las modas tan
solo se evalúan como méritos de investigación en las carreras técnicas,
aquellos de índole cuantitativa y estadística siendo eliminados sin mas los de
reflexión y de critica. En todo caso se alega que puede medirse la magnitud del
trabajo y del esfuerzo, y es difícil evaluar la eficiencia de una nueva idea o
de una innovación. Y por este camino se avanza en una avalancha de
trivialidades inoperantes o bien en unas posibilidades monstruosas que son
puestas en practica - o lo eran - pues cada vez seamos más conscientes de que
la moralidad y la ética son necesarias para la supervivencia.
8. La intimidad y sus exigencias.
Es pues la educación en la sensibilidad
componente básico, junto al conocimiento, de la formación del hombre culto
necesario para el cumplimiento de una ética en el mundo actual y futuro.
El tema es tan importante, es tan crucial sobre todo en nuestros días, que
exige cada vez mas profundas reflexiones-
Formación es por lo tanto también
educación en las maneras y las formas. Las formas de la cortesía son el primer
paso y objetivo de la caridad primero y de la justicia después. Las maneras
sociales del caballero, que domina la
mesura del gesto y de la acción son necesarias en la continencia de la emoción
y pasión. La limpieza en el propio cuerpo es antecedente de la del alma. El
cuidado del orden y belleza en el vestir y en los modales es obsequio hacia
quienes nos contemplan nos sufren o nos acompañan. Y parece que aludimos a
costumbres trasnochadas en un mundo en el que domina la macarrería y el grito,
el ruido y la suciedad, la vestimenta aparentemente deportiva pero en realidad
de payaso americano rociado de letreros en inglés en frases
intrascendentes o comerciales. Y sin embargo todo ello es necesario, y es parte
de la educación, ejercicio que han abandonado quienes más deberían practicarla.
Mas importante aún, es la sensibilidad en la intimidad y la
ternura.
¿
Qué es la intimidad ?
En
una reciente publicación se refería que una de las bases de la salud mental, o
de las condiciones para conservarla, era la de mantener una relación de
intimidad emocional con alguna persona. Una persona, en suma, con quien
pudiéramos tener confianza total, con quien pudiéramos comentar nuestras
preocupaciones, problemas y tomas de decisiones. Sin duda conscientes de esta
necesidad, las grandes organizaciones institucionalizaron la consulta y el
consejo, muchas veces de forma obligatoria, otras de forma facultativa, otras
de forma aparentemente lúdica, siempre bajo una importante fuerza intencional.
En la Iglesia católica el confesionario; en los días laicos que corren, las
consultas grafológicas hace unos años, los consultorios sentimentales en las
revistas y en la radiodifusión; ahora en los programas más vistos de la
televisión.
Los médicos también durante muchos años
recogieron las confidencias de los pacientes y las consultas en los avatares
más importantes de la vida de los clientes y sus familias, sobre todo a partir
de aquella institución memorable que era el médico de familia asesinado ya
definitivamente por las reformas de la sanidad publica.
La intimidad es componente esencial del
amor. Solamente se llega al amor humano a través del conocimiento de la
intimidad del otro y de la experiencia de compartir no solo el cuerpo sino la
mente. En más de un trabajo he escrito que incluso el desaforado auge de los contenidos, intenciones e importancia
de la intimidad, representaban un procedimiento de la naturaleza, precisamente
para la fijación de la pareja y por ende para la fijación de las personas en
los entramados sociales de las familias y los grupos, primeras células de la
tribu y del Estado. Por este camino, sexual afectivo, prosperó la consciencia
del hombre y con ello la creación de su inconmensurable capacidad mental,
atributo, sin duda el más importante del hombre.
Las doctrinas psicoanalíticas
comprendieron como ninguna la existencia de esta intimidad asombrosa, en parte
perversa que "tenía que ser olvidada" y así el concepto de represión y de subconsciente, si bien no
quedaban totalmente demostrados, se hacían evidentes por su misma necesidad.
Podría preguntarse si en este mundo actual
sigue existiendo esta exigencia y este pudor por la intimidad, salvo
precisamente en la consulta psicoanalítica y por ello tienen éstas tanto más
predicamento cuanto más parca es la comunicación íntima en las costumbres de la
sociedad y de la época.. Porque intimidad no es secreto. El secreto respecto una estrategia comercial, o
delictiva no es absoluto intimidad.
Así pues identificaríamos la intimidad con
aquella que surgió sobre todo en el romanticismo y exaltada desde Rousseau en
Europa, aunque venia precedida de algunos antecedentes clásicos y medievales
ligados sobre todo a la lírica y a la mística. En la lírica se radicalizaban
los sentimientos íntimos en relación con la persona amada, en la mística en su
sucedáneo absoluto; es decir Dios. En tiempos modernos los surrealistas, los
existencialistas y los poetas del absurdo bordearon el problema de la intimidad,
pero de una forma espúrea y demostrativa que parecía ocultar el auténtico vacío
interior. Solo los poetas auténticos y algunos escritores de la línea aún
llamada psicológica que había inaugurado James, lo cultivaron.
La intimidad no debe identificarse con el subconsciente. Nada más
lejano al mismo. La intimidad es dolorosamente consciente. La intimidad es un
presente que paraliza la acción y profundiza la consciencia. La intimidad es
fuente inagotable de comunicación. La oferta de contenidos y el obsequio que
supone su ofrecimiento es un regalo que el yo efectúa a la otra persona; el
regalo más precioso, pero un regalo que puede estar envenenado. Envenenado
cuando se transforma en exhibicionismo fácil, o en demanda excesiva de compasión
o atención, o en medio de tiranía y
dominio por medio de exigencias ilimitadas de amor indulgente.
No es cierto que en la oferta de la
intimidad se explote un exhibicionismo; mas bien es cierto que la posibilidad
de la comunicación en la intimidad es creativa; su misma posibilidad enriquece;
en cambio la intimidad repleta y que no se comunica envenena.
La intimidad contiene nuestros deseos y
esperanzas, nuestros temores y nuestros miedos, nuestras opiniones más
preciadas aunque sean inseguras e injustas y sobre todo contiene nuestros
afectos más profundos creados en el silencio para ser transmitidos en el susurro.
La intimidad no es para la acción sino
para el consuelo y la emoción, no es útil por lo tanto para el rendimiento de
la conducta, ni para la resolución de problemas de la practica, mas bien los
crea. Tan solo una excepción: la creación novelística se nutre la intimidad y
aun la novela de acción exige una toma de contenido y de decisiones fruto del
trabajo de la intimidad. La conversación en la intimidad no es adecuada para
quienes conviven, sino solo para quienes se anhelan sin disponibilidad fácil del
encuentro. La intimidad en suma, crea el afecto y el amor por la cristalización
en el recuerdo, en la ausencia, en el deseo y en el mundo de la fantasía y la
irrealidad.
La intimidad es para el místico cuya
comunicación con su dios no es ni
frecuente ni perfecta. La intimidad, por ello es más un horizonte de
posibilidades y deseos al cual nos acercamos en el mejor de los casos asintóticamente,
que de realidades vividas. O dicho de otra manera. La comunicación de la
intimidad nunca se logra completamente y su fin y finalidad es un cuamtum de
frustración, por ello no existe un amor perfecto en horizonte de eternidad,
sino solamente la creencia momentánea e ilusoria de tal posibilidad. Ninguna
amada puede satisfacer el ilimitado, irrefrenable e irracional deseo del hombre
por fundir su yo en una alteridad sin menoscabo de su propia intimidad, y el de
recibir la intimidad deseada sin que nos perturbe o duela en una orgía de
complacencias infinitas. Una intimidad por otra parte que es continuamente
creada a fin precisamente de que nunca pueda agotarse la posibilidad de una
comunicación continua en la cual siempre queda un remanente pendiente lo cual
obliga a continuar la relación.
Mas
nos interesan, precisamente, los limites y contenidos de la intimidad en
el momento actual o por decirlo más exactamente, los limites y cometidos en mi
mismo en el aquí y ahora de la existencia.
Somos escépticos. Ya pertenecemos a una
civilización y edad preterida en la cual la calidad humana era medida por la
calidad de su consciencia y el afán de su voluntad, más que por los poderes de
su situación y fortuna. El tecnicismo americano todo lo domina y el espíritu
europeo no ajusta cuota de mercado, ni siquiera en la producción novelística
marcada por la acción o el sentimiento violento de la guerra, la competitividad
y la lucha y no por el disfrute del mismo centro de la existencia que es
siempre el amor.
Por supuesto que en mi opinión existe un
aplanamiento completo de la intimidad; una decadencia completa de la calidad y
un avance prodigioso en y por el hombre masa de Ortega o del Hombre
unidimensional de Marcuse y Musil. Eso como característica de la época aunque
subsistan algunos ejemplares nobles de lo contrario. Unos echan la culpa a la
televisión y el dominio de la imagen, otros al olvido cada vez más feroz de la
formación clásica, otros a desdeñar en la educación y en la vida la reflexión y
el saber, para ser sustituido por la eficacia y el hacer, en suma por el paso
de una sociedad humanística ( entendida como predominio de lo humano como valor
supremo) al predominio del poder y el hacer, explicitado en la economía como
resultado tangible de la tempestad de movimientos en la que se involucra lo
humano.
En estos "Los Diálogos de Fin de
Siglo" presentados y escritos por el Prof. Gómez Bosque y yo, abordamos
este problema en las páginas anteriores y presentamos algunas doctrinas, sobre
todo relativas a la filosofía de la
historia que elaboran y muestran estas ideas y que señalan la actual fase de
predominio de los ojos de la carne ( Wilber ) y del mundo hedónico sensorial.
Ahora pasaré a un tercer apartado dentro
de este apéndice y en él ordenadamente señalaré algunas de las situaciones
concretas que derivan de todo lo dicho. Seguirán unas recomendaciones generales
que ofrecemos finalmente al lector.
III AVISOS PARA UNA AUTODEFENSA DE NUESTRA
CULTURA
Introducción.
En este
último apartado del segundo apéndice a
los "Diálogos de Fin de Siglo" voy a señalar en primer lugar algunas
situaciones concretas derivadas de las circunstancias culturales descritas
y propias de la Civilización Occidental en la Aldea global, como hoy se
denomina al conjunto de pueblos y estados de la tierra, y sus posibles repercusiones
para el futuro de nuestra especie.
En
segundo lugar en vistas a estas particularidades realizaré algunas reflexiones.
Por
último expondré unas conclusiones respecto la paz y convivencia futuras
derivadas de estas reflexiones desde la
cultura humanística.
Todo ello
de forma telegráfica con la intención de que sirvan más de reflexión que de
adoctrinamiento.
En todo
caso estas consideraciones a manera de alarmas no deben interpretarse en
sentido apocalíptico. Tenemos un sano sentido de la realidad y un optimismo, en
conjunto más que moderado, por la supervivencia y aún mejoría biológica y
social del grupo humano. Sin embargo esta actitud optimista se basa entre otras
cosas precisamente en la capacidad de critica y de rectificación que ha caracterizado
siempre a la historia, a la que ya Cicerón denominó " Maestra de la Vida
".
1. La
relativización de los valores.
Las
doctrinas del "valor " fueron muy estimadas por las ultimas
generaciones del siglo pasado y las primeras de éste. El Valor en ciencias
humanas fué destacado sobre todo por NIETZSCHE precisamente a través de sus
doctrinas sobre los "contravalores" que deberían establecerse en el
Occidente Cristiano para dar a luz al " Superhombre" u hombre
superior de los siglos venideros, superador, decía, de las debilidades de una
cultura basada en la compasión y el dolor.
En la economía
también el valor; es decir, en este caso el precio, derivaba básicamente de la
conjunción entre la estima o demanda y la escasez del producto. El valor así se
identificaba con la apreciación psicológica de una conducta, un producto, un
atuendo.... es decir de procesos eminentemente psicológico-culturales. Los
valores sobre todo apreciaban y calificaban las conductas expresadas en el
juego entre el "ser" y el "deber ser". Por ello mismo la
conceptualización de "valor" oscilaba entre el factum derivado de las
encuestas sociológicas, y el "debe" de los imperativos morales,
éticos y jurídicos.
Por otra
parte ambas conceptualizaciones estaban integradas en una sociedad
relativamente cerrada y con intercambios limitados en conductas, y
comunicación. Ello determinaba un eficaz control social sobre unas normas y
valores bastante estables y definidos.
La
facilidad de las comunicaciones, y la información
han ampliado los espacios y disminuido los controles
con la consecuencia del aumento subjetivo de la libertad. El resultado es la
relativización de los valores; es decir, su variabilidad, inconsistencia y
dispersión. Y ello tanto más cuanto más próximos están o estaban estos valores
a las conductas. Estos valores, pues, en suma desaparecen respecto a su función
más importante: dirigir las conductas, y secundariamente conducen a que todos
los valores se polaricen en uno: el dinero y el capital, expresado rudamente en
el "tanto tienes tanto vales".
De una
cultura, pues, de apreciación valorativa de lo decente ( lo que conviene ) del
saber, de las maneras, de la sensibilidad, etc. se está pasando a una
justificación de los fines sea cuales sean los medios y este fin último es el
enriquecimiento que dá prestigio y poder. Ello conduce a nuestra siguiente
advertencia:
2. El
desplome de los valores humanísticos de la virtud y de la fama como
constitutivos del prestigio y poder social.
En el
Renacimiento el concepto y valor de la "virtus" latina, por obra de
ANTONIO VICO en Italia y el concepto del Honor en el Caballero Español,
cristalizan desde el punto de vista laico las virtudes excelsas que calificarían
a las personas y que culminaban en aquellas rotundas sentencias de Calderón en
el Alcalde de Zalamea conocidas por todos. Si bien en aquella forma de
expresión no serian aceptadas, hoy dia tampoco como cualidades del deber ser. Podríamos
seguir su continuación todavía en el siglo XVIII en el concepto de Ilustrado
con su máxima expresión entre nosotros, quizás por su excelso e independiente
criterio en Gaspar Melchor de Jovellanos, y aún en el siglo XIX bajo el ansia
de saber todavía universal en el científico y sobre todo en el científico y
filósofo que se constituía tambien en la inteligencia de la sociedad. (
Ejemplos : Max Planck, Sherrington y Ramón y Cajal )
Alcanzar
prestigio y poder es deseo innato a las ilimitadas ansias de "valer más
" de la persona humana. En qué consista este "valer más" queda
en cambio determinando por los valores culturales imperantes en un momento
dado. Si la virtud y la fama dejan de valer, evidentemente queda abierta la
puerta al delito de la opresión, de la estafa, y de la venganza sin que sea
óbice la posible mala fama que pueda adquirirse por ello. Es más, incluso
actividades y conductas deplorables o delictivas catapultan a esa
"fama" moderna que consiste en "chupar cámara" y que hablen
de uno aunque sea mal. En esta situación nos parece que estamos en estos años
finales del siglo XXI en el que se ha instalado en la "fama"; la banalidad deportiva, la superficialidad
de las estrellas de cine y lo que antes
se llamó sencillamente escándalo público y ahora alarma social o al menos
anécdota para las revistas rosa. En los dias que escribo las presentes lineas
ha ocurrido el trágico suceso del fallecimiento de la Princesa Diana de Gales.
Creo que este caso ejemplifica como ninguno los pies de barro de los ídolos
populares de nuestra época dentro de la espantosa confusión de los valores que
describimos. En la masiva reacción del público solo encontramos condolencia
morbosa y una mezcla de admiración y envidia. Sin embargo su historia no deja
de ser aleccionadora al estilo de los "ejemplos" que se contaban en
los antiguos Ejercicios Espirituales que fuera incluso de toda implicación
teológica eran enseñanza para y en la vida. La vida superficial y precipitada,
inmoral y despilfarradora, manipuladora e infiel a deberes de princesa, esposa
y madre no parecen considerarse. Por último su intimidad con un millonario
procedente del tráfico de armas invalida bastante sus campañas contra las minas
antipersonales. Y sin embargo se ha convertido en una heroína, ejemplo y santa
de las masas que confunden el esplendor del dinero, la belleza y la elegancia
con los valores morales más profundos. En nuestro trabajo profesional como
psiquiatra, todos los días contemplamos biografías semejantes, salvando las
distancias, y en las cuales una mezcla de ignorancia e inmoralidad conducen a
tantas enfermedades y a muertes prematuras.
En este
punto es fundamental el conocimiento de la Psicología de las masas ya predicha
por LE BON Y ORTEGA GASSET. Completando a las obras clásicas y por todos
conocidas de estos autores recomendamos las de ELIAS CANETTI y entre nosotros
de A. OVEJERO BERNAL.
Ello
conduce a la crispación de la vida pública y al desorden social por la vía de
la confusión, puesto que evidentemente
la justicia no puede regular por la vía de la sanción ( única, practicamanente
a su alcance ) todas las conductas desviadas y todas las costumbres o modas de
las que derivan aquellas. Por otra parte la vida de los "Famosos" (
famosos por su triunfo en las banalidades del dinero el deporte o el escándalo
) tienden a ser imitados por las masas cundiendo una vez más la confusión de
valores. Una sociedad desmoralizada está dando los primeros pasos para su
decadencia y suicidio. Al fin estos mismos "ejemplos sociales "
suelen sucumbir ante la misma fuerza de su mito al aceptar como válidos los
"valores" que han prestado las masas.
3. La
instrumentalización de la economía.
Denomino
con este nombre a este nuevo rol del capital y el dinero que he referido
anteriormente. La economía se ha instrumentalizado en cuanto que se ha erigido
en el valor supremo que cualifica cualquier actuación sea pública o privada.
4. La
culpabilización de la excelencia. y la inoperancia o inexistencia de la
"inteligencia social"
De la
situación anterior deriva no solo la indiferencia respecto las cualidades humanísticas
sino incluso su desprecio o culpabilización o al menos ridiculización después.
La excelencia auténtica en la ciencia, en el arte o en las propias cualidades
personales tienden a ser interpretadas como afán de destacar de la masa y ésta
antes de sentirse culpable por su ignorancia, culpa al excelente por la petulancia
que le atribuye.
En todo
caso se exaltan los caracteres más fáciles de imitar o comprender. Con ello
desaparece la "inteligencia autentica " como factor de crítica y mejoría
social, puesto que no es escuchada y se torna irrelevante.
En el
clima cognitivo-afectivo cunde la opinión de que todos somos iguales sin
distinguir la igualdad fisiológica ( tampoco real ) con la igualdad jurídica o
la igualdad intelectual-moral. Un motivo más de la desaparición de la "inteligencia" en su papel de crítica y encauzadora de
opinión.
Así la autentica "inteligencia
social" es sustituida por los llamados intelectuales en los que en futil
amalgama aparece no solo el que tiene alguna relación con la letra impresa sino
con el "chupar cámara" a lo que antes no referíamos. Así en debates y
controversias en los medios no se acude a expertos en las materias sino a
populares que opinan sobre lo divino y humano en la más espeluznantes de las
ignorancias, cuando no se recurre meramente a la encuesta en la calle. Es
divertido leer las firmas de manifiestos de supuestos "intelectuales
" y constatar las distintas procedencias de tal titulo.
5. Los limites de la tolerancia.
Actúa una
vez más la utopía de la igualdad y de "todos son buenos " En todo
caso el sufrimiento por los males de nuestros semejantes es individual, en
general, mientras que las opiniones se producen de forma global, en principio
adecuadamente en un sistema democrático. Por lo tanto prima la opinión de
quienes no conocen o sufren el problema y ello trae en consecuencia de una
tergiversación esencial del principio democrático que consiste en la defensa de
las minorías. Y minoría es la esposa perseguida por su ex-marido ( sesenta
asesinatos al año ); y la madre anciana que tiene que soportar a su hijo
enfermo mental crónico peligroso que ha quedado "libre" por la
reforma psiquiátrica utópica e insuficiente, y la violada por el psicópata
sexual que una y otra vez goza de una libertad que no garantiza su curación ni
por lo tanto los derechos de defensa
del resto - mayoritario - de los
ciudadanos" Ante todo fracasa la prevención del delito y se consagra la ficción
de que la pena ha de servir exclusivamente para la mejoría y redención del
finado. Probablemente este discurso seguirá hasta que el clamor popular
abrumado por el desorden o la violencia reclame eficacia desacreditando a
aquellos restos de la inteligencia Europea que se dejó llevar más por las utopías
del idealismo que del conocimiento de la realidad que pisaban.
Así
pues se adscribe a los sistemas
democráticos una gran debilidad, mas en nuestra opinión es ello válido para las
democracias jóvenes, como la española, y no tanto para las antiguas como los
Estados Unidos que aceptan por ejemplo la pena de muerte y cuya policía actúa
con contundencia absoluta.
Otra cuestión es el proteccionismo hacia formas o individuos muy débiles que precisen
enormes esfuerzos de ayuda a la supervivencia. Este aspecto fue central en las
ideas anticristianas de Nietzsche y ocupa hoy día el debate central de la bioética.¿
Debemos salvar a los fetos más débiles aún bajo amenaza de malformaciones o
discapacidades ? Los medios costosísimos de técnica médica,¿ deben realmente
aplicarse a todos ?¿ No caben gradaciones ? Naturalmente que los comités de bioética
están ya funcionando para administrar lo más equitativamente posible los
recursos, pero es preciso un debate más profundo, pues por ejemplo ¿ no debería
dedicarse mayor esfuerzo al aumento de la calidad de vida general antes que los
esfuerzos puntuales y minoritarios ?¿ No podrían incluirse en los criterios bioéticos
méritos sociales cómo calidad humana, aportaciones culturales, empresariales
etc. ? La idea nos repugna hoy día pues aplicamos exclusivamente categorías biológicas
y de posibilidades de supervivencia, pero estimo que en un momento dado será imprescindible
enfrentarse con estas decisiones. El debate está en la mente de todos y no es
necesario profundizar aquí en ello, mas bien no cabe duda de que la calidad de
la formación humana y la visión del mundo de los intelectuales y expertos que
intervengan será fundamental.
6.
Grupos fanáticos e integrismos.
Precisamente
este mal estado de cosas - el desorden tolerado - es lo que induce el
surgimiento de los fanatismos e integrismos de base ideológica y que
cristalizan en proyectos políticos que justificarían para ellos la guerra. Comienza por la discriminación y
agresividad verbal; se nutren después de los métodos nazis de amedrantamiento;
pasan a la guerrilla urbana y en cuanto se sienten suficientemente fuertes
producirán un levantamiento general mientras que el resto de la masa vive en el
"pan y toros" generalizado. Y de forma implacable hemos de decir que
la vida y la realidad siempre tienen razón y que si estos grupos vencen y se
transforman en opciones organizadas, léase en nuevas formas del Estado ; por
ejemplo islámicos, es porque han tenido la razón de la fuerza que
desgraciadamente (¿ o no ? ) en términos evolutivo biológicos es la fuerza de
la razón; la razón vital. Es, pues una exigencia vital proceder a una educación
de las masas y a una reforma de los códigos y valores. Afortunadamente ( o
desgraciadamente ) existen los medios adecuados para ello. La culminación del
proceso agresivo está aun por ver, de la misma manera que el cuantum de aguante
de la población. Los sucesos de Argelia en estos días están mostrando algunos
de estos límites, pero en mi opinión y temor lo peor está aún por ver: y estoy
pensando en situaciones tan trágicas como el chantaje de grupos terroristas que
dispongan de bombas atómicas, o de la capacidad de exterminio de áreas de
población a través de guerras bacteriológicas o genéticas.¿ Para qué está la
inteligencia sino para la prevención del futuro.? Prevenir con firmeza no es
intolerancia sino aquella intolerancia hacia el intolerante que hace posible la
convivencia y cooperación en paz de los demás, bajo el sentido realista de las
limitaciones morales, éticas y jurídicas de la libertad individual y de los
grupos.
7. Los
sistemas de control y represión.
Si el sistema político es en su base
legítimo, por lo tanto democrático, el peso de su ley ha de ser máximo. En las
democracias jóvenes se ha asociado la misma con la el libertarismo y
anarquismo. Nada más peligroso e inexacto. Precisamente la legitimidad del
sistema le capacita para una dureza total respecto el cumplimiento de la
legalidad.
Es más;
se trata de una exigencia necesaria. El riesgo subyace en los grupos o personas
que amparándose precisamente en esa libertad garantizada, parasitan al sistema
mediante las sectas seudofilosóficas o religiosas, el terrorismo, y el crimen
organizado.
Las
amenazas son reales y próximas. El grado de desorden puede aumentar de tal
manera que la misma sociedad, masa o pueblo exija a gritos la implantación de
un sistema autocrático o autoritario.
Deben
instalarse leyes firmes y procedimientos sencillos y rápidos respecto estos
desmanes. Deben eliminarse muchas de las actuales prevenciones respecto formas
de pruebas, medidas preventivas y de cumplimiento. Deben aumentarse medidas de
control, desgraciadamente, que son posibles
con las técnicas informáticas actuales. Debe eliminarse la ficción de
que toda pena sirve para la redención cuando está claro que su primer objetivo
es la defensa de quienes cumplen y han sufrido las consecuencias del agresor.
Debe de
una vez eliminarse esa actitud igualitaria que desdibuja perfiles y cualidades
y que bajo la apariencia de justicia los ignora y por ello es profundamente
injusta equiparando los derechos del asesino con los de la victima.
No
faltará mucho, de seguir por el actual camino, para el momento en que un grupo
terrorista del norte del sur o del este o del oeste ponga a toda la humanidad
bajo la amenaza de una contaminación radiactiva, de unas bombas atómicas o de
la muerte de todos los primogénitos mediante la manipulación genética o la
suelta de virus sintéticos letales.
Ya
sabemos en todo caso que existen y existirán mentes que programarán la muerte de todo el planeta si no son
aceptadas sus condiciones. Los sucesos de Waco, los ataques con el gas Sarin en
el metro de Tokio, el contrabando nuclear, y los kamikazes reales islámicos,
muestran que si las intenciones y las mentes están prestas, se trata solo de un
cierto retraso técnico. En breve estos grupos poseerán las armas y los medios
necesarios para generar los Apocalipsis.
Frente a
ello las guerras tradicionales se mantienen localizadas. El horror reciente de
los Balcanes muestra lo que puede ocurrir si la locura se contagia al resto y
aún ahora el hecho de que se haya mantenido el conflicto localizado, tan solo
se debe a la propicia situación mundial para ello: Desaparición de la URSS,
alianzas de bloques y desarrollo aún escaso de los tigres y leones asiáticos.
Desgraciadamente
parece que el hombre como ser biológico no tolera bien largos intervalos de
prosperidad y de paz. Parece como si el dolor y la necesidad fueran los mejores
aliados del esfuerzo y el orden. Parece que la humanidad ha prosperado sobre
todo en las guerras y en las catástrofes. No faltarán las catástrofes naturales
y los gobiernos bien nos estimulan por el momento a la resistencia y a la
acción...
La
creación de ideales, sin embargo suficientemente intensos e importantes es
imprescindible.
Yo creo
que el ideal de formación personal humanística y científica simultáneamente, es
la meta que debemos inculcar a la juventud para que se garantice un futuro
luminoso para nuestra especie.
Sé que
son todas palabras molestas, que aún no están de moda pero que de no
actualizarse serán puestas en moda y ejecución por esos mismos grupos y contra
los demás; o sea nosotros mismos que defendemos un ideal humano basado en la exaltación
de sus virtudes y cualidades superiores. Sé que hago formulaciones generales
que deberán ser concretadas bajo larga reflexión y consenso. Estoy apelando
meramente a un " cambio de la conciencia" con la intención de
eliminar culpabilidades ajenas para
reconocer adecuadamente las virtudes de la inteligencia, el trabajo y el
sacrificio, que son jerarquías absolutas de valor; es decir que están avaladas
por la misma evolución biológica, por las exigencias del ser en sí o ser real y
que no cambiarán aunque mantengamos opiniones diversas que sencillamente
erraran. Valga como ejemplo trivial aunque de profundas consecuencias el
intento de fijar los precios de las mercancías por decreto, en los países
comunistas totalitarios recientemente fenecidos. El precio es un resultado
automático, o sea forzoso, real, como la velocidad de caída de un cuerpo, de
las circunstancias
8. Las
profundas innovaciones en las técnicas de control de la reproducción y la
emancipación de la mujer.
Este factor es quizás el más importante a
largo plazo para el porvenir, al menos de Occidente. No puedo extenderme en
ello. Ha transformado la familia; ha duplicado el número de personas aptas para
el trabajo, la política o la investigación. Ha dado al traste con las
ancestrales conductas más o menos instintivas de las relaciones sexuales y afectivas. Ha promovido una revolución
completa de la ética y sus consecuencias jurídicas de la sexualidad y lo que
hoy se denomina "pareja". Me imagino que frente a las parejas del
mismo sexo han de aparecer próximamente las familias extendidas que solicitaran
derechos similares y que han de repercutir hasta en la legislación por las
herencias y el alquiler.
Por
último ha motivado una terrible baja en Occidente de las cuotas reproductivas
por lo que serán insoslayables las aceptaciones de inmigrantes del llamado tercer mundo que actúan sin duda
como reservorio demográfico. Mas este último factor me parece positivo en
cuanto tenderá a una mezcla más homogénea de razas y culturas que como se sabe,
producen mejorías en todos los aspectos por la hibridación y el mestizaje
biológico y cultural. Determinará sin embargo una evolución histórico cultural
marcada por las masas y no por las élites. El tema es objeto fundamental de las
amplísimas discusiones actualmente sobre bioética. Nos parece sin embargo que
con frecuencia falla en ellas una fundamentación integradora de los distintos
puntos de vista; es decir, biológicos, sociales, y religiosos. Recomendamos por
ello como lectura de reflexión y profunda las obras de MARCIANO VIDAL que
estimamos como el más profundo de los moralistas desde el punto de vista de la
bioética. Véase la bibliografía.
9. La sacralización de la banalidad.
Tomo esta feliz expresión de un trabajo del Profesor
Gómez Bosque. La trascendencia asumida de una noticia deportiva, o de un
estúpido record Guinees acaparan todos los medios y todos las economías,
tambien subvenciones, agasajos, preocupación y comentarios de los dirigentes de
la sociedad.
Ello, junto a la proliferación de los aparatos
electrónicos, la mayoría de los cuales cumple el papel de juguetes para
adultos. contribuye a la superfiscalización igualitaria y masificada del
ciudadano.
10. La cultura de la imagen frente a la cultura del
concepto.
Muchos otros aspectos de nuestra situación actual podrían
enunciarse en esta serie; por ejemplo, la ecología, la donación de órganos, la
inteligencia artificial, la nueva definición de la muerte y de la vida la
eutanasia.... Mas todos ellos creo que sí están suficientemente considerados y
aún gozan de un importante interés del público. Mas precisamente la
intervención de nuevo de las masas democráticas frente a cuestiones tan difíciles
exigiría unos amplísimos conocimientos y saberes centrados en el humanismo. Mas
aquí opera tambien la instrumentalización económica y todo es resuelto por la
cultura de masas que nos deparan los medios. Con la decadencia de la lectura es
evidente que decaerá el concepto y el juicio basado siempre en el lenguaje. La
imagen nos devuelve a las épocas infantiles o oníricas del relato icónico y nos
aleja ... hasta seguramente impedir totalmente la reflexión ponderada.¿ Cuales
serán las consecuencias ? La diferencia fundamental es que la imagen constituye
un relato concreto y único mientras que el concepto y el lenguaje actúan sobre categorías
e ideas. Por lo tanto el discurso icónico es particular, mientras que el
discurso lingüístico es universal.
11. La
revolución educativa.
En los últimos
veinte o treinta años hemos asistido a un auténtico experimento psicopedagógico,
que originario de América, como siempre contagió Europa y de aquí al resto del
mundo. Se trata de la actitud del " no restraint " o no represión, o
educación antiautoritaria que ha producido dos nefastos efectos:
La
pérdida de autoridad de los padres y de aquí al resto de los educadores y jerarquías
sociales.
Lo que es
aún peor: la culpabilización de éstos padres y educadores respecto a cualesquiera
desviaciones, sociopatías y demás graves problemas de sus hijos y generaciones
sucesivas.
Escuchamos
que jóvenes adolescentes se han convertido en asesinos torturadores o
violadores; que una tercera parte o más de los escolares en América van armados
a clase y ha habido que instalar detectores de metales a sus entradas. Nos
enteramos de niños que han asesinado a sus padres, tambien en nuestro entorno.¿Cómo
es posible ?
Son casos
últimos pero que brotan de una situación general que percibimos sobre todo los
psiquiatras. Vivimos con frecuencia insultos y agresiones de los hijos hacia
los padres, sin que estos sean capaces de reaccionar en lo más mínimo. Nos
enteramos de cómo muchas madres se convierten en autenticas esclavas sobre todo
de sus hijos adolescentes a los que no se les exige ni mover un plato, ni doblar
una camisa, ni cepillar una chaqueta ni ordenar un armario. Madres que una y
otra vez hacen los deberes de sus hijos y disculpan con tarjetas, llamadas y
todo lo que haga falta todas las ausencias faltas y novillos de sus hijos. No
se han enterado de que la educación en la escuela es educación en la
responsabilidad y atención al prójimo, y que las matemáticas y aún los idiomas
son secundarios.
No estoy
hablando de situaciones trasnochadas sino cotidianas y el psiquiatra es frecuentísimo
que tenga que enderezar entuertos y poner las cosas en su sitio frente a
consejeros de otras procedencias y formaciones, adoradores de un cientifismo
superficial y faltos de visión conjunta, humanística filogénica, histórica y
sobre todo de sentido común respecto el complejo sistema educativo.
En
cuestiones tan complejas como las pedagógicas y sociales es criterio
fundamental la prudencia y aun el escepticismo respecto cualesquiera doctrinas
parciales, superficiales y en general efímeras. La tradición comprobada que es
sabiduría de siglos y aún contemplación de las formas y maneras en nuestros
primos hermanos, los animales, han de ser fuente inagotable de experiencia y
enseñanza.
Así que
es preciso la enseñanza y exigencia del orden, la limpieza, la responsabilidad y
las maneras y formas sociales, y recordemos que la mayoría de estas habilidades
está sometidas a la ley de la impregnación y época sensibles; es decir que si
no son aprendidas a una determinada edad, como la marcha erecta y el lenguaje,
no se pueden aprender posteriormente convirtiéndose esos niños en psicópatas o
delincuentes para toda la vida, lo que desde luego no es base para se feliz.
Le
educación es enseñanza de costumbres, de pautas de conducta.
La
formación es enseñanza de la sensibilidad humanística bajo la piedad ecológica,
y el respeto a la Naturaleza y al Arte.
La
información solo consiste en repeticiones memorísticas o habilidades técnicas
necesarias para el manejo de un mapa o de un vehículo.
12. La
selección del personal
Predigo
que en un futuro próximo las empresas han de valorar más las características de
personalidad, maneras y cultura que los conocimientos técnicos. Estos con ayuda
de los sistemas informáticas se aprenderán rápidamente, además dada la esperada
movilidad de los puestos de trabajo, será imposible dominar todas las futuras
demandas. Primará el carácter de la persona y desde luego su honradez personal
y cívica. Como siempre serán las necesidades y exigencias del mercado como
entidad autoregulada lo que mostrará una vez más las forzosidad de la realidad
de las cosas frente a las veleidades teóricas del supuesto experto, ignorante
sin embargo de la extrema complejidad de todo lo humano.
13. El
riesgo de los nuevos autoritarismos autocráticos.
Es
posible que si no cambian a tiempo las democracias algunos de sus valores y
sistemas en el sentido indicado, el siglo próximo sea el siglo de unos nuevos
fascismos que pueden asentarse en el planeta durante mucho más tiempo y con
mucha más dureza que en el pasado merced a las técnicas sociales, e informática
actuales. La cuestión ya la había formulado Goethe.¿ Qué cantidad de desorden
son capaces de aguantar las sociedades humanas actuales ? El ciudadano medio
acostumbrado a un cierto nivel de bienestar no estará dispuesto a perderlo, y
nada hay más injusto que el desorden. No obstante ya la teología y el derecho
que llamaríamos político, cristiano y tridentino se había planteado el problema
del gobierno justo y por lo tanto legítimo y su diferencia respecto el injusto e ilegítimo que
justificaba naturalmente el asesinato del tirano. Esta casuística naturalmente,
decían, quedaría en manos de la iglesia o de los teólogos. Al fin y al cabo el
decreto de excomunión del gobernante, en el antiguo régimen desligaba a los
súbditos de obedecerlo. Todo ello bajo la ficción de que el principal cometido
del soberano era la defensa de la fe. Todo ello valía para un poder que
provenía de Dios y lógicamente debería actuar en el sentido de Dios.....Mas en
los sistemas laicos y democráticos la ficción que legítima yace en la soberanía
popular y de aquí en sus representantes elegidos por sufragio. El arma es el
voto y por definición nunca puede errar. Todo comentario sobra.
Conclusiones.
Ya he
dicho que por definición soy optimista y que la realidad tiene razón aunque esa
realidad consista en la destrucción de valores que amamos. Mas si queremos que prevalezca esa realidad que amamos hemos
de mostrar los métodos para ello dentro de los límites del mismo sistema de valores que tratamos de
defender. Mas esos métodos parecen cada vez más alejados de nosotros,
débiles y difíciles, es más, quizás ineficaces para el fin a los que los destinábamos.
Es posible que Occidente haya incurrido en una contradicción "in terminis";
es decir, que así como el diablo
persiguiendo el bien consigue el mal ( en la definición de Mefistófeles por
Goethe ) quizás Occidente persiguiendo el bien ha conseguido el mal. Como
ejemplos : la Fé en la sabiduría de las masas
sobre el individuo; la legitimación por la mayoría en vez de por las
élites; la asignación de iguales valores y derechos al intolerante que al
social-constructivo; al parásito que al eficaz; en suma la irresponsabilización
individual y la confusión de los valores expresadas en las lineas que
anteceden.
Pero no
se trata de defender el relativismo del derecho y con él del resto de los
sagrados valores que a la postre han construido nuestro mundo; ya he dicho que
siempre la actuación ha de realizarse dentro de los limites del lo derecho que
se plasma en los derechos humanos: Pienso que mientras nuestro mundo no domine
institucionalmente y eficazmente la guerra no tendrá valor moral para
actuar contra estos postulados morales
de "la razón practica" que a pesar de todo creo que conducen hacia
adelante a nuestro mundo. Aquí solo he querido señalar peligros y deficiencias
en el marco de una reflexión critica.
Sin
embargo por ello mismo mi conclusión aquí no puede ser otra que la impresión de
que está cambiando de forma importante nuestra especie en ese camino de la
evolución histórico cultural. El hormiguero logra construir nidos complejísimos,
sin que existan voluntades individuales ni plan director. Quizás nuestra
especie camina hacia un hormiguero que conquistará las estrellas y poblará la
galaxia mientras que poco a poco se atenúa la nostalgia sobre otras formas de
lo que pronto será pasado. Entonces A. Huxley y su Mundo Feliz así como Orwell
habrán entrado en el camino de la realización, que desde luego a mí no me
gusta.
En todo
caso aun estamos a tiempo, pero para ello es preciso entre tantas otras cosas y
según las reflexiones que he expuesto que al menos se cumplan las siguientes:
Recomendaciones
La
difusión entre las élites las autenticas características del ser humano
y sus debilidades y virtudes.
El apoyo
de los gobiernos a nuevas técnicas y actitudes educativas.
Por ello
mismo el amparo en los medios, sobre todo públicos de difusión, de las
adecuadas opiniones e imágenes y desde luego también con censuras de la
violencia y del odio.
La
implantación de medidas legales y técnicas de seguridad y de lucha y
aniquilamiento de los grupos parasitarios
y destructivos que antes decíamos.
La
aceptación del statu quo respecto a fronteras y nacionalidades, brindando, sin
embargo, a todos el desarrollo de sus peculiaridades lingüísticas, culturales
etc.
La
concienciación a todos de la marcha de nuestro mundo en este planeta, pequeño
pero único hacia una aldea global en la que todos vivimos.
La
educación en la sensibilidad humanística.
x x x
IV
CONSIDERACIONES FINALES
Así, pues
hemos descrito dos grupos de conclusiones. La primera procedente de la
etosociobiologia en la primera parte de este trabajo. Estas conclusiones
señalaban las condiciones necesarias desde la ciencia natural de la antropología
para que la tolerancia y la paz sean estables socioevolutívamente; es decir, en
la evolución biológico-social de nuestra especie.
El
segundo grupo de conclusiones derivan de las reflexiones humanísticas en la
segunda parte de nuestro trabajo.
Puede,
pues concluirse que ambos grupos de condiciones son complementarias y
correlativas. POr ser complementarias expresan la necesidad de que todas ellas
se cumplan en nuestro objetivo de la paz; por ser correlativas se expresa que
unas condicionan a las otras y no pueden darse tampoco separadamente.
Parece
imparable la coexistencia, pues de los dos tipos inseparables de evolución en
el hombre: la biológica y la social, sin embargo la segunda ha tomado la supremacía
y a ello lo llamamos con Lorenz el proceso de autodomesticación.
Ahora
solo queda que resumir los diversos grupos de conclusiones.
A.
Conclusiones desde el punto de vista etobiológico.
1. Un
desarrollo económico suficiente que permita la cobertura de las necesidades
vitales mínimas a toda la población.
2. Una
tolerancia ideológica que permita la diversificación necesaria para que opere
la evolución y selección cultural.
3. Una
comunicación social amplia, para que el juego iterativo; es decir, los
intercambios de opiniones, económicos e incluso afectivos, permitan el ágil
juego de la vida.
La
facilidad para los viajes, los aprendizajes de idiomas, la aparición de una
cultura común de la juventud parecen mostrar el cumplimiento de esta condición
en nuestro actual mundo.
4. La
intolerancia respecto al intolerante. O dicho de otra manera, la existencia de
una legislación clara y de una aplicación de la misma firme, siempre basada en
los derechos humanos y en el respeto al prójimo.
B.
Conclusiones desde la cultura humanística
1. El aumento en la escuela y en la Universidad de
la formación humanística y de la lectura.
2. El aumento de la responsabilización de las
personas frente al igualitarismo y la disculpa evaluando en realismo los
riesgos y peligros de las conductas y personas desvientes.
3. El mejor control de los medios bajo la ética del
respeto a la intimidad, la fama y los
ideales éticos y humanísticos.
4. El fomento y consideración hacia los
intelectuales y expertos en cuanto a su influencia y prestigio social y la descalificación de los seudointelectuales
identificables por sus opiniones precipitadas y rotundas.
Universidad
de Valladolid: secretariado de publicaciones e intercambio científico:
a-Psicopatología
actual: problemas y conjeturas. Agustín Jimeno Valdés.
b-Diálogos
de fin de siglo: Apuntes para un ideario en la transición al tercer Milenio.
Agustín Jimeno Valdés y Pedro Gómez Bosque.
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