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viernes, 28 de septiembre de 2012

SOBRE LA VIOLENCIA Y TOLERANCIA Y LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA CULTURA.


SOBRE LA VIOLENCIA Y TOLERANCIA Y LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA CULTURA. 
     Prof. A. Jimeno Valdés
            agjimenova@wanadoo.es
     " Que nadie hable según el libro, sino por las exigencias de su corazón " [1] 
     Introducción. 
     Es evidente que la preocupación central que brota de todos los participantes en estos diálogos está centrada en la supervivencia de nuestra cultura, en cómo evitar las guerras y la violencia en general y todo ello preservando como carácter más preciado la libertad.
 
     El Prof. Gómez Bosque en el primer apéndice ha considerado las actitudes y creencias que presentan las religiones y cosmovisiones más importantes en torno a la tolerancia y convivencia pacífica y ha mostrado que las más importantes siempre han defendido los ideales también evangélicos, del amor entre los humanos y la paz.
 
     Mas esta afirmación , válida en general para las religiones y cosmovisiones superiores, se ha ido abriendo paso en los tiempos históricos entre otras actitudes que, o bien han justificado las guerras de agresión   o incluso las han exigido como un deber.
     No será necesario recordar los antiguos imperios asirios y babilónicos; los sacrificios humanos de las culturas andinas; las colonizaciones de Grecia y de Roma; y en tiempos mejor conocidos y próximos, las guerras europeas de religión: las persecuciones raciales de la segunda guerra mundial y en fin los genocidios o intentos de genocidio aún "justificados " en nuestros años  presentes.
    
     Por lo tanto se imponen dos preguntas cruciales:
 
     1. Hasta que punto la agresividad intra específica ( eso llamado el mal de Lorenz ) y la guerra han sido necesarias en la evolución biológica primero y en la evolución histórico cultural después.
 
     2. Hasta que punto a partir de la situación presente caracterizada por armas infernales capaces de destruir la vida entera sobre la tierra, puede y debe abolirse la "agresividad intra específica" tanto en los imperativos jurídico-morales como en la realidad fáctica.
 
     Evidentemente además de lo que podemos llamar la agresividad y muerte organizadas, existe la agresividad y muerte individual, o de los pequeños grupos que tememos no podrá desaparecer en mucho tiempo, pero que exigiría seguramente nuevas medidas en ese espacio estrecho pero existente entre la libertad y el delito.
 
     Nadie como Konrad Lorenz se ha ocupado más y mejor de este problema. En las consideraciones que siguen integraremos sus opiniones más importantes con algunos otros estudios tanto de índole biológica como cultural. Lorenz  ha llegado a la conclusión que la aniquilación de la vida por  causa hombre no solo es posible sino hasta bastante probable habiendo identificado diversos factores para ello, y que denominó Los Pecados Capitales de la Sociedad Civilizada.
 
     En todo caso el fin de una civilización, había descrito Toynbee, podía deberse al colapso interno por envejecimiento o por agresión externa. Lorenz, considerando al conjunto de los seres vivos como un mismo sistema en el que queda incluido el hombre, pronostica su posible autoaniquilación como consecuencia de su "hiperritualización" e hiperautodomesticación en la cual la cultura se ahoga así misma  en la ineficacia ( ejemplo posible : mundo oriental ) o bien la autoaniquilación  agresiva ante el predominio de los "halcones" bajo los instrumentos de la industria bélica.        ( ejemplo posible: las ideologías fascistas-nacionalistas.)
 
     Por ello mismo las páginas que siguen deben entenderse como un intento de sistematización y síntesis sobre tan importantes y difíciles problemas. Una sistematización y una síntesis aderezada con algunas consideraciones propias y que surgen de nuestra preocupación , ya antigua, por el tema, y también de otras publicaciones que integramos en la presente y  que esperamos pueda ser útil a nuestro público.
 
     Dividiré estas reflexiones en dos partes: la primera considerará la agresividad y destrucción del prójimo desde el punto de vista biológico. La segunda desde el punto de vista cultural. Es decir aproximaciones al hombre, por lo tanto antropológicas, en dos fases  y que corresponderían primero a conocimientos desde las antiguas Ciencias de la Naturaleza y segundo: reflexiones desde las antiguas Ciencias del Espíritu, para concluir en unos intentos de síntesis de ambas que permitan responder a las dos cruciales preguntas  formuladas.
 
 
 
     I. LA CULTURA DESDE LA ETOBIOLOGIA.
 
     1. El puesto del hombre en el Cosmos.
    
     La última "humillación" que el hombre ha sufrido en su historia de la reflexión y conocimiento sobre él mismo ha sido la aceptación de que el hombre como individuo y como especie pertenece totalmente al orden de la naturaleza, y dentro de esta actitud la apertura a la investigación científica de su consciencia refleja que parecía atributo exclusivo del alma a la que debía su caracter de "persona" radicalmente diferente del ser de los animales. Así el hombre occidental,  ha visto descender su posición desde ser privilegiado en la creación, colocado en el centro de la misma y creado directamente por Dios a una situación que le coloca en la familia de los homínidos y en ese planeta perdido en la galaxia, aunque de momento sea el único habitado que conocemos. Desde luego que pueden encontrarse, incluso en el pensamiento cristiano, contradictores de esta posición privilegiada del hombre aunada en general con la diferencia aristotélica esencial entre el mundo sublunar y el de las estrellas. Citaré como mera anécdota a  Johannes Philoponos del siglo 6 p.C. Como posición contraria sin embargo y en el mismo siglo XIX aún bajo el impresionante progreso de la neurología, Boys Reymond ( destacado neurofisiólogo, estudioso de la excitabilidad neuronal bajo las corrientes eléctricas ) afirmó que la consciencia seria siempre un misterio impenetrable a la investigación científica.
 
 
 
     Así, pues, y por ello mismo, y desde este momento, todo lo que el hombre hace, dice y crea pertenece al orden de la Naturaleza y así la historia, como el arte, como la ciencia jurídica y la filosofía y religión pueden ser estudiadas con la metodología científico natural. Así la clásica división entre ciencias de la Naturaleza y Ciencias del Espíritu habría dejado de existir.
     Habría dejado de existir, empero, en una segunda aproximación: en el momento en que reflexivamente pongamos al hombre como objeto de estudio. En los demás casos es el hombre el actor de su propia evolución y progreso.
 
     No obstante  recomendamos en este momento el estudio de la obra ya clásica de Max Scheler con el mismo título que el presente párrafo y a la que ha aludido el Prof. Gómez Bosque en los diálogos anteriores. Nosotros ahora continuaremos con consideraciones sobre este tema desde el punto de vista de la etosociobiologia.
 
 
 
 
     2. Etobiología y evolución.
 
     La Etobiologia estudia los comportamientos y conductas y constituye un obligado complemento de la biología más antigua centrada sobre todo en la morfología de los seres vivos. Se ha ido demostrando que, naturalmente, las conductas sobre todo instintivas, son patrimonio heredobiológico de la especie y sobre ellas se organizan en cada individuo, o en su caso grupo, las pautas conductuales aprendidas. El estudio comparado de los comportamientos  se ha revelado así como un arma tan preciosa o más  que la morfología para descubrir el parentesco entre las especies, y a su vez nos ayuda a comprender la conducta presente de especies o individuos teniendo en cuenta las pautas instintivas más antiguas y que suelen permanecer como residuos, o bien resurgen en situaciones determinadas por ejemplo en la enfermedad, especialmente las enfermedades mentales humanas. Muy especialmente en el estudio de las conductas humanas y sus  disfunciones este modelo está resultando  especialmente fructífero y para él se ha acuñado un nuevo término que define una nueva ciencia que nos interesa especialmente para  nuestros  temas de hoy: La sociobiología.
 
     La sociobiologia es por lo tanto una ciencia biológica derivada sobre todo de la etología que estuvo muy en boga hace unos 15 años disminuyendo sin embargo un tanto desde entonces su popularidad. Sin embargo es una ciencia sumamente importante. Su objeto principal es doble; por una parte el estudio de las conductas animales en busca de comportamientos cooperativos, altruistas, tolerantes, en suma, que puedan interpretarse como primeros atisbos de la moralidad humana, y desde luego el estudio de sus funciones y valor adaptativo. Por otra parte estudia estas mismas conductas en el hombre tratando de descubrir las raíces biológicas del altruismo, de la cooperación y de la tolerancia, y por extensión de las consecuencias biológicas e históricas esperables a partir de los diversos códigos morales.
     En último término la sociobiologia trató de erigirse en última fuente de legitimidad para las conductas humanas; es decir, de fuente de moralidad. Hemos de adelantar que esta última opinión repite una constante cultural ya detectable en el mundo clásico: la vuelta a la Naturaleza, la huida de la civilización y la tendencia, esencialmente romántica, a considerar al salvaje como " buen salvaje "; etc. etc. Hoy dia perduran estas actitudes en algunas tendencias pedagógicas como las de los teósofos y rezuman en algunos grupos ecologistas. Más ya aquí podemos adelantar nuestra opinión; no se trata de volver a la Naturaleza, sino de superarla, pero una superación dialéctica en el sentido Hegeliano; es decir, una superación que no anula sino que eleva a los componentes inferiores y anteriores en el tiempo. Este doble concepto se esconde, efectivamente, en la palabra alemana " aufheben". Mas volvamos a nuestro objetivo principal: las consideraciones acerca de la agresividad.
 
     La controversia y el problema procede de muy atrás. Todos sabemos que Darwin proclamó la lucha por la vida como motor básico de la selección natural y la evolución. Sus ideas derivan como es sabido del "Ensayo sobre la Población" de Malthus, en el que predecía la ruina y muerte de la Humanidad por inanición  ante su multiplicación creciente  en ausencia de recursos, y de Hobbes el filosofo ingles famoso por sus opiniones negativas y despectivas sobre la naturaleza humana. " el hombre es un lobo para el hombre". La Naturaleza salvaje y la jungla fueron interpretados como la lucha de todos contra todo y todos y los primeros vulgarizadores del evolucionismo como Thomas Hunt Huxley en su "Manifiesto por la Lucha por la existencia" acentuaron estas facetas que culminaron en el concepto de Darwinismo social. Ante estos hechos se justificaba el Estado poderoso, leviatán invencible, pero a la vez garante de la supervivencia del débil ( a al menos algo más débil ).
 
     Por supuesto que la afirmación rotunda de la lucha y competitividad entre especies y dentro de la misma especie comenzó a estar matizada por estudios de campo trasladándose la investigación en biología desde la morfología y taxonomía a la etología y la genética. Así el estudio de las conductas animales y de sus parentescos genéticos bajo el prisma de la genética de poblaciones sustituyeron a formulaciones demasiado rotundas y generales que habían calado en el gran público como "lucha por la vida."
     Es obligado citar un primer oponente a la "Lucha por la Vida". Está documentado en una de las obras más importantes del siglo XIX aun no tan popular como la de Darwin. " El apoyo mutuo" debido al gran biólogo y ideólogo político - defensor del anarquismo - Kropotkin. Asqueado ante la organización política rusa y en el ambiente prerevolucionario de su época postuló que era la cooperación y no la lucha la base de la evolución y progreso. Estudio así también la cooperación en la historia europea centrándose sobre todo en las hermandades y gremios medioevales, y respecto a la biología se adentro en uno de los ecosistemas más feroces por la escasez de recursos: Siberia.  Su obra pone de manifiesto por doquier la colaboración y tolerancia entre especies e individuos. Desde luego que eran perfectamente conocidos el comensalismo,( o amistad entre animales ) la simbiosis ( o cooperación insustituible de base metabólica ) o ciertas formas del parasitismo que no redundaban en la muerte de ninguno de los implicados ( bacterias saprofitas, por ejemplo, si bien éste caso más bien debe designarse como de simbiosis)
 
     Citaremos como sociobiólogo más destacado y con obra accesible en España a O. Wilson, y como complemento, aun más importante a Konrad Lorenz, más bien etólogo, pero distinguido precisamente en la identificación de "eso llamado el mal" ; es decir la agresividad intraespecífica o entre  los individuos  de la misma especie. Otros autores importantes son: Cavelli Sforza; Miller;  Dawkins y Sir Maynard Smith al que luego aludiremos.
 
     En verdad que la palabra tolerancia desde el punto de vista sociobiológico  no tiene mucho sentido. Podría aplicarse a especies que próximas espacio - temporalmente medran, sin embargo, en nichos ecológicos diferentes por lo que no compiten entre sí y en este sentido se toleran. La tolerancia así entendida no presenta problema y se parece bastante a las afirmaciones de tolerancia formuladas por los humanos cuando los elementos divergentes no acechan su puesto de trabajo, ni su vivienda, ni sus mujeres.
     Por ello en biología el término tolerancia debe ser sustituido por el concepto de " colaboración" que suscita su contradictorio: competitividad.
 
     En todo caso rápidamente pudieron ser formuladas algunas leyes biológicas generales que describían el cómo y porqué de algunas conductas cooperativas y otras competitivas.
     Es preciso dejar fuera de lugar las conductas depredativas, que son conductas alimentarías y no propiamente de agresividad y reservar en primer lugar la agresividad para la agresividad intraespecífica; es decir dirigida por un individuo contra otro de su misma especie.
     En resumen y formulándolo muy abreviadamente aparecen como "necesarias" las siguientes conductas agresivas:
 
     1. Las luchas por el territorio bien de caza o bien de residencia. La inmensa mayoría de las especies son territoriales y precisan de un espacio físico para desarrollarse y medrar. En espacios ecológicos difíciles o escasos la delimitación del territorio es vital para no esquilmar los recursos con lo cual todos perecerían. Así descubre y describe Lorenz que el vivo colorido de los peces tropicales sirve como señal de presencia e identificación de especie para mantener a raya; es decir a la distancia conveniente, a un competidor por el mismo alimento. El impulso combativo y la lucha a veces hasta la muerte viene determinada por la proximidad, cuando son traspasados los limites mínimos del territorio. En  general la lucha se salda con la huida del más débil.
 
     2. Las luchas en las estaciones reproductoras. En general compiten los machos para acceder a una hembra o a un harén. El caso más conocido es la berrea de los cérvidos. El fenómeno se observa en casi todas las especies sexuadas.
 
     3. Las luchas por la jerarquía en los animales sociales. Esta jerarquía puede identificarse con la jerarquía sexual o puede ser diferente. Es popular el fenómeno en los lobos y fué vulgarizado  en aquella admirable acción educativa sobre nuestro pueblo más bien ignorante y destructor de los animales, que ejerció  Félix Rodríguez de la Fuente. Creemos esperanzados que Félix precisamente logró el prodigio de cambiar la mentalidad de las nuevas generaciones de españoles y así ahora nos parece más natural que escolares planten árboles y no que vayan " a por nidos" La actual  conciencia ecológica entre nosotros deriva creo de aquellos años y aquellas iniciativas.
 
     Fenómenos idénticos pueden describirse en los primates y con ellos en el hombre. Aún así es sabido que las conductas animales instintivas poseen en general mecanismos también instintivos y automáticos de parada y limite en la lucha ritual izada que se organiza en las situaciones anteriormente descritas. En el hombre en cambio su pobreza instintiva y la construcción de armas que por actuar a distancia impiden el normal funcionamiento de los sentimientos de compasión y perdón, hacen de las estas luchas e intolerancias de raigambre biológica un peligroso fenómeno que desde luego ha estado en el origen de muchas guerras.
 
     Un carácter totalmente nuevo y peligrosísimo brota respecto a la agresividad de la condición humana:  El odio, y el concepto de enemigo. El competidor por el mismo bien escaso, sea un puesto de trabajo o una prebenda política, es, en principio, meramente adversario; es decir, no posee sentimientos negativos respecto la persona del contrincante. Una vez dilucidado el problema la situación debe volverse neutral por lo menos. En cambio el odio se caracteriza por el afán destructivo sin motivos racionales, aunque pueda surgir de la competición, pero se extiende más allá de la misma. Su finalidad no es desplazar al contrincante sino eliminarlo físicamente. Así surge el concepto de enemigo. Un producto peligroso de la razón humana o si se quiere de las funciones de su neocortex que tiende siempre a la cristalización de  los sentimientos en conceptos que son tenidos por  realidades absolutas. De este mismo fenómeno surge el síntoma patológico del paranoidismo, mas la discusión profunda de estas cuestiones nos alejaría del problema que estamos presentando.
 
     Es decir, que desde el punto de vista biológico es aceptable y necesaria la competitividad, mas en el hombre se torna peligrosa para todos por lo que es preciso acudir a otras formas de conducta; aquellas que surgen de la ética racional. Mas ¿Cómo compaginarlas?
 
     Es preciso continuar nuestra reflexión escudriñando desde la sociobiologia las conductas de cooperación entre individuos o especies e incluso las conductas altruistas también importantes y que consisten en la autoinmolación o sacrificio del individuo en pro de  otro o del grupo en conjunto.
 
     Son por supuesto los animales sociales quienes ofrecen mejores y más fuertes conductas altruistas:
     Las abejas obreras que defienden la colmena, los soldados termites a la puerta de los termiteros, también la madre en general defendiendo a sus hijos, y el soldado, el santo, el mártir y el héroe que en las sociedades humanas exponen o ofrecen su vida por los demás. ¿ Cómo es todo esto explicable ?. Es tema fundamental de la sociobiologia y en principio llega a una conclusión o ley general que no resulta totalmente satisfactoria pero que es evidente que porta una enorme parte de la verdad.
 
     Ley general del altruismo: El altruismo de un individuo o su disposición a sacrificarse por otro o su grupo es directamente proporcional a la consanguinidad que porta aquel por quien se sacrifica. O dicho de otra manera son los genes los auténticos destinatarios de la "lucha por la vida " y los que son protegidos y estimulados a su propagación en la evolución.
 
     Esta teoría tiene su confirmación por ejemplo en el hecho de que las abejas obreras comparten con sus hermanas " clónicas" más genes que con los zánganos y además no tienen hijos a quienes proteger.
     Estas doctrinas permiten la expresión y la obra de Dawkins  " El gen Egoísta", un pleno de ventas que popularizó la afirmación de que la selección natural no se ejerce sobre los individuos de las especies sino sobre la genética de las poblaciones.
     Nada digamos de las sociedades humanas matrilineales en las cuales es jefe de la familia el hermano de la madre que desde luego comparte con los hijos de ésta más genes que el padre con la madre. Un residuo de este hecho lo comprobamos en la condenación bíblica del onanismo de Onan, por supuesto, que es malvado no por otra cosa sino porque derrama su semilla en la tierra en vez de en el vientre de la esposa de su hermano muerto de forma que impide la propagación de los genes de su hermano y que él tambien porta.
     Notemos por lo demás que los seres humanos aún los más distantes genéticamente comparten la inmensa mayoría de sus genes y hasta con el mismo chimpancé, creo recordar, compartimos al 90 % del genoma. Cavelli Sforza, entre otros precisamente están realizando una gigantesca labor de medida de distancias genéticas entre pueblos o supuestas razas   que ha llegado a la conclusión de que todos descendemos de una Eva primigenia que vivó en el Sureste de África hace un millón de años. Se impone un origen común   de las razas que se forman precisamente por aglomerados externos y aculturaciones, y que por lo tanto jamás son ni pueden ser "puras". Los estudios lingüísticos  avanzados parecen llegar a conclusiones similares.
     En todo caso cabe hacer la siguiente pregunta:
     ¿ Acaso no comparten suficientes genes todos los humanos, y aún todos los animales que poseen el mismo código genético, cómo para justificar el altruismo universal ?
 
     ¿ Acaso no es necesaria la colaboración de todos los seres y la conservación ecológica de los espacios y de las especies como condición de estabilidad evolutiva mínima ?
 
     ¿ Acaso la extrema dinámica biológica y social de nuestra especie no exigen  en nuestro proceso de autodomesticación el establecimiento de reglas y limites que permitan la supervivencia y medro sin poner en peligro la supervivencia ?
 
Hoy dia creo que casi todos estamos conscienciados de estas necesidades y que quien las niega más bien adolece de falta de cultura y esta sería la conclusión importante de las reflexiones que siguen: La cultura y el conocimiento obligan razonadamente a la tolerancia y convivencia. Precisamente, por ello los conocimientos antropológicos deben ahondar en el refuerzo de tales creencias y conductas. Este pues es el objetivo de todas estas páginas.
 
 
 
 
 
 
 
     3. La evolución y la teoría de los juegos de Sir Maynard
 
 
     Dentro de los modelos teóricos aplicables hoy dia para comprender la evolución biológica tiene,  en mi opinión un lugar destacado el de Maynard Smith que se integra muy bien con las opiniones actuales sobre los mecanismos dinámicos del conjunto de la naturaleza que actúa en el mismo proceso evolutivo con "desconocimiento de todos los factores implicados y de las consecuencias posibles de cada uno de sus cambios".
 
     Sir Maynard Smith  acuña el concepto de conducta evolutivamente estable; es decir que conduce a una adaptación suficiente de la especie en cuestión. Es preciso recordar que sobreviven no "los mejor adaptados" sino simplemente los adaptados y por supuesto esta supervivencia es, como todo, limitada en el tiempo, aunque los fósiles vivientes, desde algunos moluscos hasta los batracios nos muestren impresionantes éxitos biológicos en el espacio, el tiempo y el número de individuos. Sin embargo el Homo Sapiens es de origen reciente y además tremendamente dinámico, hemos de suponer tambien que sus caracteres morfológicos y en todo caso los culturales son tan importantes como para considerarlos completamente integrados en su "naturaleza".
     Por lo tanto desde el punto de vista de este modelo nos preguntamos "sencillamente":
 
      ¿ Son estables en el hombre las conductas agresivas intra específicas?.
      ¿ Son estables las conductas tolerantes intra específicas?
      ¿ En qué condiciones ? ¿ En qué cuantía de tolerancia o de agresividad ?
      ¿ Cómo podemos establecer un modelo que permita contestar a todas estas preguntas. ?
 
     Realmente desde estudios puramente biológicos es imposible contestar a estas preguntas por lo tanto desde la pura "etosociobiología" el asunto parece quedar en tablas al constatar la convivencia entre Caín y Abel o entre halcones y palomas, de forma que un cuantum de cada una constituyera pautas de conducta evolutivamente estables como pedía Maynard Smith.
 
 No es  necesario acudir por otra parte a un instinto destructor especifico, como afirmó Freud con su Tanatos ante la crueldad de la guerra y al avance del nazismo. El concepto freudiano de instinto está completamente superado por los conocimientos sociobiológicos y es evidente que ningún instinto o conducta cuales quiera, como cualquier otro suceso u objeto de este mundo, puede existir sin una razón suficiente, causa o motivo que lo produzca.
 
     En todo caso tampoco podemos afirmar que  ambas conductas fueron necesarias. Dada la  importancia de esta conclusión volvemos a escribir:
    
     No hay pruebas de que las conductas agresivas sean imprescindibles siempre. En abundancia de recursos respecto la población existente en todo caso no parecen necesarias. Por lo tanto una primera condición para la paz seria:  la abundancia suficiente de recursos; mas  ? Cuánto es suficiente para el hombre marcado siempre por su aparente destino fáustico de su insaciabilidad ?
 
     Vamos pues a considerar otro punto de vista en nuestro esfuerzo de aproximarnos a algunas conclusiones razonadas o razonables.
    
 
     4. Un experimento " in vitro". El Juego informático de la vida.
 
      La teoría matemática de los juegos iniciada por Von Neumann inicia su andadura para resolver cuestiones para las cuales no se dispone de información completa y por lo tanto pueden aplicarse diversas soluciones cuya ganancia o pertinencia debe o puede calcularse bajo la suposición de las diversas posibilidades de actuación del contrario. Es la situación  en los juegos de cartas, especialmente los de envite, pero por supuesto tambien remeda infinitas situaciones reales de la vida.
     Se parte del llamado dilema del prisionero. Supongamos dos prisioneros sospechosos de haber cometido un delito. son mantenidos aislados y se les somete a interrogatorio por separado bajo la siguiente norma:
     Si coopera confesando  que los dos son culpables ( supuestamente la realidad del caso aunque ello es de suyo indiferente para la teoría) ambos recibirán como pena dos años de cárcel. Si en cambio  defraudas afirmado tu inocencia el otro tendrá que pasar cuatro años en la cárcel y tú saldrás libre. Si los dos mienten afirmando su inocencia ambos recibirán cuatro años de pena.
     De esta forma se establecen las llamadas matrices de pagos a cada jugador según las estrategias seguidas por él mismo o por su oponente.
     Las situaciones pueden variarse hasta el infinito siendo decisivos sin embargo lo siguientes parámetros:
     Si el juego es a un envite o es iterativo entre los mismos contrincantes.
     Si cada contrincante es capaz de reconocer al oponente y recordar cómo ha jugado hasta el momento.
     Recomiendo como breve revisión del complejo asunto los  artículos de Investigación y Ciencia reseñados con los nr. en el índice bibliográfico. En el de Delahaye se presentan diversas estrategias calificables con diversos apelativos como bonachona, halcón, rencorosa, malvada, lunática etc. El cálculo de los resultados pronto se torna  imposible sobre todo si se acepta la intervención de varios contrincantes cada uno con estrategias diferentes y además se aumenta el numero de partidas a fin de ver la evolución a largo plazo de las diversas estrategias.
     Por todo ello se utiliza el ordenador a fin de ejecutar prácticamente las partidas a gran velocidad y someter después a análisis estadísticos los resultados.
     Otro procedimiento utilizable es el llamado "juego de la vida" en el ordenador. Se dibujan células o organismos constituidos pro un conjunto de varios o un píxel activados y se les adjudica en el programa algunas sencillas reglas de comportamiento en razón de la  presencia etc, de otros organismos. En este caso las células equivalen a las fichas, por ejemplo del juego de damas, y las instrucciones del programa a las reglas del juego.
    
     Los resultados de la simulación en el ordenador bajo esta disposición pueden ejemplarizarse en el articulo de A. Lloyd citado en la bibliografía. Dotando  a las células alternativamente del carácter de " asesinas o intolerantes" y cooperadoras o altruistas y confrontando sus juegos a lo largo de numerosas sesiones observa el resultado en la misma pantalla del ordenador en búsqueda de si las asesinas acaban con todas las cooperadoras y eventualmente con ellas mismas o se establecen estructuras estables de otro tipo.
     El resultado no deja de ser fascinante. Se instauran efectivamente distintos modelos o configuraciones con predominio de unos u otros individuos que " dibujan" diferentes espacios o configuraciones. Múltiples formas muestran la multiplicidad de posibilidades de coexistencia, al menos mientras se juega la partida, mostrando diversas cuotas de estabilidad. Al fin se muestra que se establecen islas de halcones o islas de palomas y que en los bordes entrambas aparecen figuras de inestabilidad caótica.
      Volveremos a referirnos al estudio simulado con el ordenador de diversas estrategias de juego en búsqueda de la optimización entre cooperación o defraudación.
     Es preciso decir que las teorias de los juegos han sido enormemente importantes durante la guerra fría  y que parte de las investigaciones han sido sufragadas por presupuestos militares. La estrategia de la OTAN denominada en su dia " Respuesta flexible" ha sido desarrollada mediante este procedimiento.
     Deseo comentar un experimento esencialmente famoso que se realizó en gran escala en Estados Unidos desde la Universidad de Michigan, ideado por Axelrod. Consistió en la puesta en juego entre amplio grupos de expertos de todos el País de diversos programas en búsqueda del más eficaz y estable a largo plazo. Método, el descrito anteriormente la simulación en el ordenador central de los diversos programas propuestos y su interacción durante un largo tiempo.
     Frente a programas tremendamente complejos ganó el propuesto por Rapoport; enormemente sencillo y a la vez enormemente eficaz en una táctica que parece recordar la propuesta por algunos estrategas de la historia clásica. Una estrategia que dice solo lo siguiente:
     Comienza por cooperar y continua respondiendo de la misma manera que tu oponente. Si él defrauda, tu defraudas hasta que de nuevo coopere, entonces vuelve a cooperar.
     Se denominó a esta estrategia El Tit for Tat o más sencillamente en español el "Toma y daca" Seguramente corresponde tambien a la más antigua de "Ojo por ojo y diente por diente" . Desde luego no parece corresponder a la recomendación cristiana de  poner la otra mejilla. Parece, pues, que el pacifismo a ultranza es posible pero difícil.
 
     Mas a su vez esta conclusión es de extraordinaria importancia y por ello de nuevo la escribimos en forma resaltada:
 
     Las conductas totalmente tolerantes y cooperativas parecen evolutivamente estables en ausencia de agresivos  egoístas.
 
     Ahora veamos que factores modificativos pueden aparecer concomitantemente con la característica esencial del Homo Sapiens: La aparición del lenguaje y la cultura.
 
 
 
 
     5. Filogenia de la cultura humana. Consciencia.
 
Ya hemos abordado este tema en el diálogo tercero. Por su importancia presentamos aquí en resumen mejor sistematizado del problema, según nuestros puntos de vista. 
 
     Siendo la consciencia una función cerebral organizada en el curso de la evolución biológica importa averiguar:
     Las circunstancias en las que apareció y las pruebas paleontológicas, históricas etc. que muestran su presencia.
     Las ventajas evolutivas que aportaba.
     Las estructuras neurales que las sustentaron e hicieron posible.
 
     Todo ello trasciende el tiempo y posibilidades de estas lecciones y remito sobre todo a mi monografía en vías de publicación (Problemas y Conjeturas en la Psiquiatría actual ) y al texto de B. Irrgang.  Aquí tan solo telegráficamente aludiré:
          a) Los atisbos de pruebas respecto a su aparición
          b) Los procesos que la hicieron posible.
          c) Las ventajas biológico evolutivas de la misma equivalentes a las funciones básicas que reportaba.
 
     a) Son los enterramientos sobre todo cuando se acompañan de ajuar, los datos más importantes respecto la existencia en esa cultura de la creencia en la vida tras la muerte y por lo tanto de la independencia ( subjetivamente percibida ) del alma respecto el cuerpo. En segundo lugar las creencias animistas que personificando lugares, fuerzas y sucesos de la Naturaleza atribuyen a la misma las mismas cualidades de "intencionalidad y voluntad" que a su propia conducta y la de sus semejantes. Por ello súplicas y sacrificios para los dioses del trueno y el rayo y la cosecha. Por supuesto tambien el documento escrito en épocas históricas. Sin embargo suelo aceptar dos niveles en esta aparición histórico evolutiva de la consciencia. El primero elemental ejemplificado solo en las conductas ( religiosas que citamos ) el segundo explicito respecto a la inclusión de la función consciente como atributo esencial de la persona humana. Éste segundo se encuentra, se dice, solamente a partir del siglo XVI especialmente a partir de Erasmo de Rotterdam que se dice fué el primero que empezó a leer sin pronunciar ni mover los labios acercando la lectura al lenguaje interno. Nada más aducimos.
 
 
 
     b) Este tema siempre nos ha fascinado. El cómo y el porqué, desde el punto de vista de la ciencia natural, de la ascensión en complejidad y categoría de las formas animales y por extensión de los procesos generales de "anamorfosis" en el cosmos. Tambien en el curso de los Diálogos he aludido  varias veces a esta cuestión que presentamos aquí de forma mejor sistematizada.
     Es sabido que las leyes de la termodinámica, especialmente la segunda bajo el concepto de entropía parecían predecir más bien la degradación y final entrópico. Fácilmente se mostró ( desde Schrödinger a Julio Palacios ) que desde luego los seres vivos no contradecían las leyes termodinámicas, pero desde luego éstas no explicaban el cómo de las procesos de diferenciación y complejización de la evolución. Aquí medraron las explicaciones dualistas, vitalistas teleológicas y en conjunto supracientíficas. Sin embargo era tan continuo, tan universal, tan aparentemente "esencial a la Naturaleza" este proceso que siempre pensé, (en contra de lo que me enseñaban en las edades de mis estudios de bachillerato ), que  desde luego esta evolución ascendente no podía ser un proceso excepcional y milagroso sino debido a las leyes más habituales y normales que sin embargo aún no parecían descubiertas. La falacia del argumento en contra centrado en el azar, llevaron enseguida a un atisbo de explicación: Es decir cuando se nos decía que la aparición espontánea y natural de un ser vivo era  tan imposible como si tirásemos al aire al azar todas las letras que componen el Quijote esperando que se recompusieran para recrear la maravillosa novela. Pero, claro, las afinidades entre los átomos y las moléculas entre sí precisamente no son iguales, sino que  presentan preferencias y ...bueno todo la química está aquí para empezar, y por lo tanto echando los átomos y moléculas al aire se unen y separan según.....
 
     En todo caso hoy dia disponemos de claras explicaciones sobre los procesos naturales de la aparición de la complejidad:
     La Teoría General de los Sistemas de Bertanlaffy.
     La sinergética de Haken que describe la aparición espontánea del orden por ejemplo molecular o de la luz coherente en determinadas condiciones.
     Las ciencias del Caos y del Orden o del caos determinista y que operan en todos los sistemas naturales. ( Prigogine, Stengers y otros...)
     Las teorias de las condiciones para la aparición de autoreduplicación molecular, origen de los sistemas genéticos de Eigen. ( Sistemas autocatalizadores )
     El constructivismo radical de Roth y Schdmidt.
     Y en general todas las ciencias que, desde Lorenz, estudian el proceso evolutivo como un proceso de adquisición de conocimiento ( o de incorporación de legalidades del nicho ecológico a las estructuras y funciones de cada especie ) o lo mismo visto desde otro punto de vista: las teorias sobre el conocimiento desde el punto de vista biológico evolutivo que conforman al fin tambien la mente humana....
     Las teorias de la Autopoiesis de Varela y Maturana.
 
     Pese la fascinación que me producen todos estos maravillosos hallazgos científicos y matemáticos que añaden un nuevo paradigma a nuestro conocimiento de la Naturaleza, remito a la bibliografía para su mejor exposición dedicando tan solo dos palabras para el concepto de Autopoiesis debido al origen hispánico de sus autores y a lo poco conocidos que son entre nosotros.
 
     Humberto Maturana ( n. 1928) estudió medicina en Santiago de Chile y en Harvard.   Francisco Varela ( n.1946 ) tambien formado en Chile y Harvard trabajó con el anterior en los fundamentos cibernético-informáticos del conocimiento ( o mejor del "conocer " ) y de la consciencia. Tras un periodo en el Instituto Max Planck de Investigaciones Cerebrales de Munich escribió con Maturana " Der Baum der Erkenntniss" ( 1987 ) ( El árbol del conocimiento ) trabajando actualmente en la Escuela Politécnica de París.
      El concepto de Autopoiesis describe la actividad recursiva sobre el propio organismo y según reglas propias. En principio no existe intercambio de información con el exterior, sino solo de materiales y energía que se invierte en el mantenimiento y reproducción de la propia organización. Así pues el proceso del conocimiento no produce un modelo interno del mundo, sino una creación continua del mundo a través del mismo proceso autopoietico de la vida. La "realidad" es creada en el propio proceso de observar y la imagen que lo ejemplifica puede encontrarse en el conocido dibujo de Escher de las manos que se dibujan a  sí mismas. Todo ello nos recuerda a Zubiri en su descripción del conocimiento como una hiperformalización sobre los datos sensoriales; y por supuesto a Von Weizsäcker en su doctrina sobre El circulo de la forma o la identidad entre la percepción y el movimiento, y el recuerdo en suma de que si nuestro mundo está organizado en objetos con limites en superficies y con masas inerciales se debe a nuestra capacidad psicomotriz que tiene que andar entre las cosas sin tropezar. Y desde luego también nos recuerda a nuestro Ortega Gasset y su concepto de la razón vital; la razón emanada y al servicio de la vida.  Al fin y al cabo tambien la maravillosa estructura de cámara fotográfica del ojo se debe, cómo en la cámara, al hecho de que ambas están hechas por y para  la luz y por lo tanto cumpliendo las leyes de la óptica.
 
     c) Las ventajas evolutivas y funciones básicas de la mente y la consciencia pueden resumirse, como estudiamos a continuación pero para ello inauguramos un nuevo párrafo:
 
 
 
    
     Ventajas para el sujeto.
     1. El conocimiento del estado del propio organismo.      
      2. La intercalación entre  el estímulo y la respuesta de      un tiempo de reflexión que permite la mejor elaboración de   la misma respecto experiencias pasadas. ( Aprendizajes )
     3. La posibilidad de reprimir la respuesta emotiva e impulsiva sin reflexión a las posibles consecuencias de la misma, para ser sustituida por una respuesta inteligente y elaborada o al menos basada en el aprendizaje individual.
 
     Ventajas para la especie.
     1. La distinción entre el yo y el tú y la aceptación paralela del tú como entidad análoga al yo permitiendo el trabajo en equipo y la aparición posterior de la familia y la sociedad.
     2. La distinción entre yo y el mundo con la singularización progresiva del ser vivo y el aprovechamiento de entornos o nichos ecológicos cada vez más complejos aumentando la ventaja evolutiva.
    
     En niveles superiores y humanos:
     1. La superación de la frustración y el dolor mediante la aparición de la consciencia moral y el arrepentimiento. Fases estas de obligado cumplimiento para acceder a la personalidad madura, que se evalúa entre otras cosas por la capacidad de tolerar la frustración ( o dicho de otra forma y vulgarmente) de ser feliz pase lo que pase.
     2. La aparición del concepto de trascendencia y por lo tanto de la facilitación de conductas éticas y altruistas.
     3. La aparición de las "vivencias de libertad" coextensivas con la intencionalidad de la consciencia, según hemos descrito.
     4. La aparición de la "represión y censura" en sentido psicoanalítico que profundiza aún más la consciencia aumentando las cualidades de "sui juris" inherentes a los conceptos religiosos y normativos de "persona".
     5. Por último el aumento continuo de la profundidad de la consciencia como resultado de la progresiva autodomesticación de la especie humana, permite la complejizacion de las estructuras sociales que deberían vehicular las posibilidades técnicas de las comunicaciones electrónicas.
 
     Con esta última aseveración entraríamos en un terreno polémico aun de la máxima actualidad en la ciencia de la psicohistoria y la sociobiologia. 
¿ Estamos realmente  en una vía de profundización de la consciencia individual,  por lo tanto de la mejoría de la conciencia moral individual, o más bien avanzamos hacia una iresponsabilización del individuo, bajo el espejismo de una cultura de la libertad y permisividad que conduce a la trivialización de las valores humanísticos clásicos que ha creado occidente y que en su contradicción perpetua parece eliminar ahora ?
 
     Pero yo no sé responder aunque tengo miedo. De la misma manera que el problema de la capa de ozono y del efecto invernadero y de la acumulación de las basuras radioactivas y de a donde nos conducirá la ingeniería genética, el problema de la calidad de la evolución histórico cultural de la consciencia como función mas elevada del ser humano se me escapa. sin embargo al final de este trabajo volveré sobre esta cuestión para precisar algo más mi pensamiento.
 
     Ahora pasaré a la segunda parte de este apéndice: una aproximación a los temas de la cooperación y tolerancia desde puntos de vista humanístico.



 
              II  CONCEPTO HUMANÍSTICO DE CULTURA
 
     En el interior del hombre
     habita la verdad.
              San Agustín.
 
 
 
 
     1.   ¿ Qué es pues la cultura ?
 
     Parece necesario en primer lugar una definición de la cultura desde la ciencia natural.
    
     1.1. La cultura desde la ciencia natural.
    
 
           Hubo una época en la cual la palabra cultura llenaba la boca y entorpecía quizás el entendimiento. Se traducía fundamentalmente desde el alemán y en él la palabra Kultur con su K. provocadora estimulaba resonancias imposibles al parecer en el Sur. Con frecuencia se citaba concomitantemente con Bildung (Formación), y ambas, formación y cultura, determinaban el aprecio general de una persona en la intelectualidad del mundo.
 
     Hoy, por el contrario parece que cultura y formación han preterido en nuestra civilización,  que antepone el tener al ser y al sentir, y mas bien la cultura parece un lastre del que debe desprenderse incluso quien la posea. La disminución continua de las humanidades en la escuela, la especialización técnica necesaria en la producción y la acción social, la sustitución continua de la palabra por la imagen, parecen asesinar completamente  la cultura en su concepto tradicional y no sabemos si parte de los males que acechan al mundo son consecuencia de la ausencia o del antiguo exceso de la misma. Sí; el antiguo exceso, ya que cultura se hermana en primer lugar con opinión e ideología que frente a la ciencia y a la técnica, parece suponer un prejuicio frente a un autentico saber. Y sin embargo nada más lejos. Toda técnica y todo conocimiento son nada sino están informados por la cultura.
    
 
 
    
     Desde el punto de vista más estricto; es decir sociobiológico Tylor define la cultura como el conjunto de conocimientos, creencias, artes, normas éticas y actitudes  costumbres  y modas...adquiridas por un individuo como miembro de una sociedad. El criterio más importante en esta definición es el de " como miembro de una sociedad" No importa, pues desde esta definición en el espíritu de la ciencia natural, el espíritu absoluto, o el mundo III de Eccles y Popper, o el saber y decir archivados en libros o en soportes informáticos.
 
     En esta definición operan dos criterios básicos:
     1. La cultura actúa  desde el individuo y afinando aun más en lo sociobiológico podemos llegar al concepto de cultura como " instrucciones comporta mentales".
     2. La cultura actúa en interacción con los demás individuos. Las redes de interacción, contacto e influencia definirían los espacios socio-culturales y a ellos se aplicarían los análisis propios de los sistemas complejos.
     Las teorías de los sistemas complejos aplicadas a lo cultural y que no es posible desarrollar aquí, datan de épocas ya relativamente antiguas ( Chagnon y Jones, 1979 y Feldman y Cavalli Sforza 1976  bajo la teoría general de los sistemas) y  actualmente son estudiadas por Hayek y otros dentro de la metaciencia del caos y el orden.
     La interacción por supuesto no solo se efectúa mediante la comunicación personal, sino mediante la cultura almacenada y así puede diferenciarse una cultura intrasomática y otra extrasomática según la ubicación de los archivos correspondientes. También se denomina cultura I o cultura interna ( Cloak ) para la primera y cultura externa o cultura II para la segunda.
     A continuación  Dawkins ( 1976) crea el concepto de meme, análogo al concepto de gene y que  es definido como unidad de imitación o unidad de transmisión cultural sea en forma de una instrucción de conducta o en una idea o concepto.
    
     Mas si la cultura así entendida consiste en ultimo termino en instrucciones comportamentales, es evidente que las ideas o conceptos que las acompañan deben entenderse como valores o fuerzas que precisamente determinan y califican la acción y en consecuencia debe afirmarse que en sí mismas idea y pauta comportamental son elementos fundamentales de la conducta humana y por lo tanto de la moralidad. Nótese de nuevo esta importante afirmación: Las ideas y conceptos sobre las cosas y que determinan el mundo cognitivo humano del "ser" y el "deber ser" son por su propia naturaleza morales con todos sus aledaños en la ética y en la juridicidad.
 
     El invento de alguna manera genial de los sociobiólogos consiste en afirmar que la cultura está sometida al mismo proceso de evolución selectiva que los genes. Las ideas y las conductas, pues se transmiten de generación en generación, de individuo a individuo y de pueblo a pueblo según la presión evolutiva y están sometidas a fuerzas de variación análogas a las que se ejercen sobre los genes que controlarían sobre todo las características morfológicas y las estratos inferiores de la neurofisiología.
     ¿Qué fuerzas, pues serían ? Pues indudablemente su adecuación y validez para el cumplimiento de los fines del individuo y del grupo, su supervivencia y adaptabilidad como tal, su progresión y extensión. Massini, Mundinger, Inguilleri, Lorenz y más actualmente  Vollmer G., Bernhard Irrgang  y otros  se han ocupado de este proceso denominándolo de maneras diversas siendo la más común de: Selección cultural en analogía a selección natural.
     Recordemos que una tesis principal de los sociobiólogos con Dawkins a la cabeza ( El gene egoísta ) es que el "objeto a seleccionar" o el autentico individuo de la selección es en un caso el gene y por ello mismo el mene. Un gene puede determinar la composición de la hemoglobina y un mene la creencia en Dios, pongamos por caso. Y en seguida preguntaríamos si  la creencia en el átomo es también un mene propagable según las leyes de la selección y recordando que las potencias capaces de manipularlo ejercen sin duda la fuerza atómica.
 
     Tendríamos que recordar aquí la clásica división entre saberes de dominio y saberes de salvación de Scheler o en un sentido más sencillo saberes de hallar y saberes de determinar. Los primeros dependen del mero conocimiento y los segundos de la opinión, y compárese por ejemplo la tarea de integrar una ecuación con la de calificar un concurso literario.
 
     1. 2. Naturaleza y cultura.
 
     Ya hemos afirmado que hoy día tal distinción ha dejado de ser de suyo operativa. Desde el momento en que se acepta el origen del hombre a partir de la evolución natural y que por lo tanto ya que el hombre pertenece plenamente al   "orden de la naturaleza " todo lo que el hombre piense y nace incluida la cultura es parte de la naturaleza. La influencia de este pensamiento no es baladí. Ha concluido, como decíamos, con la clásica división entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu. Las primeras precisan también del deber ser y de la ética, cada vez más conscientes del impacto de la técnica en el sistema ecológico del que dependemos todos, y las segundas incorporan cada vez más métodos cuantitativos, observacionales y descriptivos de análisis tomados de  las primeras.
     Nada existe, pues, en el hombre que sea meramente natural o meramente cultural; ni mucho menos pueblos o sociedades naturales que se identificaban con las más primitivas y culturales que serían las más superiores. La apelación a supuestas reglas naturales y por lo tanto inconmovibles para determinar la moralidad de ciertas conductas ha dejado de existir y a partir de ello no puede decirse nada sobre, por ejemplo, las tecnologías de la reproducción o la eutanasia.  Cada paso en un saber técnico exige un nuevo  compromiso ético y es evidente además que los mismos pasos de la investigación deben plantarse previamente respecto a su licitud o adecuación ética.
     La ética misma abandona su división en natural y cultural e intenta llegar a una fundamentación científica de la misma lo que equivale sencillamente a la búsqueda de su racionalidad y conveniencia respecto a los fines de la humanidad. Para ello se indaga en la evolución, en las conductas animales y en todas las civilizaciones que nos precedieron o que nos acompañan y su éxito histórico. El darwinismo social parece acompañarnos por todas partes y la dualidad naturaleza- cultura ha quedado abolida para ser  sustituida por genes y por menes centrándose el objetivo en la naturaleza y formas de propagación y selección de los segundos , amen de sus funciones y consecuencias o corto y largo plazo. Es imprescindible, pues, una integración dialéctica de ambos tipos de ciencias y métodos que, desde luego está aún por hacer, pero : 
  ¿ Es ello posible ?
 
 
 
 
      2. Un hecho histórico como ejemplo evolutivo. La aparición  en Europa de la tolerancia religiosa.
 
      El perspicaz lector ya sabe a donde voy a parar. La variación y diversidad  de las normas y valores culturales
equivale a la riqueza y variabilidad genética en las poblaciones de seres vivos que evolucionan. La variabilidad en normas costumbres y creencias son necesarias para que sobre ellas actúe la presión evolutiva y seleccione los menes más apropiados. Una selección cultural eficaz exige, pues la presencia de diversos menes, de diversas opiniones y reglas sobre las que actuar. Así se definiría en primer lugar la regla básica o presupuesto básico para la evolución cultural o selección histórica de los menes: La tolerancia respecto el discrepante. La tolerancia de otros menes que han de competir no por la fuerza sino por su eficacia a largo plazo. La primera ley es la intolerancia para el intolerante, y la tolerancia para el discrepante en la paz y convivencia. La segunda premisa es pues la facilitación del intercambio cultural.
 
      Así  como la selección biológica precisa la presencia de una población de mutuantes de genes y aún de variaciones fenotípicas para la aparición de una  población de individuos con diversos rasgos de variabilidad, así la selección cultural precisa de un pool cultural rico y variado sobre el que pueda ejercerse la discusión y la replica y también la vida concreta de individuos y grupos bajo aquellas normas. Entiéndanlo bien los nacionalistas utópicos de las razas y pueblos puros. La hibridación y la mezcla son condiciones necesarias para el progreso. La consanguinidad y el igualitarismo son antesala de la decadencia.
 
      Efectivamente, la eliminación del discrepante conduce a la rigidez y cristalización de la propia cultura y a la perdida de la capacidad de adaptación y progreso ante las cambiantes condiciones del ambiente. Pueden citarse, desde luego culturas cerradas e intolerantes que así se mantuvieron estáticas durante largos intervalos de tiempo como la Europa medieval y la cultura China tradicional. También existen fósiles vivientes, lo que no elimina la superior capacidad de evolución y de progreso de los grupos ricos en caracteres y dinámicos en su interacción
      Así, pues la eliminación del discrepante, la prohibición de una nueva doctrina, empobrece la oferta cultural al panorama evolutivo y tiende al enquistamiento y rigidificación, claro que también podría aducirse, a la estabilidad.
 
      En todo caso en la historia de nuestra cultura contemplamos un maravilloso ejemplo histórico que se produce en el tránsito desde la edad antigua a la edad moderna centrado en las luchas de religión del siglo XVI y que corresponden a la lucha entre la idea o mene de la tolerancia  respecto a la heterodoxia cristiana con el mene de la intolerancia o ortodoxia, fiel a la tradición antigua. Por supuesto que la transición se hace lentamente y en medio de feroces luchas que contaminan además entre sí unos y otros avances. En todo caso en los años y siglos siguientes asistimos al establecimiento paulatino de las libertades pautadas en lo que podemos llamar las dos revoluciones clásicas de occidente:
      La primera o revolución religiosa que en el tratado de Westfalia en  1648 admite que cada nación tenga la religión de su príncipe. La frase clave es. Cuius regio, eius religio.
      La segunda o revolución política se establece en la revolución francesa en su lema de igualdad, fraternidad y libertad y conduce a los sistemas políticos democráticos modernos.
      Unos países sufren o aceptan las sucesivas revoluciones. Otros se aferran al antiguo régimen. El norte evoluciona más deprisa y en líneas generales vence siempre al sur. En el norte triunfa la tolerancia y en el sur no. Los países de la tolerancia viven un florecimiento cultural industrial y económico asombroso; los demás van a la zaga. Y no caben zarandajas ideológicas ni explicaciones paralelas: el aumento de esperanza de vida, el estado de bienestar y la extensión de la cultura o al menos de la información a todos o casi todos, son innegables y el éxito de una especie hasta ahora se ha medido por la variabilidad y extensión de sus poblaciones.
 
 
      Dado su inmenso valor ejemplificativo y las consecuencias de todo orden que produjo vamos ahora a presentar con algún detalle más esta lucha por la aceptación cultural de la "tolerancia" en el Europa que ha creado el Mundo Occidental, que quiérase o nó a través de su superioridad técnica ha obligado al resto del mundo  a aceptar su civilización en la marcha hacia la Aldea Global  a la que nos dirigimos.
 
      Tolerancia sobre todo se refiere a la tolerancia religiosa o de cultos que tras luchas a lo largo de dos milenios consiguió implantarse en casi toda Europa y de aquí a todas las sociedades avanzadas y democráticas actuales. Puede ser oportuno presentar un breve recuerdo histórico de las etapas y nombres más importantes.
      Nuestra cultura madre; el Estado de Roma es bien sabido que practicó una amplísima tolerancia de cultos y de creencias. Su estructura básicamente jurídica, lo permitió y tan solo exigió el culto al emperador como símbolo del Estado - de derecho - romano. Bien es verdad que solo participaban de estos derechos los ciudadanos romanos, aceptándose por lo tanto no la igualdad por su naturaleza de todos los hombres sino solo la igualdad jurídica de aquellos vinculados por las leyes o las alianzas al Estado Romano. Esta cuestión fué entre otras principal escándalo del cristianismo primitivo; es decir el anterior a Constantino.
 
      Se encontró Roma dentro de su imperio a dos grupos monoteistas y teocráticos totalmente recalcitrantes e intolerantes respecto su posición de tolerancia: Los judíos, con su autoatribución de pueblo elegido de Dios, y los cristianos con su negativa al culto imperial. Las persecuciones contra los mismos derivaban de las correspondientes leyes que pretendían la salvaguardia de la unidad del Estado.
 
      Debido a la descomposición y corrupción del Estado derivado en gran parte de su inmensa extensión, variedad y complejidad y por el desgaste implícito a toda civilización  poderosa como pueden mostrarnos los estudios de Toynbee, el cristianismo fué ganando fuerza como nueva esperanza de la justicia y el orden predicando entre otras la igualdad de todos los hombres bajo el concepto de hermanos en Dios.
      El Edicto del año 311 fué edicto de tolerancia para la creencia y culto publico del cristianismo al lado de todos los demás cultos. El edicto del 313 tras la conversión de Constantino al cristianismo supuso la confesionalidad cristiana del Estado. Pronto el nuevo estado mostró su intolerancia respecto las demás religiones y cultos y el mismo Senado Romano en sus residuos de autoridad se quejaba en el año 384 sobre la intransigencia proclamando la superioridad de la antigua tolerancia de las religiones politeístas afirmando que " no solo existía un camino hacia la verdad."
 
      Las primeras y autenticas persecuciones selectivas del cristianismo fueron organizadas por San Agustín contra los donatistas, si bien el sabio obispo de Hipona que había sido él mismo maniqueo comprendió la fragilidad de la inteligencia humana tan proclive a creer en el error. No obstante la doctrina que permitiría moralmente las persecuciones no estaba al principio clara y se oscilaba entre la posición de Tertuliano, por ejemplo que se basaba en un pasaje bíblico: " al hereje evitalé"; y la posición intolerante que exigía su " conversión " por la fuerza y en caso contrario su exterminio: se trata del famoso: " compelere intrare" ; es decir "obligalé a entrar ( en la verdadera fé )".
 
      Todos sabemos que extinguidas todas las herejias del cristianismo en sus primeras épocas y que habían señalado desde luego, luchas de poder vehiculadas por pequeñas discrepancias en los códigos creenciales, se instauró en la Edad Media una época de estabilidad consolidada en la uniformidad. La civilización medieval tan bien descrita en la Divina Comedia de Dante se apoyó en dos sólidos pilares: el poder político representando por el Emperador y su concepto jurídico del Sacro Romano Imperio, y el Papado. Las luchas llamadas de las Investiduras que competían por los límites de los dominios entreambas tan solo afectaron a detalles y contenciosos de estos poderes, pero no a la estructura básica. La tan tatareada convivencia de las tres culturas en muchos Estados Medioevales, como Castilla, entre musulmanes, judíos y cristianos, hay que decir que fué desde luego incompleta, pues estuvo salpicada por continuas luchas y persecuciones, que fué desde luego injusta, puesto los no cristianos siempre fueron ciudadanos de segunda clase pues no podían acceder a cargos públicos ni tenían libertad de residencia, y por último que solo fueron aceptados mediante un subterfugio jurídico ya que valían como propiedad privada de los monarcas, más próximos, pues al concepto de "cosa" que de ciudadano. El concepto de persona con valor intrínseco solo fué desarrollado a efectos teológicos y antológicos pero no jurídicos ni sociales. A pesar de todo ello nos parece muy bien la apología que en estos tiempos se hace del tema, un tema tan actual hoy como entonces como muestra la última guerra de los Balcanes y que muestra una vez más que no han sido los cristianos precisamente los más tolerantes. Una apología por lo tanto más basada en la utopía que en la realidad histórica.
 
     
      Los finales de la Edad Media tan maravillosamente descritos en la inmortal obra de Huizinga, fueron determinados por la tímida aparición al principio de opiniones discrepantes en entornos de cultura superior, como la Provenza o País de Oc ( Toulose o Tolosa francesa) y la aparición del catarismo. La tremenda represión del mismo abocó a nuevos aires de intransigencia que se ejemplarizan en Castilla y Aragón por la expulsión de Judíos y Moriscos, pero a la vez a una contestación cultural y religiosa que inicia la Reforma y se continua por las terribles guerras de religión que asolaron Europa.            
 
      Fueron los países que lucharon por su independencia como los estados flamencos y valones en poder de la Monarquía Hispánica los primeros que apoyaron su lucha política sobre su nueva fé religiosa - reformada - creando así bajo un enorme poderío económico y comercial proporcionado en gran parte por los refugiados judíos creando así el primer estado moderno.
      Las iglesias y estados reformados que las asumieron fueron sin embargo con frecuencia aún más intolerantes que la Iglesia Romana que de la que procedían y el siglo XVII  fué en general más intolerante que el XVI que tuvo que aceptar por razones de supervivencia y al agotamiento de las guerras, ciertas concesiones que al fin cristalizaron en el tratado de Westfalia en 1648 por el cual con el fin de la Hegemonía Española como principal potencia intransigente, se acepto el lema de " Cuius regio, eius religio" Es decir según la religión del príncipe debía constituirse la religión de su estado. Los príncipes de los diversos Estados-naciones sobre todo del Imperio Sacro germánico se apresuraron naturalmente a aceptar las religiones reformadas a fin de garantizar su soberanía política.
 
      Es preciso decir, que sin embargo que en el Renacimiento y después en la misma contrareforma, las mentes más lucidas y cultas defendieron siempre la tolerancia. Así para empezar el mismo Erasmo que creyó siempre en la conciliación de las distintas iglesias cristianas; Bucero, Castelion, Socino, Comenius, Hugo Crocio, Bodino.... en fin las mentes más preclaras. Desgraciadamente tambien fueron canonizados muchos exaltados como San Vicente Ferrer responsable de los progroms contra los judíos en las comunidades del levante español.
      Tambien es posible citar nombres hispánicos preclaros en esta línea. Alfonso de Castro, por ejemplo obispo de Zamora en el siglo XVI y teólogo de Trento; Alfonso de Virues´ y el más famoso de todos, el humanista español Arias Montano. Estos autores sin embargo jamás dudaron respecto a que la verdad era solo una y estaba de su lado. Defendían lo que se llamo el irenismo; es decir la comprensión indulgente de quien vivía en el " error" por ignorancia no culpable, Tambien desde luego por razones de Estado o convivencia aceptando el Estado multiconfesional. Los avatares de esta cuestión son la misma historia de Europa y que se decantan desde el reformismo a ultranza del Norte, la iglesia estatal pero reformada de Inglaterra, las ambigüedades de Francia y la continuidad pétrea de los estados hispánicos. Nada mejor que acudir a Menéndez y Pelayo en su Historia de los Heterodoxos para documentarse sobre este fundamental problema.
 
      Solo mucho más adelante en el siglo XVIII comienza a fraguarse la idea de la libertad religiosa como un derecho de la persona y del ciudadano. Desde luego esta Libertad es hija de la libertad de examen que habían propuesto los teólogos reformistas y ya había hecho aparición y fortuna en la investigación científica que despega aceleradamente en el Renacimiento. Son ahora, sin embargo los grandes filósofos quienes formulan defienden y razonan la autonomía del individuo y por ende su derecho a la libertad de creencias, opinión y cultos. Spinoza, Leibnitz, Kant, Locke, Bayle y ya posteriormente los enciclopedistas con Voltaire y Diderot a la cabeza son las figuras  relevantes y todos ellos contribuyeron por fin a la Gran Revolución Europea que acaba con el Antiguo Régimen; es decir la Revolución francesa que pese a sus luchas sangrientas e intolerancias defiende los primeros derechos humanos presididos por la libertad de conciencia.
 
      Quizás una brevisima palabra sobre Kant que mantuvo una especialísima atención a estos problemas como muestra su escrito sobre " La Paz Perpetua ". En la " Critica de la Razón Practica " es sabido que defiende como base de la moral un principio en todo análogo al cristiano del " Prójimo como a tí mismo" y que formula como sigue: " compórtate siempre de forma que la norma de tu conducta puede aplicarse a todos los individuos"; es decir que tu norma pueda convertirse en universal. Aparentemente surge este principio de un cierto utilitarismo, ya que de actuar agresivamente puede esperarse ser a la vez agredido; más su fundamentación es mucho más profunda, aunque engloba a la anterior. Es un postulado, dice, de la razón actuando, no prácticamente en nuestro sentido de provechosa, sino actuando en la realidad del mundo y de la historia. Tiene, pues, no una fundamentación pura; es decir especulativa solamente, sino una fundamentación en la realidad. Por ser ésta sin embargo el conjunto de las categorías sensibles que es elevada a "universo cognoscible " por las facultades del entendimiento y la razón, éste postulado ético adquiere una consistencia tambien racional y no solamente "práctica".
Queda así conjugada la razón con la ética consumando el mismo anhelo que Spinoza con su Ética " bajo el modelo geométrico."
 
      Todas estas tolerancias y libertades son todavía condenados en el Concilio Vaticano II en 1870 y en la encíclica martillo del Sylabus, bajo el nombre de modernismo. Es negada la libertad de conciencia, y proclamada en contra la infalibilidad del Papa, defendiéndose el estado confesional y la enseñanza obligatoria de la religión en las escuelas a todos los ciudadanos. Solo un poco más tarde es abolida la Inquisición, uno de cuyos últimos perseguidos fué precisamente un neurólogo o psiquiatra: Mariano Cubi, pero esto es otra historia en la que no debemos penetrar para no desviarnos.
 
      Quizás el último episodio a nivel institucional respecto la libertad religiosa y la separación Iglesia Estado, se debe a la encíclica " Pacem in Terris " de Juan XXIII , consolidada en la doctrina del Concilio Vaticano II y que aceptó como moralmente adecuados ambos principios, sin renegar por supuesto de la Fe.
 
      Es preciso recordar que tambien desde el racionalismo filosófico surgió a finales del XIX una línea de contestación importante contra la tolerancia. Me refiero al pensamiento sobre todo de Federico Nietzsche que critica ferozmente al cristianismo precisamente por su defensa y protección al débil anulando así los procesos naturales de selección del más fuerte y conduciendo a la degeneración de la especie humana. Frente a ello como es sabido defiende al superhombre; es decir a la superraza que ha de ser cultivada y seleccionada a partir, desde luego de los germanos que luego se identificaron con lo ario. Estas desdichadas doctrinas fueron base ideológica y justificadoras del nacional socialismo alemán, pero por extensión tambien de los demás nacionalismos e integrismos que siguen activos como demuestra la catástrofe de los Balcanes  en nuestros días. Ideologías y sistemas políticos - como el marxista Leninista - aparentemente diferentes del nacionalsocialista redundaron en los mismos males; es decir, en la intolerancia y la falta de libertades de creencias y de cultos, extendidos esta vez a sistemas políticos y económicos y no solo religiosos. Así el sistema estatal suplanta a la religión produciendo un Estado teocrático análogo a los más primitivos de la humanidad; aquellos de la "luna creciente" de la Mesopotomia cuando el ángel del Señor se jactaba de haber matado en una sola noche a cien mil soldados de las huestes de Senaquerib.
 
      Volviendo a tiempos más actuales, una de las observaciones, al principio incomprensibles, derivadas de la reforma y la libertad de conciencia concierne al hecho de que los países reformados  disfrutaron de una prosperidad económica, cultural y científica sin precedentes. Unos pensaron que Dios les favorecía por la rectitud de su Fe ( los calvinistas ) Otros opinaron que la reforma se había instalado ya en los estados con ciudadanos más cultos, abundando en las creencias platónicas sobre la identidad entre la bondad y la inteligencia. Mas este asunto será abordado y parcialmente aclarado más tarde.
 
 
      Así surge una suprema enseñanza y una suprema sabiduría: la norma ética de la tolerancia es congruente con la norma evolutivo biológica. La ética al servicio del progreso o el progreso como un progreso ético, como un derivado del progreso. Así se cierra un bellísimo arco de saberes y adecuaciones en los que podemos vislumbrar también las bases sociobiológicas de la cultura decantadas sobre todo en las normas éticas y jurídicas de los Estados. Así que por este camino parece posible encontrar una ética objetiva y  de base científica.
 
 
     
 
      3. Otras condiciones de la diversidad cultural
 
      La libre circulación de la información queda limitada y definida evidentemente por:
      a) La comprensibilidad de dicha información. La enseñanza de los idiomas o la decantación, parece que en marcha de un idioma general de la ciencia ( que no de un lenguaje, que es concepto distinto ) facilitará el intercambio y por  lo tanto el enriquecimiento.
      Por supuesto que una lengua propia supone una riqueza cultural que es preciso conservar, mas la tendencia a una lengua universal es imparable y quizás necesaria respecto los fines que antes decíamos. Podemos aceptar entonces que la importancia comunicativa de una lengua común para todos es mayor que la importancia de una lengua propia como hecho y diversidad cultural. Un hecho por lo demás comprensible dada la alta función del lenguaje. Lo ideal, pues seria el dominio por parte de todos de una lengua universal y otra propia o vernácula. Sin embargo y de momento cual vaya a ser esa lengua universal aún no está totalmente claro a pesar del predominio del inglés. La lucha económica y cultural es y será durísima: inglés, alemán y español de momento se disputan la hegemonía en diversos ámbitos, pero es posible que en un futuro el chino o el ruso sean tambien imprescindibles. No me parece probable que surja una amalgama de inglés corrompido con el resto de las lenguas. Por otra parte tampoco creo que las redes informáticas mundiales sean decisorias en este  punto. En cambio es posible, al compás de los sucesivos "pecados" de nuestra cultura actual y que aduzco al final de este trabajo, que todas las lenguas naturales se simplifiquen y asemejen cada vez más en sus estructuras sintácticas, debido a la superficialización general del pensamiento que promueve la cultura de la imagen.
 
      b) La frecuencia y amplitud de la comunicación entre los distintos individuos.
 
      c) La aceptación previa del principio o ley de la tolerancia de manera que la información nueva pueda ser aceptada o valorada adecuadamente. Es decir la tolerancia hacia el discrepante o diverso, pero la intolerancia hacia el intolerante son las bases, parece, del funcionamiento del sistema cultural evolutivo que garantizaría el progreso.
      En estas condiciones la cultura, aún una cultura en parte degradada respecto los ideales humanísticos,  se multiplicará de forma exponencial y el progreso derivado de ella o al menos el bienestar debería también crecer de análoga manera hasta el aprovechamiento  general de los recursos.
Volveré sobre este tema al final de este apéndice.
 
      4. Una consideración critica.
     
       El principio de tolerancia no es nada fácil. Es fácil desde luego en lo teórico y doctrinario; nada fácil en su aplicación cuando nos vemos ante la posibilidad de hacerlo. Además probablemente no es suficiente aplicarlo en dimensiones reducidas y rígidas, en el sentido racional y kantiano ( que los demás hombres, como individuos sean siempre fin en si mismos y nunca medios para otra cosa. ) sino que exigiríamos la norma cristiana ( a los demás como a ti mismo ) Por lo tanto pese lo dicho anteriormente y la opinión mostrenca en nuestra época, el principio de tolerancia es evangélico y cristológico y fue quizás conculcado con las iglesias ancladas en un poder establecido e incapaces de comprender la inmensa riqueza del mensaje primitivo. La intolerancia se ejerció, no respecto problemas básicos y de fondo, sino respecto futilidades del detalle que vehiculaban las luchas de poder. El mensaje evangélico respecto la protección del débil y también la comunicación y tolerancia respecto el pecador, el publicano y aún la mujer publica, parece que quedaron suficientemente claros y las polémicas  respecto a la persecución del discrepante fueron importantes, alumbraron doctrinas intermedias como las del irenismo, y solo sucumbieron en la progresiva institucionalización; es decir la aparición de un corporativismo eclesiástico que comenzó a ejercer el poder.
      Por otra parte en nuestros días estamos tentados a condenar un exceso de tolerancia y aún de protección social por parecer que se extiende ésta cada vez más no solo al débil sino también al culpable de su debilidad o al culpable de su invalidez o por amparar demasiado a quien parásita el sistema. Nada más negativo, nos parece, que la administración de un salario social a quien se niega a participar en el trabajo que es solidaridad y deber moral a la vez que imperativo biológico, Nada más negativo, y recientemente lo experimentamos en la historia política de España, que las dádivas de un salario de paro generoso, a cambio de un favoritismo político. El daño moral derivable de estas practicas perdurará generaciones, mientras vemos en el presente que las políticas de generosidad excesiva por una parte y de corrupción generalizada y por lo tanto aceptada, por otra, generan las dificultades actuales del sistema del estado de bienestar que no es de suyo nada más que el estado de justicia social y de ética favorable y necesaria desde los mismos presupuestos sociobiológicos que antes presentábamos.
 
 
 
 
       
      5. Información y formación.

      Así que desde el punto de vista  objetivo, y al menos en una primera aproximación está claro que el hombre pertenece al orden de la naturaleza, que la cultura como conjunto de pautas de conocimiento y de conducta es también un producto de la evolución natural y que por lo tanto las unidades culturales caracterizadas como menes, están sometidas al proceso de presión y selección evolutiva por lo que su riqueza y variabilidad, fundadas en el principio de tolerancia, son indispensables para el progreso.
 Ya hemos visto las desviaciones y problemas desde el punto de vista de los grupos sociales y los Estados  constituidos; mas aumentando esta complejidad e indecisión se presenta el problema concreto de los individuos y de sus conductas.
      Efectívamamente:  esta evolución opera a largo plazo, la vida humana es breve y perentoria y los ejemplos de cada día en nuestros convecinos sean individuos o sociedades, llámense naciones o no, muestran con frecuencia el triunfo del intolerante e insolidario. La debilidad a veces de las democracias y la inmoralidad por doquier que perece haber surgido precisamente a partir de la desmitologización de las creencias, el aumento de las libertades y la protección desmesurada del parásito o del asesino, nos hacen dudar   sobre la misma corrección del sistema y de la veracidad de los conocimientos aparentemente objetivos que describíamos anteriormente, con el riesgo evidente de una involución o golpe de péndulo que nos lleven  a nuevos autoritarismos e intolerancias.
 
      Pues desde el punto de vista del individuo ¿ porqué habría de comportarse no ya respecto a las leyes extrínsecas sino incluso de acuerdo con su propia consciencia, cuando le acometiese el deseo, la envidia, o la inmunidad cierta de su delito planeado ? O dicho de otra manera: Todo el conocimiento científico sobre la naturaleza humana, la función de los menes y las funciones de la tolerancia no le llevarán a la ejecución de una conducta moral adecuada; es más la desaparición de las instancias religiosas como motivadoras de la conducta; y las lógicas limitaciones del Estado democrático que no puede garantizar el cumplimiento de la moral y de la justicia por la coacción, más bien parecen animar al egoísmo del individuo y a la amoralidad. Bien pudiéramos aceptar que precisamente la inmoralidad reinante por doquier, y no me refiero a las antiguas costumbres sino a las exigencias objetivas de la moral incluso científica que describamos, la inmoralidad reinante, repito pudieran ser consecuencia de este tremendo problema: El conocimiento cada vez más objetivo de la ley moral, no conduce necesariamente a su cumplimiento, sino tal vez a todo lo contrario a su quebrantamiento  por parte del individuo por lo que a la larga puede hundirse todo el sistema si antes no provoca una regresión del mismo, como antes decíamos. En este sentido los fundamentos de la ley moral tal como son descritos en la critica de la razón practica de Kant nos parecen sumamente ingenuos retrotrayéndonos a una tradición socrática que no ha dejado de ser  falsada a lo largo de la historia.
 
¿ Qué motivará, pues al individuo humano para el cumplimiento de la ley moral sobre la base del mene de la tolerancia. ?
      Importa por lo tanto un escrutinio más profundo de lo que sea cultura, o de determinadas formas de cultura, desde el punto de vista sobre todo del individuo y los individuos, que intente una superación de las antinomias descritas que por mor teórico y apriorístico  han de poder ser superadas.
 
 
 
       No hace muchos años a quien por necesidades profesionales estimaba que debía convertirse en hombre culto se le daba un único consejo: Lee durante al menos un par de horas diarias. No se decía nada sobre el tipo de lecturas. Se entendía que debían ser variadas. Nada se decía sobre el comentario sobre lo leído. Pese a todo el bachillerato antiguo estaba constituido en gran parte por lecturas obligadas, comentarios de las mismas y redacción como ejercicio del dominio del lenguaje y la precisión de nuestro pensamiento.
      Un poco después en la carrera de la meritocracia que nos invadió o invade, sobre todo en los curriculums de aspiración universitaria, y en las bibliografías de los trabajos de investigación comenzó a prodigarse la lectura y la cita incontrolada. Era la erudición bruta.
      En la tercera fase, en la que aún estamos y por tiempo aún se profundizará mas, la cita bibliográfica se obtiene mediante los sistemas informáticos disponibles y con ello en parte la erudición antigua se ha transformado en escritos basura dominados por las potencias de la mercadotecnia multinacional. Así se imposibilita todo trabajo sintético y de comprensión, todo estudio de base y de interdisciplinariedad y pese a todos los esfuerzos, pues la mayoría son conscientes del déficit, el medio cultural-social precisamente entendido en el sentido que describíamos en la primera parte de este trabajo impide el desarrollo de lo auténticamente necesario. La formación frente a la información.
      Además la invasión con escritos basura que nos avasallan, impide el tiempo y reposo necesario para la lectura escogida y sintética, para el ensayo evaluador y formativo, por ello si bien nunca fue valido, ahora es mucho más inválido el consejo de adquirir cultura mediante la lectura indiscriminada. Mas, ) Quien muestra a los jóvenes cuales son las lecturas prohibidas, prohibidas por su banalidad y ocupación del tiempo necesario para una formación autentica ?
 
      ) Qué es, pues, formación ? Información consiste en el mero enunciado de sucesos, datos o contenidos. Formación consiste en su organización jerárquico conceptual, en su clasificación por criterios, en la  creación de mundos y espacios conceptuales a diversos niveles y la creación así de redes de conceptos; en suma:
 
 Formación consiste en una idea o contenido a la que le es añadido un valor, o varios valores según criterios que permiten su ordenamiento en un todo.

      La formación así descrita en abstracto constituye lo que Hegel llamó espíritu objetivo y lo que los humanistas elevaron a ideal del ser humano. Un ser humano que organiza su consciencia  de acuerdo con un entramado de conceptos y valores cuyo eje es el propio ser humano y sus creaciones en la historia.
      En el mundo griego se decantó    el concepto de hibris que era la "mezcla" en el  ser de elementos ajenos a la misma y que constituían el mal, antecedente seguramente de las concepciones maniqueas y dualistas típicas de las doctrinas gnósticas  y de la que derivaría su contrario: la pureza, como la situación y cualidades solo convenientes y propias de  aquella persona que realizaba el ideal humano. Operaba también el concepto e ideal de la conciencia filonómica, antecedente de la comunión de lo santos cristiana, por la cual cada generación aspiraba a legar a la siguiente capital y méritos de la misma manera que el padre generoso trabaja por sus hijos y por la herencia que les acumula. Es también la virtus latina, y lo decente como aquello que conviene a la persona en su rango y  jerarquía social.
Operaba por último el concepto de piedad que desde los padres al universo entero cubría todo con un halo de dignidad que exigía respeto a todo lo creado. No apelaba el griego a sus dioses, tan humanos  como él mismo. NI a ley alguna promulgada, ni código moral laico o religioso, sino a la propia estima de la persona hacia sí misma.
      Es el ideal de Vico, el ideal de Erasmo, el ideal de Petrarca y con ello se incorpora al saber, la sensibilidad y la poesía, y el respeto a la naturaleza y al paisaje, y el amor a todo lo humano, y la motivación de la conducta en el saber antes que en el tener. Así la fama,    como la virtus del hombre grecolatino, se decanta también en el mundo hispánico sobre todo en el concepto del honor. Y esta formación interna, la fama y la honra, antes que el poder político y el disfrute del dinero, son los baremos de evaluación para las personas, para las épocas, para las costumbres y para las leyes.
 
      Ideal que en el romanticismo incorpora Rousseau en la "Nueva Eloisa" y Schiller en " La educación estética del hombre". Y de nuevo se promociona y ensalza en Holderlin, antecedentes todos de la moral pacifista y ecológica de nuestros días y en cuyo fondo late, al menos teóricamente, el actual  amor y  respeto hacia los demás y hacia la Naturaleza.
 
      Por lo tanto es la formación, formación también en la sensibilidad y en la estética y de ella mana también la   moralidad, basada en la apreciación que los demás hacen de la persona y también en último término de la propia autoestima de la persona independientemente de su éxito social o de sus poderes fácticos.
 
      El ideal humanístico de formación se traslada en el área centroeuropea, sobre todo a partir del siglo XVIII bajo el concepto de Bildung primero y de cultura después. La cultura es entendida así como la estructura propia de la consciencia o mente de una persona que presenta un entramado de valores, conceptos y opiniones que le permiten situar adecuadamente cualquier información que le llegue. Adecuadamente respecto a lo más importante y que ahora buscamos: las motivaciones individuales para obrar el bien en el marco de una sociedad ilustrada y laica.
 
      Cultura es pues la cultura del intelectual capaz de ser critico e innovador con su época y tirar hacia adelante de su sociedad sobre todo de sus dirigentes, que hoy sin embargo son representantes de la masa; es decir de la mayoría. Cultura del intelectual, que por exigencias de su sensibilidad, practica el respeto y la piedad admirativa hacia todo lo creado, comenzando por sus prójimos humanos. Que por ello mismo se emociona ante la flor y el amanecer, para quien la pobreza la injusticia y la violencia tanto le repugnan por su carácter antiestético como por su irracionalidad moral.
 
      Estos ideales se concibieron para la élite del intelectual o del culto, pero por mor de la democracia justa y de la extensión de la sociedad de masas es preciso que se extienda a toda la población ya que es el conjunto de los individuos corresponsable de decisiones y sucesos. No debemos detenernos a la conveniencia historia o incluso biológica de este dominio de la masa. Ya lo predijeron Ortega Gasset ( La Rebelión de las Masas)  y Elías Canetti ( Masa y Poder )
      Por ello mismo no puede concebirse un funcionamiento social adecuado si los ideales de la formación no se extienden a amplios círculos de la población. Sin embargo observamos más bien lo contrario: se restringe la formación en aras de la información y el ideal humanístico es sustituido por un ideal hedonístico en el cual dinero y poder  y disfrute constituyen los móviles de la juventud. Y la cultura está formada pues no solo de conocimiento sino de sensibilidad.¿ Que haremos para corregir el desajuste que amenaza la propia supervivencia del mundo. ?
 
      Solamente de la armonía entre el corazón y la cabeza brota pues el hombre cabal que buscamos, que ha de ser capaz de encontrar en sí mismo  no solo las razones sino también las fuerzas y motivaciones para obrar el bien.
 
      A continuación vamos a  examinar algunos detalles más de esta cultura interna que juzgamos necesaria para una renovación de la moral de nuestra época que nos permita la continuidad de nuestra civilización.
 
 
       
      6. La Kulturkampf alemana.
 Este concepto moderno de cultura se precisó en la llamada Kulturkampf alemana en el siglo pasado y que protagonizaron las tensiones entre la ideologías tradicionales, fundamentalmente cristianas y mas en concreto católicas y el laicismo filosófico con sus bases fundamentalmente humanísticas. Al fin puede decirse que vencieron las culturas laicas en un régimen político democrático con el refuerzo de los estudios clásicos en los largos años del Gimnasium o bachillerato alemán del primero y segundo imperio además de la república de Weimar. Las tensiones se producían ciertamente entre hermanos. La filosofía alemana ya fue clasificada por Nietzsche como una teología disimulada y muchos de sus personalidades sobresalientes, entre otras el  mismo Nietzsche, fueron hijos de pastores protestantes. El acervo cultural e ideológico transmitido por la casa y familia del pastor fueron considerables, lo cual frente al célibe cura católico no deja de invitar a reflexión. Así puede decir una personalidad tan profunda y hoy día recuperada como Carl Schmitt que la casa del pastor, el ágora griega y su sucesora  el mercado, y el municipio[2] son los tres pilares en los que se fraguó la civilización de occidente.
      De esta manera la moral individual que perdía su fundamentación religiosa la encontraban en la cultura  filosófica que a la postre podemos llamar cívica. Mas ello fue propio del Norte y del centro de Europa sobre una base esencialmente protestante que centraba la propia salvación también en este mundo en la responsabilidad individual, de cuyas consecuencias no iba a salvarla ni el arrepentimiento ni el milagro. Y ello por la pura forzosidad de los hechos....es decir de las leyes de la misma naturaleza del mundo, la sociedad y el hombre. Por ello el calvinista aceptaba su éxito en los negocios como señal de Dios que mostraba ser elegido  como salvado también en la eternidad.
      Mas en los países latinos, confiados en el fácil perdón vaticano, interpretado a nivel popular bajo  un ritual escueto como el de la confesión y la comunión por pascua quedó mas expuesto a la indigencia moral cuando las instancias religiosas se hundieron en la modernidad.
      Es pues el ideal humanístico de formación y su ejemplo vivo en las civilizaciones nórdicas de los años entre siglos fundamentalmente.
      Así pues he aquí nuestra primera y básica conclusión: La formación humanística es prioritaria en el mundo técnico actual y para terminar el párrafo recordemos que una de nuestras máximas autoridades culturales vivas, el prof. LAIN ENTRALGO ha pedido en los cursos de verano de la Universidad Internacional de Santander la creación de cátedras de humanidades, al menos de historia en todas las escuelas técnicas.
 
      Continuaremos precisando según nuestra opinión algunos contenidos y exigencias de esta formación humanística que propugnamos.
 
 
      7. Cuantitativo y cualitativo.

      La información es esencialmente  cuantitativa, la formación cualitativa. Dentro del mismo lenguaje técnico la tabulación de los observables como primera tarea de la ciencia es cuantitativa, la formulación de una nueva ley física es esencialmente cualitativa. La cualidad aparece en un orden conceptual jerárquico superior, remite a universos de mayor numero de dimensiones ( descriptivas ) por otra parte reduce la información remitiendo a las bases y formulas o dicho con precisión, algoritmos que los generan, y a los conceptos de orden superior que los abarcan.
      De esta manera podremos en primer lugar distinguir lo que es formación de lo que es información en cualesquiera escritos o comunicaciones. Ello no desprecia el trabajo lento y necesario de la recogida y enumeración de datos, tan solo afirma que estos por si mismos y solos nada añaden al conocimiento. Por ello de tiempo en tiempo es necesario el trabajo de reflexión y de síntesis que establezca la teoría y sea fuente de nuevas y atrevidas hipótesis. Los avances científicos se han conseguido más por el camino de la intuición inspirativa que por la narración reiterativa y en el campo de mi especialidad mas hizo Kraepelin sin ordenador y apenas sin escalas que los infinitos escritos fetiches del chi cuadrado y de la experimentación doble ciego.
      Sin embargo  por mor de las modas  tan solo se evalúan como méritos de investigación en las carreras técnicas, aquellos de índole cuantitativa y estadística siendo eliminados sin mas los de reflexión y de critica. En todo caso se alega que puede medirse la magnitud del trabajo y del esfuerzo, y es difícil evaluar la eficiencia de una nueva idea o de una innovación. Y por este camino se avanza en una avalancha de trivialidades inoperantes o bien en unas posibilidades monstruosas que son puestas en practica - o lo eran - pues cada vez seamos más conscientes de que la moralidad y la ética son necesarias para la supervivencia.
 
     
           
      8. La intimidad y sus exigencias.
 
      Es pues la educación en la sensibilidad componente básico, junto al conocimiento, de la formación del hombre culto necesario para el cumplimiento de una ética en el mundo actual y futuro.
 
      El tema es  tan importante, es tan crucial sobre todo en nuestros días, que exige cada vez mas profundas reflexiones-
      Formación es por lo tanto también educación en las maneras y las formas. Las formas de la cortesía son el primer paso y objetivo de la caridad primero y de la justicia después. Las maneras sociales del caballero,  que domina la mesura del gesto y de la acción son necesarias en la continencia de la emoción y pasión. La limpieza en el propio cuerpo es antecedente de la del alma. El cuidado del orden y belleza en el vestir y en los modales es obsequio hacia quienes nos contemplan nos sufren o nos acompañan. Y parece que aludimos a costumbres trasnochadas en un mundo en el que domina la macarrería y el grito, el ruido y la suciedad, la vestimenta aparentemente  deportiva pero en realidad  de payaso americano rociado de letreros en inglés en frases intrascendentes o comerciales. Y sin embargo todo ello es necesario, y es parte de la educación, ejercicio que han abandonado quienes más deberían practicarla.
 
      Mas importante aún,  es la sensibilidad en la intimidad y la ternura.
 
¿ Qué es la intimidad ?
       En una reciente publicación se refería que una de las bases de la salud mental, o de las condiciones para conservarla, era la de mantener una relación de intimidad emocional con alguna persona. Una persona, en suma, con quien pudiéramos tener confianza total, con quien pudiéramos comentar nuestras preocupaciones, problemas y tomas de decisiones. Sin duda conscientes de esta necesidad, las grandes organizaciones institucionalizaron la consulta y el consejo, muchas veces de forma obligatoria, otras de forma facultativa, otras de forma aparentemente lúdica, siempre bajo una importante fuerza intencional. En la Iglesia católica el confesionario; en los días laicos que corren, las consultas grafológicas hace unos años, los consultorios sentimentales en las revistas y en la radiodifusión; ahora en los programas más vistos de la televisión.
      Los médicos también durante muchos años recogieron las confidencias de los pacientes y las consultas en los avatares más importantes de la vida de los clientes y sus familias, sobre todo a partir de aquella institución memorable que era el médico de familia asesinado ya definitivamente por las reformas de la sanidad publica.
      La intimidad es componente esencial del amor. Solamente se llega al amor humano a través del conocimiento de la intimidad del otro y de la experiencia de compartir no solo el cuerpo sino la mente. En más de un trabajo he escrito que incluso  el desaforado auge de los contenidos, intenciones e importancia de la intimidad, representaban un procedimiento de la naturaleza, precisamente para la fijación de la pareja y por ende para la fijación de las personas en los entramados sociales de las familias y los grupos, primeras células de la tribu y del Estado. Por este camino, sexual afectivo, prosperó la consciencia del hombre y con ello la creación de su inconmensurable capacidad mental, atributo, sin duda el más importante del hombre.
      Las doctrinas psicoanalíticas comprendieron como ninguna la existencia de esta intimidad asombrosa, en parte perversa que "tenía que ser olvidada" y  así el concepto de represión y de subconsciente, si bien no quedaban totalmente demostrados, se hacían evidentes por su misma necesidad.
      Podría preguntarse si en este mundo actual sigue existiendo esta exigencia y este pudor por la intimidad, salvo precisamente en la consulta psicoanalítica y por ello tienen éstas tanto más predicamento cuanto más parca es la comunicación íntima en las costumbres de la sociedad y de la época.. Porque intimidad no es secreto. El secreto  respecto una estrategia comercial, o delictiva no es absoluto intimidad.
 
      Así pues identificaríamos la intimidad con aquella que surgió sobre todo en el romanticismo y exaltada desde Rousseau en Europa, aunque venia precedida de algunos antecedentes clásicos y medievales ligados sobre todo a la lírica y a la mística. En la lírica se radicalizaban los sentimientos íntimos en relación con la persona amada, en la mística en su sucedáneo absoluto; es decir Dios. En tiempos modernos los surrealistas, los existencialistas y los poetas del absurdo bordearon el problema de la intimidad, pero de una forma espúrea y demostrativa que parecía ocultar el auténtico vacío interior. Solo los poetas auténticos y algunos escritores de la línea aún llamada psicológica que había inaugurado James, lo cultivaron.
             La intimidad no debe identificarse con el subconsciente. Nada más lejano al mismo. La intimidad es dolorosamente consciente. La intimidad es un presente que paraliza la acción y profundiza la consciencia. La intimidad es fuente inagotable de comunicación. La oferta de contenidos y el obsequio que supone su ofrecimiento es un regalo que el yo efectúa a la otra persona; el regalo más precioso, pero un regalo que puede estar envenenado. Envenenado cuando se transforma en exhibicionismo fácil, o en demanda excesiva de compasión o atención, o en medio  de tiranía y dominio por medio de exigencias ilimitadas de amor indulgente.
      No es cierto que en la oferta de la intimidad se explote un exhibicionismo; mas bien es cierto que la posibilidad de la comunicación en la intimidad es creativa; su misma posibilidad enriquece; en cambio la intimidad repleta y que no se comunica envenena.
      La intimidad contiene nuestros deseos y esperanzas, nuestros temores y nuestros miedos, nuestras opiniones más preciadas aunque sean inseguras e injustas y sobre todo contiene nuestros afectos más profundos creados en el silencio para ser transmitidos en el susurro.
      La intimidad no es para la acción sino para el consuelo y la emoción, no es útil por lo tanto para el rendimiento de la conducta, ni para la resolución de problemas de la practica, mas bien los crea. Tan solo una excepción: la creación novelística se nutre la intimidad y aun la novela de acción exige una toma de contenido y de decisiones fruto del trabajo de la intimidad. La conversación en la intimidad no es adecuada para quienes conviven, sino solo para quienes se anhelan sin disponibilidad fácil del encuentro. La intimidad en suma, crea el afecto y el amor por la cristalización en el recuerdo, en la ausencia, en el deseo y en el mundo de la fantasía y la irrealidad.
 
 La intimidad es para el místico cuya comunicación  con su dios no es ni frecuente ni perfecta. La intimidad, por ello es más un horizonte de posibilidades y deseos al cual nos acercamos en el mejor de los casos asintóticamente, que de realidades vividas. O dicho de otra manera. La comunicación de la intimidad nunca se logra completamente y su fin y finalidad es un cuamtum de frustración, por ello no existe un amor perfecto en horizonte de eternidad, sino solamente la creencia momentánea e ilusoria de tal posibilidad. Ninguna amada puede satisfacer el ilimitado, irrefrenable e irracional deseo del hombre por fundir su yo en una alteridad sin menoscabo de su propia intimidad, y el de recibir la intimidad deseada sin que nos perturbe o duela en una orgía de complacencias infinitas. Una intimidad por otra parte que es continuamente creada a fin precisamente de que nunca pueda agotarse la posibilidad de una comunicación continua en la cual siempre queda un remanente pendiente lo cual obliga a continuar la relación.
 
 
      Mas  nos interesan, precisamente, los limites y contenidos de la intimidad en el momento actual o por decirlo más exactamente, los limites y cometidos en mi mismo en el aquí y ahora de la existencia.
      Somos escépticos. Ya pertenecemos a una civilización y edad preterida en la cual la calidad humana era medida por la calidad de su consciencia y el afán de su voluntad, más que por los poderes de su situación y fortuna. El tecnicismo americano todo lo domina y el espíritu europeo no ajusta cuota de mercado, ni siquiera en la producción novelística marcada por la acción o el sentimiento violento de la guerra, la competitividad y la lucha y no por el disfrute del mismo centro de la existencia que es siempre el amor.
      Por supuesto que en mi opinión existe un aplanamiento completo de la intimidad; una decadencia completa de la calidad y un avance prodigioso en y por el hombre masa de Ortega o del Hombre unidimensional de Marcuse y Musil. Eso como característica de la época aunque subsistan algunos ejemplares nobles de lo contrario. Unos echan la culpa a la televisión y el dominio de la imagen, otros al olvido cada vez más feroz de la formación clásica, otros a desdeñar en la educación y en la vida la reflexión y el saber, para ser sustituido por la eficacia y el hacer, en suma por el paso de una sociedad humanística ( entendida como predominio de lo humano como valor supremo) al predominio del poder y el hacer, explicitado en la economía como resultado tangible de la tempestad de movimientos en la que se involucra lo humano.
      En estos "Los Diálogos de Fin de Siglo" presentados y escritos por el Prof. Gómez Bosque y yo, abordamos este problema en las páginas anteriores y presentamos algunas doctrinas, sobre todo relativas a la  filosofía de la historia que elaboran y muestran estas ideas y que señalan la actual fase de predominio de los ojos de la carne ( Wilber ) y del mundo hedónico sensorial.
      Ahora pasaré a un tercer apartado dentro de este apéndice y en él ordenadamente señalaré algunas de las situaciones concretas que derivan de todo lo dicho. Seguirán unas recomendaciones generales que ofrecemos finalmente al lector.
     
 
 
 
 



 
 
 
 
            III  AVISOS PARA UNA AUTODEFENSA DE NUESTRA CULTURA

Introducción.

      En este último apartado del segundo  apéndice a los "Diálogos de Fin de Siglo" voy a señalar en primer lugar algunas situaciones concretas derivadas de las circunstancias culturales descritas y  propias  de la Civilización Occidental en la Aldea global, como hoy se denomina al conjunto de pueblos y estados de la tierra, y sus posibles repercusiones para el futuro de nuestra especie.

      En segundo lugar en vistas a estas particularidades  realizaré algunas reflexiones.
      Por último expondré unas conclusiones respecto la paz y convivencia futuras derivadas de estas  reflexiones desde la cultura humanística.
      Todo ello de forma telegráfica con la intención de que sirvan más de reflexión que de adoctrinamiento.


   En todo caso estas consideraciones a manera de alarmas no deben interpretarse en sentido apocalíptico. Tenemos un sano sentido de la realidad y un optimismo, en conjunto más que moderado, por la supervivencia y aún mejoría biológica y social del grupo humano. Sin embargo esta actitud optimista se basa entre otras cosas precisamente en la capacidad de critica y de rectificación que ha caracterizado siempre a la historia, a la que ya Cicerón denominó " Maestra de la Vida ".


      1. La relativización de los valores.

      Las doctrinas del "valor " fueron muy estimadas por las ultimas generaciones del siglo pasado y las primeras de éste. El Valor en ciencias humanas fué destacado sobre todo por NIETZSCHE precisamente a través de sus doctrinas sobre los "contravalores" que deberían establecerse en el Occidente Cristiano para dar a luz al " Superhombre" u hombre superior de los siglos venideros, superador, decía, de las debilidades de una cultura basada en la compasión y el dolor.
 En la economía también el valor; es decir, en este caso el precio, derivaba básicamente de la conjunción entre la estima o demanda y la escasez del producto. El valor así se identificaba con la apreciación psicológica de una conducta, un producto, un atuendo.... es decir de procesos eminentemente psicológico-culturales. Los valores sobre todo apreciaban y calificaban las conductas expresadas en el juego entre el "ser" y el "deber ser". Por ello mismo la conceptualización de "valor" oscilaba entre el factum derivado de las encuestas sociológicas, y el "debe" de los imperativos morales, éticos y jurídicos.
      Por otra parte ambas conceptualizaciones estaban integradas en una sociedad relativamente cerrada y con intercambios limitados en conductas, y comunicación. Ello determinaba un eficaz control social sobre unas normas y valores bastante estables y definidos.
      La facilidad de las comunicaciones, y la información
han ampliado los espacios y disminuido los controles con la consecuencia del aumento subjetivo de la libertad. El resultado es la relativización de los valores; es decir, su variabilidad, inconsistencia y dispersión. Y ello tanto más cuanto más próximos están o estaban estos valores a las conductas. Estos valores, pues, en suma desaparecen respecto a su función más importante: dirigir las conductas, y secundariamente conducen a que todos los valores se polaricen en uno: el dinero y el capital, expresado rudamente en el "tanto tienes tanto vales".
     
      De una cultura, pues, de apreciación valorativa de lo decente ( lo que conviene ) del saber, de las maneras, de la sensibilidad, etc. se está pasando a una justificación de los fines sea cuales sean los medios y este fin último es el enriquecimiento que dá prestigio y poder. Ello conduce a nuestra siguiente advertencia:


      2. El desplome de los valores humanísticos de la virtud y de la fama como constitutivos del prestigio y poder social.

      En el Renacimiento el concepto y valor de la "virtus" latina, por obra de ANTONIO VICO en Italia y el concepto del Honor en el Caballero Español, cristalizan desde el punto de vista laico las virtudes excelsas que calificarían a las personas y que culminaban en aquellas rotundas sentencias de Calderón en el Alcalde de Zalamea conocidas por todos. Si bien en aquella forma de expresión no serian aceptadas, hoy dia tampoco como cualidades del deber ser. Podríamos seguir su continuación todavía en el siglo XVIII en el concepto de Ilustrado con su máxima expresión entre nosotros, quizás por su excelso e independiente criterio en Gaspar Melchor de Jovellanos, y aún en el siglo XIX bajo el ansia de saber todavía universal en el científico y sobre todo en el científico y filósofo que se constituía tambien en la inteligencia de la sociedad. ( Ejemplos : Max Planck, Sherrington y Ramón y Cajal )


      Alcanzar prestigio y poder es deseo innato a las ilimitadas ansias de "valer más " de la persona humana. En qué consista este "valer más" queda en cambio determinando por los valores culturales imperantes en un momento dado. Si la virtud y la fama dejan de valer, evidentemente queda abierta la puerta al delito de la opresión, de la estafa, y de la venganza sin que sea óbice la posible mala fama que pueda adquirirse por ello. Es más, incluso actividades y conductas deplorables o delictivas catapultan a esa "fama" moderna que consiste en "chupar cámara" y que hablen de uno aunque sea mal. En esta situación nos parece que estamos en estos años finales del siglo XXI en el que se ha instalado en la "fama";  la banalidad deportiva, la superficialidad de las estrellas de cine y lo que  antes se llamó sencillamente escándalo público y ahora alarma social o al menos anécdota para las revistas rosa. En los dias que escribo las presentes lineas ha ocurrido el trágico suceso del fallecimiento de la Princesa Diana de Gales. Creo que este caso ejemplifica como ninguno los pies de barro de los ídolos populares de nuestra época dentro de la espantosa confusión de los valores que describimos. En la masiva reacción del público solo encontramos condolencia morbosa y una mezcla de admiración y envidia. Sin embargo su historia no deja de ser aleccionadora al estilo de los "ejemplos" que se contaban en los antiguos Ejercicios Espirituales que fuera incluso de toda implicación teológica eran enseñanza para y en la vida. La vida superficial y precipitada, inmoral y despilfarradora, manipuladora e infiel a deberes de princesa, esposa y madre no parecen considerarse. Por último su intimidad con un millonario procedente del tráfico de armas invalida bastante sus campañas contra las minas antipersonales. Y sin embargo se ha convertido en una heroína, ejemplo y santa de las masas que confunden el esplendor del dinero, la belleza y la elegancia con los valores morales más profundos. En nuestro trabajo profesional como psiquiatra, todos los días contemplamos biografías semejantes, salvando las distancias, y en las cuales una mezcla de ignorancia e inmoralidad conducen a tantas enfermedades y a muertes prematuras.
      En este punto es fundamental el conocimiento de la Psicología de las masas ya predicha por LE BON Y ORTEGA GASSET. Completando a las obras clásicas y por todos conocidas de estos autores recomendamos las de ELIAS CANETTI y entre nosotros de A. OVEJERO BERNAL.
      Ello conduce a la crispación de la vida pública y al desorden social por la vía de la confusión,  puesto que evidentemente la justicia no puede regular por la vía de la sanción ( única, practicamanente a su alcance ) todas las conductas desviadas y todas las costumbres o modas de las que derivan aquellas. Por otra parte la vida de los "Famosos" ( famosos por su triunfo en las banalidades del dinero el deporte o el escándalo ) tienden a ser imitados por las masas cundiendo una vez más la confusión de valores. Una sociedad desmoralizada está dando los primeros pasos para su decadencia y suicidio. Al fin estos mismos "ejemplos sociales " suelen sucumbir ante la misma fuerza de su mito al aceptar como válidos los "valores" que han prestado las masas.

      3. La instrumentalización de la economía.
      Denomino con este nombre a este nuevo rol del capital y el dinero que he referido anteriormente. La economía se ha instrumentalizado en cuanto que se ha erigido en el valor supremo que cualifica cualquier actuación sea pública o privada.

      4. La culpabilización de la excelencia. y la inoperancia o inexistencia de la "inteligencia social"
      De la situación anterior deriva no solo la indiferencia respecto las cualidades humanísticas sino incluso su desprecio o culpabilización o al menos ridiculización después. La excelencia auténtica en la ciencia, en el arte o en las propias cualidades personales tienden a ser interpretadas como afán de destacar de la masa y ésta antes de sentirse culpable por su ignorancia, culpa al excelente por la  petulancia   que le atribuye.
      En todo caso se exaltan los caracteres más fáciles de imitar o comprender. Con ello desaparece la "inteligencia autentica " como factor de crítica y mejoría social, puesto que no es escuchada y se torna irrelevante.
      En el clima cognitivo-afectivo cunde la opinión de que todos somos iguales sin distinguir la igualdad fisiológica ( tampoco real ) con la igualdad jurídica o la igualdad intelectual-moral. Un motivo más de la desaparición de la "inteligencia"  en su papel de crítica y encauzadora de opinión.

       Así la autentica "inteligencia social" es sustituida por los llamados intelectuales en los que en futil amalgama aparece no solo el que tiene alguna relación con la letra impresa sino con el "chupar cámara" a lo que antes no referíamos. Así en debates y controversias en los medios no se acude a expertos en las materias sino a populares que opinan sobre lo divino y humano en la más espeluznantes de las ignorancias, cuando no se recurre meramente a la encuesta en la calle. Es divertido leer las firmas de manifiestos de supuestos "intelectuales " y constatar las distintas procedencias de tal titulo.

5. Los limites de la tolerancia.   
      Actúa una vez más la utopía de la igualdad y de "todos son buenos " En todo caso el sufrimiento por los males de nuestros semejantes es individual, en general, mientras que las opiniones se producen de forma global, en principio adecuadamente en un sistema democrático. Por lo tanto prima la opinión de quienes no conocen o sufren el problema y ello trae en consecuencia de una tergiversación esencial del principio democrático que consiste en la defensa de las minorías. Y minoría es la esposa perseguida por su ex-marido ( sesenta asesinatos al año ); y la madre anciana que tiene que soportar a su hijo enfermo mental crónico peligroso que ha quedado "libre" por la reforma psiquiátrica utópica e insuficiente, y la violada por el psicópata sexual que una y otra vez goza de una libertad que no garantiza su curación ni por  lo tanto los derechos de defensa del resto - mayoritario  - de los ciudadanos" Ante todo fracasa la prevención del delito y se consagra la ficción de que la pena ha de servir exclusivamente para la mejoría y redención del finado. Probablemente este discurso seguirá hasta que el clamor popular abrumado por el desorden o la violencia reclame eficacia desacreditando a aquellos restos de la inteligencia Europea que se dejó llevar más por las utopías del idealismo que del conocimiento de la realidad que pisaban.



      Así pues  se adscribe a los sistemas democráticos una gran debilidad, mas en nuestra opinión es ello válido para las democracias jóvenes, como la española, y no tanto para las antiguas como los Estados Unidos que aceptan por ejemplo la pena de muerte y cuya policía actúa con contundencia absoluta. 

       Otra cuestión es el  proteccionismo hacia formas o individuos muy débiles que precisen enormes esfuerzos de ayuda a la supervivencia. Este aspecto fue central en las ideas anticristianas de Nietzsche y ocupa hoy día el debate central de la bioética.¿ Debemos salvar a los fetos más débiles aún bajo amenaza de malformaciones o discapacidades ? Los medios costosísimos de técnica médica,¿ deben realmente aplicarse a todos ?¿ No caben gradaciones ? Naturalmente que los comités de bioética están ya funcionando para administrar lo más equitativamente posible los recursos, pero es preciso un debate más profundo, pues por ejemplo ¿ no debería dedicarse mayor esfuerzo al aumento de la calidad de vida general antes que los esfuerzos puntuales y minoritarios ?¿ No podrían incluirse en los criterios bioéticos méritos sociales cómo calidad humana, aportaciones culturales, empresariales etc. ? La idea nos repugna hoy día pues aplicamos exclusivamente categorías biológicas y de posibilidades de supervivencia, pero estimo que en un momento dado será imprescindible enfrentarse con estas decisiones. El debate está en la mente de todos y no es necesario profundizar aquí en ello, mas bien no cabe duda de que la calidad de la formación humana y la visión del mundo de los intelectuales y expertos que intervengan será fundamental.


      6. Grupos fanáticos e integrismos.
      Precisamente este mal estado de cosas - el desorden tolerado - es lo que induce el surgimiento de los fanatismos e integrismos de base ideológica y que cristalizan en proyectos políticos que justificarían para ellos  la guerra. Comienza por la discriminación y agresividad verbal; se nutren después de los métodos nazis de amedrantamiento; pasan a la guerrilla urbana y en cuanto se sienten suficientemente fuertes producirán un levantamiento general mientras que el resto de la masa vive en el "pan y toros" generalizado. Y de forma implacable hemos de decir que la vida y la realidad siempre tienen razón y que si estos grupos vencen y se transforman en opciones organizadas, léase en nuevas formas del Estado ; por ejemplo islámicos, es porque han tenido la razón de la fuerza que desgraciadamente (¿ o no ? ) en términos evolutivo biológicos es la fuerza de la razón; la razón vital. Es, pues una exigencia vital proceder a una educación de las masas y a una reforma de los códigos y valores. Afortunadamente ( o desgraciadamente ) existen los medios adecuados para ello. La culminación del proceso agresivo está aun por ver, de la misma manera que el cuantum de aguante de la población. Los sucesos de Argelia en estos días están mostrando algunos de estos límites, pero en mi opinión y temor lo peor está aún por ver: y estoy pensando en situaciones tan trágicas como el chantaje de grupos terroristas que dispongan de bombas atómicas, o de la capacidad de exterminio de áreas de población a través de guerras bacteriológicas o genéticas.¿ Para qué está la inteligencia sino para la prevención del futuro.? Prevenir con firmeza no es intolerancia sino aquella intolerancia hacia el intolerante que hace posible la convivencia y cooperación en paz de los demás, bajo el sentido realista de las limitaciones morales, éticas y jurídicas de la libertad individual y de los grupos.


     



      7. Los sistemas de control y represión.

       Si el sistema político es en su base legítimo, por lo tanto democrático, el peso de su ley ha de ser máximo. En las democracias jóvenes se ha asociado la misma con la el libertarismo y anarquismo. Nada más peligroso e inexacto. Precisamente la legitimidad del sistema le capacita para una dureza total respecto el cumplimiento de la legalidad.
      Es más; se trata de una exigencia necesaria. El riesgo subyace en los grupos o personas que amparándose precisamente en esa libertad garantizada, parasitan al sistema mediante las sectas seudofilosóficas o religiosas, el terrorismo, y el crimen organizado.
      Las amenazas son reales y próximas. El grado de desorden puede aumentar de tal manera que la misma sociedad, masa o pueblo exija a gritos la implantación de un sistema autocrático o autoritario.
      Deben instalarse leyes firmes y procedimientos sencillos y rápidos respecto estos desmanes. Deben eliminarse muchas de las actuales prevenciones respecto formas de pruebas, medidas preventivas y de cumplimiento. Deben aumentarse medidas de control, desgraciadamente, que son posibles  con las técnicas informáticas actuales. Debe eliminarse la ficción de que toda pena sirve para la redención cuando está claro que su primer objetivo es la defensa de quienes cumplen y han sufrido las consecuencias del agresor.
      Debe de una vez eliminarse esa actitud igualitaria que desdibuja perfiles y cualidades y que bajo la apariencia de justicia los ignora y por ello es profundamente injusta equiparando los derechos del asesino con  los de la victima.
      No faltará mucho, de seguir por el actual camino, para el momento en que un grupo terrorista del norte del sur o del este o del oeste ponga a toda la humanidad bajo la amenaza de una contaminación radiactiva, de unas bombas atómicas o de la muerte de todos los primogénitos mediante la manipulación genética o la suelta de virus sintéticos letales.
      Ya sabemos en todo caso que existen y existirán mentes que programarán  la muerte de todo el planeta si no son aceptadas sus condiciones. Los sucesos de Waco, los ataques con el gas Sarin en el metro de Tokio, el contrabando nuclear, y los kamikazes reales islámicos, muestran que si las intenciones y las mentes están prestas, se trata solo de un cierto retraso técnico. En breve estos grupos poseerán las armas y los medios necesarios para generar los Apocalipsis.
      Frente a ello las guerras tradicionales se mantienen localizadas. El horror reciente de los Balcanes muestra lo que puede ocurrir si la locura se contagia al resto y aún ahora el hecho de que se haya mantenido el conflicto localizado, tan solo se debe a la propicia situación mundial para ello: Desaparición de la URSS, alianzas de bloques y desarrollo aún escaso de los tigres  y leones asiáticos.

      Desgraciadamente parece que el hombre como ser biológico no tolera bien largos intervalos de prosperidad y de paz. Parece como si el dolor y la necesidad fueran los mejores aliados del esfuerzo y el orden. Parece que la humanidad ha prosperado sobre todo en las guerras y en las catástrofes. No faltarán las catástrofes naturales y los gobiernos bien nos estimulan por el momento a la resistencia y a la acción...
      La creación de ideales, sin embargo suficientemente intensos e importantes es imprescindible.
      Yo creo que el ideal de formación personal humanística y científica simultáneamente, es la meta que debemos inculcar a la juventud para que se garantice un futuro luminoso para nuestra especie.
     
      Sé que son todas palabras molestas, que aún no están de moda pero que de no actualizarse serán puestas en moda y ejecución por esos mismos grupos y contra los demás; o sea nosotros mismos que defendemos un ideal humano basado en la exaltación de sus virtudes y cualidades superiores. Sé que hago formulaciones generales que deberán ser concretadas bajo larga reflexión y consenso. Estoy apelando meramente a un " cambio de la conciencia" con la intención de eliminar  culpabilidades ajenas para reconocer adecuadamente las virtudes de la inteligencia, el trabajo y el sacrificio, que son jerarquías absolutas de valor; es decir que están avaladas por la misma evolución biológica, por las exigencias del ser en sí o ser real y que no cambiarán aunque mantengamos opiniones diversas que sencillamente erraran. Valga como ejemplo trivial aunque de profundas consecuencias el intento de fijar los precios de las mercancías por decreto, en los países comunistas totalitarios recientemente fenecidos. El precio es un resultado automático, o sea forzoso, real, como la velocidad de caída de un cuerpo, de las circunstancias

      8. Las profundas innovaciones en las técnicas de control de la reproducción y la emancipación de la mujer.

       Este factor es quizás el más importante a largo plazo para el porvenir, al menos de Occidente. No puedo extenderme en ello. Ha transformado la familia; ha duplicado el número de personas aptas para el trabajo, la política o la investigación. Ha dado al traste con las ancestrales conductas más o menos instintivas de las relaciones sexuales  y afectivas. Ha promovido una revolución completa de la ética y sus consecuencias jurídicas de la sexualidad y lo que hoy se denomina "pareja". Me imagino que frente a las parejas del mismo sexo han de aparecer próximamente las familias extendidas que solicitaran derechos similares y que han de repercutir hasta en la legislación por las herencias y el alquiler.
      Por último ha motivado una terrible baja en Occidente de las cuotas reproductivas por lo que serán insoslayables las aceptaciones de inmigrantes del  llamado tercer mundo que actúan sin duda como reservorio demográfico. Mas este último factor me parece positivo en cuanto tenderá a una mezcla más homogénea de razas y culturas que como se sabe, producen mejorías en todos los aspectos por la hibridación y el mestizaje biológico y cultural. Determinará sin embargo una evolución histórico cultural marcada por las masas y no por las élites. El tema es objeto fundamental de las amplísimas discusiones actualmente sobre bioética. Nos parece sin embargo que con frecuencia falla en ellas una fundamentación integradora de los distintos puntos de vista; es decir, biológicos, sociales, y religiosos. Recomendamos por ello como lectura de reflexión y profunda las obras de MARCIANO VIDAL que estimamos como el más profundo de los moralistas desde el punto de vista de la bioética. Véase la bibliografía.


9. La sacralización de la banalidad.
Tomo esta feliz expresión de un trabajo del Profesor Gómez Bosque. La trascendencia asumida de una noticia deportiva, o de un estúpido record Guinees acaparan todos los medios y todos las economías, tambien subvenciones, agasajos, preocupación y comentarios de los dirigentes de la sociedad.
Ello, junto a la proliferación de los aparatos electrónicos, la mayoría de los cuales cumple el papel de juguetes para adultos. contribuye a la superfiscalización igualitaria y masificada del ciudadano.

10. La cultura de la imagen frente a la cultura del concepto.
Muchos otros aspectos de nuestra situación actual podrían enunciarse en esta serie; por ejemplo, la ecología, la donación de órganos, la inteligencia artificial, la nueva definición de la muerte y de la vida la eutanasia.... Mas todos ellos creo que sí están suficientemente considerados y aún gozan de un importante interés del público. Mas precisamente la intervención de nuevo de las masas democráticas frente a cuestiones tan difíciles exigiría unos amplísimos conocimientos y saberes centrados en el humanismo. Mas aquí opera tambien la instrumentalización económica y todo es resuelto por la cultura de masas que nos deparan los medios. Con la decadencia de la lectura es evidente que decaerá el concepto y el juicio basado siempre en el lenguaje. La imagen nos devuelve a las épocas infantiles o oníricas del relato icónico y nos aleja ... hasta seguramente impedir totalmente la reflexión ponderada.¿ Cuales serán las consecuencias ? La diferencia fundamental es que la imagen constituye un relato concreto y único mientras que el concepto y el lenguaje actúan sobre categorías e ideas. Por lo tanto el discurso icónico es particular, mientras que el discurso lingüístico es universal.


      11. La revolución educativa.

      En los últimos veinte o treinta años hemos asistido a un auténtico experimento psicopedagógico, que originario de América, como siempre contagió Europa y de aquí al resto del mundo. Se trata de la actitud del " no restraint " o no represión, o educación antiautoritaria que ha producido dos nefastos efectos:
      La pérdida de autoridad de los padres y de aquí al resto de los educadores y jerarquías sociales.
      Lo que es aún peor: la culpabilización de éstos padres y educadores respecto a cualesquiera desviaciones, sociopatías y demás graves problemas de sus hijos y generaciones sucesivas.
      Escuchamos que jóvenes adolescentes se han convertido en asesinos torturadores o violadores; que una tercera parte o más de los escolares en América van armados a clase y ha habido que instalar detectores de metales a sus entradas. Nos enteramos de niños que han asesinado a sus padres, tambien en nuestro entorno.¿Cómo es posible ?
      Son casos últimos pero que brotan de una situación general que percibimos sobre todo los psiquiatras. Vivimos con frecuencia insultos y agresiones de los hijos hacia los padres, sin que estos sean capaces de reaccionar en lo más mínimo. Nos enteramos de cómo muchas madres se convierten en autenticas esclavas sobre todo de sus hijos adolescentes a los que no se les exige ni mover un plato, ni doblar una camisa, ni cepillar una chaqueta ni ordenar un armario. Madres que una y otra vez hacen los deberes de sus hijos y disculpan con tarjetas, llamadas y todo lo que haga falta todas las ausencias faltas y novillos de sus hijos. No se han enterado de que la educación en la escuela es educación en la responsabilidad y atención al prójimo, y que las matemáticas y aún los idiomas son secundarios.

      No estoy hablando de situaciones trasnochadas sino cotidianas y el psiquiatra es frecuentísimo que tenga que enderezar entuertos y poner las cosas en su sitio frente a consejeros de otras procedencias y formaciones, adoradores de un cientifismo superficial y faltos de visión conjunta, humanística filogénica, histórica y sobre todo de sentido común respecto el complejo sistema educativo.
      En cuestiones tan complejas como las pedagógicas y sociales es criterio fundamental la prudencia y aun el escepticismo respecto cualesquiera doctrinas parciales, superficiales y en general efímeras. La tradición comprobada que es sabiduría de siglos y aún contemplación de las formas y maneras en nuestros primos hermanos, los animales, han de ser fuente inagotable de experiencia y enseñanza.

      Así que es preciso la enseñanza y exigencia del orden, la limpieza, la responsabilidad y las maneras y formas sociales, y recordemos que la mayoría de estas habilidades está sometidas a la ley de la impregnación y época sensibles; es decir que si no son aprendidas a una determinada edad, como la marcha erecta y el lenguaje, no se pueden aprender posteriormente convirtiéndose esos niños en psicópatas o delincuentes para toda la vida, lo que desde luego no es  base para se feliz.

      Le educación es enseñanza de costumbres, de pautas de conducta.
      La formación es enseñanza de la sensibilidad humanística bajo la piedad ecológica, y el respeto a la Naturaleza y al Arte.
      La información solo consiste en repeticiones memorísticas o habilidades técnicas necesarias para el manejo de un mapa o de un vehículo.

      12. La selección del personal

      Predigo que en un futuro próximo las empresas han de valorar más las características de personalidad, maneras y cultura que los conocimientos técnicos. Estos con ayuda de los sistemas informáticas se aprenderán rápidamente, además dada la esperada movilidad de los puestos de trabajo, será imposible dominar todas las futuras demandas. Primará el carácter de la persona y desde luego su honradez personal y cívica. Como siempre serán las necesidades y exigencias del mercado como entidad autoregulada lo que mostrará una vez más las forzosidad de la realidad de las cosas frente a las veleidades teóricas del supuesto experto, ignorante sin embargo de la extrema complejidad de todo lo humano.


      13. El riesgo de los nuevos autoritarismos autocráticos.

      Es posible que si no cambian a tiempo las democracias algunos de sus valores y sistemas en el sentido indicado, el siglo próximo sea el siglo de unos nuevos fascismos que pueden asentarse en el planeta durante mucho más tiempo y con mucha más dureza que en el pasado merced a las técnicas sociales, e informática actuales. La cuestión ya la había formulado Goethe.¿ Qué cantidad de desorden son capaces de aguantar las sociedades humanas actuales ? El ciudadano medio acostumbrado a un cierto nivel de bienestar no estará dispuesto a perderlo, y nada hay más injusto que el desorden. No obstante ya la teología y el derecho que llamaríamos político, cristiano y tridentino se había planteado el problema del gobierno justo y por lo tanto legítimo y su diferencia  respecto el injusto e ilegítimo que justificaba naturalmente el asesinato del tirano. Esta casuística naturalmente, decían, quedaría en manos de la iglesia o de los teólogos. Al fin y al cabo el decreto de excomunión del gobernante, en el antiguo régimen desligaba a los súbditos de obedecerlo. Todo ello bajo la ficción de que el principal cometido del soberano era la defensa de la fe. Todo ello valía para un poder que provenía de Dios y lógicamente debería actuar en el sentido de Dios.....Mas en los sistemas laicos y democráticos la ficción que legítima yace en la soberanía popular y de aquí en sus representantes elegidos por sufragio. El arma es el voto y por definición nunca puede errar. Todo comentario sobra.



      Conclusiones.

      Ya he dicho que por definición soy optimista y que la realidad tiene razón aunque esa realidad consista en la destrucción de valores que amamos. Mas si queremos  que prevalezca esa realidad que amamos hemos de mostrar los métodos para ello  dentro de los límites del mismo sistema de valores que tratamos de defender. Mas esos métodos parecen cada vez más alejados de nosotros, débiles y difíciles, es más, quizás ineficaces para el fin a los que los destinábamos. Es posible que Occidente haya incurrido en una contradicción "in terminis"; es decir,  que así como el diablo persiguiendo el bien consigue el mal ( en la definición de Mefistófeles por Goethe ) quizás Occidente persiguiendo el bien ha conseguido el mal. Como ejemplos : la Fé en la sabiduría de las masas  sobre el individuo; la legitimación por la mayoría en vez de por las élites; la asignación de iguales valores y derechos al intolerante que al social-constructivo; al parásito que al eficaz; en suma la irresponsabilización individual y la confusión de los valores expresadas en las lineas que anteceden.
      Pero no se trata de defender el relativismo del derecho y con él del resto de los sagrados valores que a la postre han construido nuestro mundo; ya he dicho que siempre la actuación ha de realizarse dentro de los limites del lo derecho que se plasma en los derechos humanos: Pienso que mientras nuestro mundo no domine institucionalmente y eficazmente la guerra no tendrá valor moral para actuar  contra estos postulados morales de "la razón practica" que a pesar de todo creo que conducen hacia adelante a nuestro mundo. Aquí solo he querido señalar peligros y deficiencias en el marco de una reflexión critica.

      Sin embargo por ello mismo mi conclusión aquí no puede ser otra que la impresión de que está cambiando de forma importante nuestra especie en ese camino de la evolución histórico cultural. El hormiguero logra construir nidos complejísimos, sin que existan voluntades individuales ni plan director. Quizás nuestra especie camina hacia un hormiguero que conquistará las estrellas y poblará la galaxia mientras que poco a poco se atenúa la nostalgia sobre otras formas de lo que pronto será pasado. Entonces A. Huxley y su Mundo Feliz así como Orwell habrán entrado en el camino de la realización, que desde luego a mí no me gusta.


      En todo caso aun estamos a tiempo, pero para ello es preciso entre tantas otras cosas y según las reflexiones que he expuesto que al menos se cumplan las siguientes:

      Recomendaciones

      La difusión entre las  élites  las autenticas características del ser humano y sus debilidades y virtudes.
      El apoyo de los gobiernos a nuevas técnicas y actitudes educativas.
      Por ello mismo el amparo en los medios, sobre todo públicos de difusión, de las adecuadas opiniones e imágenes y desde luego también con censuras de la violencia y del odio.
      La implantación de medidas legales y técnicas de seguridad y de lucha y aniquilamiento de los grupos parasitarios  y destructivos que antes decíamos.
      La aceptación del statu quo respecto a fronteras y nacionalidades, brindando, sin embargo, a todos el desarrollo de sus peculiaridades lingüísticas, culturales etc.
      La concienciación a todos de la marcha de nuestro mundo en este planeta, pequeño pero único hacia una aldea global en la que todos vivimos.
      La educación en la sensibilidad humanística.

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                         IV CONSIDERACIONES FINALES


      Así, pues hemos descrito dos grupos de conclusiones. La primera procedente de la etosociobiologia en la primera parte de este trabajo. Estas conclusiones señalaban las condiciones necesarias desde la ciencia natural de la antropología para que la tolerancia y la paz sean estables socioevolutívamente; es decir, en la evolución biológico-social de nuestra especie.

      El segundo grupo de conclusiones derivan de las reflexiones humanísticas en la segunda parte de nuestro trabajo.

      Puede, pues concluirse que ambos grupos de condiciones son complementarias y correlativas. POr ser complementarias expresan la necesidad de que todas ellas se cumplan en nuestro objetivo de la paz; por ser correlativas se expresa que unas condicionan a las otras y no pueden darse tampoco separadamente.
           
      Parece imparable la coexistencia, pues de los dos tipos inseparables de evolución en el hombre: la biológica y la social, sin embargo la segunda ha tomado la supremacía y a ello lo llamamos con Lorenz el proceso de autodomesticación.

      Ahora solo queda que resumir los diversos grupos de conclusiones.

      A. Conclusiones desde el punto de vista etobiológico.

      1. Un desarrollo económico suficiente que permita la cobertura de las necesidades vitales mínimas a toda la población.
     

      2. Una tolerancia ideológica que permita la diversificación necesaria para que opere la evolución y selección cultural.

      3. Una comunicación social amplia, para que el juego iterativo; es decir, los intercambios de opiniones, económicos e incluso afectivos, permitan el ágil juego de la vida.
      La facilidad para los viajes, los aprendizajes de idiomas, la aparición de una cultura común de la juventud parecen mostrar el cumplimiento de esta condición en nuestro actual mundo.

      4. La intolerancia respecto al intolerante. O dicho de otra manera, la existencia de una legislación clara y de una aplicación de la misma firme, siempre basada en los derechos humanos y en el respeto al prójimo.

           
      B. Conclusiones desde la cultura humanística


1. El aumento en la escuela y en la Universidad de la formación humanística y de la lectura.

2. El aumento de la responsabilización de las personas frente al igualitarismo y la disculpa evaluando en realismo los riesgos y peligros de las conductas y personas desvientes.

3. El mejor control de los medios bajo la ética del respeto a la intimidad,  la fama y los ideales éticos y humanísticos.

4. El fomento y consideración hacia los intelectuales y expertos en cuanto a su influencia y prestigio social y  la descalificación de los seudointelectuales identificables por sus opiniones precipitadas y rotundas.





     [1]Frase atribuida a San Agustín.
     [2] El municipio como institución político administrativa que dirigido por la burguesía adquiere un régimen de libertades frente al señor feudal o el monarca, si bien fueron precisamente las ciudades de realengo las que permitieron más fácilmente la evolución.
Universidad de Valladolid: secretariado de publicaciones e intercambio científico:
a-Psicopatología actual: problemas y conjeturas. Agustín Jimeno Valdés.
b-Diálogos de fin de siglo: Apuntes para un ideario en la transición al tercer Milenio. Agustín Jimeno Valdés y Pedro Gómez Bosque.